Polémico político holandés Wilders es condenado por insultar y discriminar a marroquíes

Por Toby Sterling y Anthony Deutsch ÁMSTERDAM (Reuters) - El diputado holandés Geert Wilders fue condenado el viernes por insultar a los marroquíes e incitar a la discriminación contra ellos, si bien los jueces no le impusieron castigo alguno, en un dictamen que podría influir en las elecciones que celebra el país dentro de tres meses. Es la primera vez que Wilders, cuyos comentarios contra el Islam le han obligado a vivir protegido las 24 horas del día desde hace una década, es condenado por sus polémicas opiniones. Wilders, que encabeza algunos sondeos antes de los comicios parlamentarios del 15 de marzo, dijo que apelará el veredicto "totalmente demencial" y acusó al tribunal de ser parcial. Los cargos contra Wilders se remontan a un acto de campaña de 2014, cuando jaleó a sus simpatizantes para que corearan que quieren "¡menos!¡menos!¡menos!" marroquíes en Holanda. Un sonriente Wilders concluyó: "Nos vamos a encargar de eso". En la lectura de la sentencia, el presidente del tribunal, el juez Hendrik Steenhuis, dijo que "nadie está por encima de la ley", incluidos los políticos. Agregó que Wilders había planeado estos eslóganes incendiarios de antemano e incitó a otros a discriminar a las personas de origen marroquí. "Si un político cruza la línea, eso no significa que la libertad de expresión se restrinja", dijo. "Un delito no puede estar protegido por la libertad de expresión". En una respuesta grabada en video a la sentencia, a cuya lectura no acudió en persona, Wilders dijo que "nunca seré silenciado" y que el dictamen es un intento de "neutralizar al líder del mayor y más popular partido opositor de Holanda". Entre las medidas que apoya Wilders y podrían llevar a la reducción de la presencia de marroquíes en el país destacan una prohibición de la inmigración, la expulsión de marroquíes con doble nacionalidad que cometan delitos, así como una política de "repatriación voluntaria". Un intento previo de procesar a Wilders por comentarios islamófobos, tales como vincular la religión al nazismo y pedir la prohibición del Corán, acabó en absolución en 2011. Aquel proceso tuvo como resultado que se consolidase su imagen de defensor de la libertad de expresión y aumentara su popularidad. (Traducido al español por la Redacción en Madrid)