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Polémico empresario argentino va a prisión domiciliaria

BUENOS AIRES (AP) — Un empresario procesado por supuesta corrupción durante la gestión de la exmandataria y actual vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue trasladado en un discreto operativo desde la cárcel a una de sus viviendas para cumplir prisión domiciliaria.

Lázaro Báez dejó la noche del miércoles la prisión de la localidad bonaerense de Ezeiza donde pasó más de cuatro años y fue llevado a un destino desconocido para evitar que se produjeran manifestaciones en su contra como las ocurridas el lunes, cuando decenas de personas abortaron su ingreso a un barrio privado donde el empresario tiene una de sus casas.

Ese día vecinos del barrio Ayres del Pilar, al norte de la capital argentina, lanzaron huevos y piedras que rompieron los vidrios del vehículo del Servicio Penitenciario Federal en el cual viajaba Báez, tras lo cual el detenido fue trasladado de nuevo a prisión.

Después de esos incidentes la justicia estableció con los abogados de Báez que el operativo de traslado tuviera lugar con la mayor discreción posible y decidió no difundir el domicilio al que fue llevado el detenido. Medios de prensa señalaron que el traslado se produjo en un vehículo particular y no del Servicio Penitenciario.

Vecinos de un barrio de Buenos Aires se manifestaron la noche del miércoles tocando cacerolas ante la sospecha de que el empresario se dirigía a una de las residencias que posee en esa zona, sin que pudieran determinar si finalmente fue así.

Austral Construcciones fue una de las empresas de Báez que habrían sido irregularmente favorecidas con contratos de obra pública durante la gestión de Fernández de Kirchner (2007-2015) y su antecesor y fallecido marido Néstor Kirchner (2003-2007).

Báez está acusado de lavado de dinero y evasión fiscal en una de las causas que afronta, pero todavía no se ha emitido sentencia. El lunes un tribunal penal le otorgó la prisión domiciliaria con tobillera electrónica por haber superado los tres años de plazo de la prisión preventiva.

Báez enfrenta además un juicio junto a Fernández de Kirchner y varios exfuncionarios por supuestas irregularidades en la concesión de unas 50 obras públicas durante la gestión de la dirigente peronista y parte de la de su fallecido marido.