Pogacar, el chico que solo sabe atacar

Laruns (Francia), 6 sep (EFE).- Tadej Pogacar solo sabe atacar. "Si algún día me veis tranquilo en el pelotón, es que no tengo fuerzas", aseguró el joven esloveno, de 21 años, tras ganar su primera etapa en el Tour de Francia.

En su segunda participación en una gran vuelta, tras haber sido tercero de la pasada Vuelta a España, el joven prodigio del UAE Emirates ha logrado ya colocarse entre los favoritos. Solo un despiste en la séptima etapa, cuando se quedó atrapado en un abanico, le aleja del maillot amarillo, del que le separan 44 segundos.

"Cometí un error y estoy obligado a recuperar tiempo. Pero esa es mi forma de correr", repite el ciclista que superó en la meta de Laruns a su compatriota Primoz Roglic, nuevo líder de la general, quien no dudó en señalarle como el ciclista más fuerte del momento.

Pogacar es, además, una estrella prematura. Con su triunfo en los Pirineos se convirtió en el ganador más joven de una etapa en el Tour de Francia.

EL MÁS OFENSIVO

Un triunfo que llegó un día después de que reventara al resto de los favoritos en la primera cita con la alta montaña, donde recuperó la mitad del tiempo que había cedido la víspera en un abanico.

Pogacar ha aprendido rápido la mezcla de alegrías y golpes que supone el Tour, una situación que afronta con el descaro de la juventud, receta con la que aspira a llegar a lo más alto del podium de París.

"Es la mentalidad de nuestro equipo, preferimos arriesgar y perder antes que conservar y mantenernos", asegura su director, el español Josean Fernández "Matxin".

El preparador español sabe que ahora tiene que encontrar la buena medida para seguir motivando a su ciclista sin que ello le suponga una excesiva presión.

"Mi exigencia hacia él es la de un campeón, aunque tiene 21 años. Pero no quiero meterle demasiada presión, no se la merece, quiero ser coherente y pensar también en el futuro", apunta.

El propio Pogacar sabe que sobre sus espaldas reposa el peso del equipo y que sus resultados le sitúan como uno de los estiletes de la nueva generación que viene pisando fuerte y que pide paso con descaro.

NUEVA GENERACIÓN

"Yo tengo mi propio estilo, no me comparo con nadie, aunque sé que hay ciclistas muy buenos. Pero mi filosofía es fácil, cuando tengo piernas ataco siempre. Si me ven a la espectativa, es que no tengo fuerzas".

Esa promesa de ataques le convierten también en el factor de desequilibrio de un Tour en el que se auguraba un dominio demoledor de los Jumbo de Roglic y los Ineos de Egan Bernal.

"Son equipos muy fuertes, pero si no atacas no vas a poder ganarles tiempo. Yo tengo que recuperar tiempo. No hay que tener miedo, hay que darse a fondo", asegura.

Pese a su juventud, pese a que este Tour es solo su segunda gran cita con una carrera de tres semanas, Pogacar insiste en que en su punto de mira solo está subir al escalón más alto del podio de París y que a ello va a dedicar todas sus fuerzas.

"Mi objetivo no es ganar otras etapas, es la general, sin duda. Estoy aquí para la general, sé que he perdió un poco de tiempo, pero no es gran cosa, en las próximas semanas habrá diferencias más importantes. Voy a darlo todo para acabar lo más arriba posible en la general, sin renunciar a ganar otras etapas si se presenta la oportunidad, como hoy", agrega.

Por Luis Miguel Pascual

(c) Agencia EFE