¿Podemos cambiar el ejercicio por una simple proteína?

¿Podemos cambiar el ejercicio por una simple proteína?

Que el ejercicio físico produce beneficios duraderos en nuestra salud está fuera de toda duda. Pero claro, hay que realizar el ejercicio físico, algo que con los horarios actuales muchas veces resulta complicado. ¿Y si diésemos con algo, alguna molécula, que nos diese los beneficios de hacer ejercicio sin tener que hacerlo?

Algo así se plantea en un artículo reciente – con otro relacionado que apoya la idea. Pero antes de entrar en materia, conviene dejar claro que tal “pastillita mágica” ni existe de momento, ni se la espera en un futuro reciente.

La clave de todo esto es una proteína denominada sestrina. Desde hace algún tiempo, se sabe que la sestrina está relacionada con el ejercicio físico. Con los beneficios del ejercicio físico, esto es. Pero queda mucho por saber.

Así que los investigadores se pusieron en marcha. Y como siempre ocurre, de hecho como debe ocurrir, lo primero que buscaron fue entender cómo funciona la sestrina en animales modelo. Primero en moscas, y luego en ratones.

El experimento en moscas es sencillo de entender: se escogían tres grupos, al primero se le inhibía la sestrina, el segundo se ejercitaba, y el tercero se manipulaba para que produjese más sestrina de lo normal. Y al final del experimento, se comprobaban los beneficios.

Suena bien, ¿verdad? El problema era poner a las moscas a hacer ejercicio, que no es tan sencillo. No puedes instalar una rueda en su jaula y dejar que corran, como se hace con ratones. Hay que buscar un enfoque más creativo.

Aprovechando la tendencia natural de las moscas a escalar los tubos en los que crecen, los científicos diseñaron una especie de rodillos o cintas de correr para que las moscas hiciesen ejercicio, pero sin poder escapar.

Tras un tiempo prudente, compararon varios parámetros relacionados con los beneficios del ejercicio: capacidad para correr y volar, resistencia, franjas aeróbicas… Y lo que encontraron es que las moscas que no podían producir sestrina apenas mejoraban, mientras que los otros dos grupos tenían mejor forma física.

En ratones vieron los mismos resultados: por mucho que se ejercitase un ratón, si no era capaz de generar sestrina no mejoraba su resistencia ni capacidad aeróbica. Hacía falta ejercicio y sestrina para ver los resultados.

Visto así, parece que eso de “la pildorita mágica” es falso, ¿no? Pero en otro experimento, relacionado pero realizado por otro equipo, se ve un resultado distinto: la sestrina ayuda a evitar que los músculos inmovilizados se atrofien. Es decir, ella sóla tiene un efecto sobre el tono muscular, y de ahí se deduce que también lo puede tener sobre el resto de beneficios del ejercicio.

Así que sí, con tiempo podemos tener un suplemento que aumente los beneficios de ejercicio, o incluso que nos de parte o todo sin necesidad de tanto esfuerzo. Pero de momento, lo mejor es encontrar un hueco en nuestras agendas para mantenernos sanos.

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