Anuncios

Pobreza. Cuál es el problema que está en la base

Hay un quiebre en el mercado laboral de la Argentina, en la que el 25% con un trabajo registrado sostiene con sus impuestos al resto de la población que no lo tiene. La carga es enorme. El problema es que el trabajador en blanco está hoy cerca de la línea de pobreza, con un salario devaluado de unos $60.000 promedio, según la Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores (Ripte), cuando una familia de dos adultos y dos menores necesita un ingreso mensual de $45.500 para no ser considerada pobre.

Este grupo, ya cerca de la pobreza, sigue castigado por altos impuestos al trabajo, donde, además, según el tributarista César Litvin, una familia de cuatro integrantes tributa el impuesto a las ganancias a partir de un salario de bolsillo de $73.102, y un soltero, lo paga a partir de los $55.261. "Si una familia gana menos de $45.000 es pobre, pero si gana más de $73.000 es rica", analiza Juan Luis Bour, economista jefe de Fiel.

Si se analiza el mercado de trabajo, para empezar, según los últimos datos del Indec, un 61,6% de la población es inactiva (dentro de ella, hay casi 1.300.000 desocupados que están disponibles para trabajar pero que no buscan trabajo). El resto conforma el 38,4% de la población, que se denomina "económicamente activa", es decir, trabaja o busca trabajo. Aquí están los desocupados, que buscan trabajo, pero no lo encuentran, y los ocupados, que son el 33,4% de la población. Nótese, cómo baja el porcentaje de la población que trabaja. Pero este descenso no termina aquí.

Los datos de junio de trabajadores registrados del Ministerio de Trabajo, y que son 12.100.000, muestran que los asalariados privados registrados, un bien escaso, son solo 6 millones y 500.000 las empleadas de casas particulares. Los no asalariados (monotributistas, autónomos, monotributistas sociales), unos 2.300.000 más.

Se suman los empleados públicos, que son 3.200.000 millones (o más), según datos oficiales, aunque, según Fausto Spotorno, director de OJF & Asociados "habría que ver si son los que sostienen al resto, o si son sostenidos por el resto". Estima que, entre los empleados públicos que trabajan, están las fuerzas de seguridad, los empleados de la salud y de la educación, pero que hay un porcentaje que son "desempleados encubiertos" y calcula entonces que "un 25% de la población sostiene a todos los demás". Para completar el panorama, los trabajadores informales son unos 3.600.000, "y también pagan impuestos, como el IVA", dice Juan Luis Bour, economista jefe de FIEl. .

"Por eso es nocivo el impuesto a los altos ingresos", continúa Spotorno. "Un activo de una empresa es un instrumento para generar empleo, que es lo que se necesita". Considera quebrado el sistema productivo argentino, porque al que produce, lo castiga, lo mismo que al que invierte. Y el resultado de todo esto es más pobreza.

Los economistas están de acuerdo en que la Argentina no volverá a crecer hasta que se hagan las reformas más profundas, que incluyen, entre las medidas más antipáticas, tratar el tema de los juicios laborales que aterran a los empleadores, sobre todo a los más pequeños, que son los que proporcionan entre el 70 y el 80% del empleo. Y "el fin de la indemnización por despido tal como está planteada en la actualidad, que se podría cambiar por un seguro de desempleo. Necesitamos que el sector privado salga a contratar", resume Spotorno.

Sin embargo, "con todas las restricciones, como la doble indemnización y la prohibición de despedir, es muy difícil que las empresas salgan a contratar", agrega Bour. "Se está alentando a la no contratación".

Hoy, según Spotorno, un trabajador formal debe sostener a un jubilado, cuando la proporción es de tres trabajadores por jubilado, y cuatro si se llegara al 80% móvil. Como se ve, la situación es insostenible. Brasil hizo la reforma que modernizó al mercado de trabajo en 2017. Hay que ver cuánto va a demorar la Argentina en salir de la recesión y de la pobreza, algo que solo va a lograr si estimula el empleo.