Poblado de El Salvador celebra medio siglo de migración a EEUU en medio de restricciones de Trump

INTIPUCÁ, El Salvador (Reuters) - Un municipio costero de El Salvador celebró el martes medio siglo de migración hacia Estados Unidos para dejar atrás la pobreza y la violencia en el país centroamericano, pese a las restricciones de ingreso que ha impuesto el presidente Donald Trump.

En una celebración a la que asistieron algunos delegados estadounidenses, los habitantes de Intipucá recordaron el martes la hazaña de Sigfredo Chávez y Elba Salinas, quienes en 1967 emigraron junto a sus dos hijos a la capital de Estados Unidos buscando mejorar sus vidas y con ello abrieron el camino para que otros siguieran sus pasos.

Para mantener vigente su legado, las autoridades instalaron hace años en el parque central de la localidad una humilde estatua de un migrante, con un bolso al hombro, rodeado de una fuente que recuerda el cruce del río Bravo, en la frontera sur de Estados Unidos.

El municipio, situado a unos 170 kilómetros al sureste de San Salvador, es conocido popularmente como Intipucá City por su fuerte vínculo con la vida en Estados Unidos.

Decenas de casas lucen ostentosos diseños al estilo estadounidense, algunas de sus calles tienen nombres en inglés, como William Walker, y la mayoría de las familias dependen de las remesas de dinero que reciben de sus familiares.

Emily Hernández, de 50 años, emigró ilegalmente en 1992 para reunirse con sus hermanos y escapar de la falta de oportunidades en la empobrecida nación centroamericana.

La madre de cinco hijos, quien tiene nacionalidad estadounidense desde hace poco más de dos décadas, es dueña de dos restaurantes de comida centroamericana y mexicana en la ciudad de Maryland, donde emplea a 40 personas, en su mayoría inmigrantes de Intipucá.

"Adaptarse a la vida allá (en Estados Unidos) no fue nada fácil, si no sabe el inglés uno, nos toca, a toda honra, limpiar baños. Pero es un país de oportunidades, el que no se supera es porque no quiere", expresó a Reuters Hernández mientras mostraba su lujosa casa en Intipucá, adornada con lámparas de lágrimas de cristal, bar y un jardín con asador para barbacoas.

La mujer viajó desde Maryland a El Salvador para asistir a la conmemoración en compañía de familiares, como parte de un grupo de salvadoreños que partió hace años buscando el sueño americano y que hoy en día permanece en Estados Unidos.

Huyendo de la pobreza y el acoso de las pandillas, miles de salvadoreños se arriesgan a diario para ingresar ilegalmente a Estados Unidos, pese a las severas medidas contra la inmigración impuestas por el Gobierno del presidente Trump.

Cifras oficiales indican que unos 2.5 millones de salvadoreños residen y trabajan en suelo estadounidense y envían a sus familias remesas, que representan más del 16 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de El Salvador.

La estabilidad de miles de salvadoreños se encuentra en vilo, luego que Trump decidió anular beneficios migratorios como el Estatus de Protección Temporal (TPS, por su sigla en inglés).

A la conmemoración de los 51 años de migración desde Intipucá también asistió la alcaldesa de la ciudad de Washington, Muriel Bowser, quien destacó la importancia de la comunidad salvadoreña en la capital estadounidense.

"Vamos a trabajar cada día para asegurar que los salvadoreños en Washington sigan trabajando, sigan criando a sus hijos, sigan aportando a la economía, sigan mandado remesas a sus seres queridos y viajando con seguridad y mejorar sus vidas", expresó Bowser el martes durante su inédita visita a Intipucá.

Unas 20,000 personas originarias de Intipucá residen y trabajan en Washington, según el alcalde del municipio, mientras que en la ciudad costera de El Salvador la población apenas llega a 7,000 habitantes, quienes se dedican a cuidar mansiones, esperar remesas y a la agricultura y pesca.

(Reporte de Nelson Rentería, editado por Ana Isabel Martínez, Carlos Aliaga y Ricardo Figueroa)