El PNV entra en pánico al perder su papel protagonista

El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (izda.), y el lehendakari,Iñigo Urkullu (dcha.), celebran los resultados electorales en los comicios vascos de 2020.  (Photo by H. Bilbao/Europa Press via Getty Images)
El presidente del PNV, Andoni Ortuzar (izda.), y el lehendakari,Iñigo Urkullu (dcha.), celebran los resultados electorales en los comicios vascos de 2020. (Photo by H. Bilbao/Europa Press via Getty Images)

Al Gobierno de coalición le salen las cuentas. Ha logrado pactar la aprobación de los presupuestos generales de 2022 con buena parte de los compañeros de viaje de la investidura de Pedro Sánchez. Para ello, ha tenido que hacer algunas concesiones a sus socios, nada nuevo. Pero, sorpresa, entre ellos no está el PNV.

La atomización del arco parlamentario y el crecimiento experimentado por Bildu tras el fin de ETA hace ya más de una década, ha reorganizado la correlación de fuerzas. Y después de un cuarto de siglo siendo el partido bisagra por excelencia para apoyar al Gobierno de turno -tanto daba si era PSOE o PP- que no gobernaba con mayoría absoluta, esta vez el PNV se ha quedado en fuera de juego. Con el vacío frente a él, se encuentra con una situación desconocida: reformular su papel. De momento está en shock. Y lo primero que se le ha ocurrido mientras medita los siguientes pasos a dar es la pataleta.

El encargado de verbalizarlo en Madrid ha sido su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban. Viendo que ya no indispensable, y ante las voces que aseguraban que su partido apoyaría sin dudas los Presupuestos, el brillante orador vasco ha avisado que no está todo dicho y que "hasta el rabo, todo es toro".

Lo siguiente ha sido criticar las formas empleadas en la negociación. Acostumbrados a tener un asiento prioritario en la mesa, deslizó lo "sorprendente" que les ha resultado que no se les "invitara a firmar conjuntamente cuando entró Podemos y PSOE".

A partir de ahí se mordió la lengua. Al menos contra el Gobierno de coalición. La aprobación de los Presupuestos no está cerrada. Los apoyos en el Congreso están atados, y lo siguiente será su tramitación en el Senado en donde PSOE y PNV podrían acercar posturas. Por eso cargó las tintas hacia su verdadero rival: Bildu.

Y preguntado sobre el porqué no fueron llamados a la negociación cuando, en su opinión, les correspondía, Esteban dejó caer sus sospechas: "Seguramente, alguien nos vetó, porque ni nos avisaron. ¿Quién nos vetó? Pues sería Bildu, que dijo: aquí el PNV no firma".

Pero para disimular su estado de ánimo y no quedar caricaturizado como el pitufo gruñón, Esteban ha tirado de ironía "celebrando" que la izquierda abertzale se avenga ahora a negociar los Presupuestos con el Gobierno después de "décadas" tachando al PNV de "traidor" y acusándole de "venderse por un plato de lentejas". "Ha costado décadas y mucho sufrimiento del que ya no hay vuelta atrás para llegar a la conclusión de que el PNV tenía razón", ha sacado pecho

Como decimos, lo sucedido con los Presupuestos, solamente es la punta del iceberg que amenaza con abrir una vía de agua en el PNV. El lector que no esté demasiado familiarizado con en esta parcela política puede pensar que es un simple cambio de cromos. Un partido nacionalista por otro. Pero no es así. Bildu es nacionalista de izquierdas, y el PNV nacionalista de derechas.

Por eso si PSOE y Podemos anteponen a Bildu como socio principal para formar un tripartito de izquierdas, muchos ayuntamientos podrían cambiar de manos en Euskadi. Y en un futuro incluso el propio Gobierno vasco. El PNV no ha perdido aún nada importante, pero empieza a ser consciente de que su histórica fortaleza se esquebraja.

En vídeo | Bildu, en el homenaje a Buesa en Vitoria

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