Los de "la plaza" obligan a vender su "producto"
GUADALAJARA, Jal., enero 17 (EL UNIVERSAL).-"La primera vez llegó un mocoso, difícilmente era mayor de edad, un mesero me avisó que había preguntado por mí y cuando fui a verlo me dijo que venía de parte de ‘la plaza’ y que tenía que dejarlo vender su ‘producto’; la verdad no le creí y lo corrí, le dije que se dejara de payasadas".
Juan inicia así su relato sobre cómo un grupo delictivo (prefiere no identificarlo) lo ha obligado a tolerar a un narcomenudista en su bar de Guadalajara; accedió a hablar con una condición: "no nombres, no fotos, no ubicación".
Tiene más de un lustro con su establecimiento, y no llevaba ni un año cuando llegaron los de "la plaza"; después de correr al primer emisario dudó de lo que había hecho y sintió miedo.
"Anduve unos días asustado, esperando que hubiera sido un intento de extorsión, pero antes de una semana llegaron dos tipos más cabrones y preguntaron por mí. Cuando los vi, supe que no los podía correr, cada uno traía una bolsa cruzada en el pecho, supongo que estaban armados, y me la soltaron: tenía que dejar entrar a uno sus vendedores y no hacerla de pedo", cuenta.
El temor lo hizo aceptar, pero preguntó qué pasaría si llegaba la policía y hacía alguna redada: "de eso tú no te preocupes", le dijeron.
"El bato quería instalarse en el baño y ahí vender, pero por suerte es un baño muy chiquito, así que se las tiene que arreglar; es molesto saber que eso pasa en tu negocio, pero tampoco hay mucho para dónde hacerse", dice. Desde entonces, Juan ha visto llegar a su establecimiento a tres diferentes vendedores.