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Las plantas de interior, una tendencia que creció con la cuarentena

"Con la cuarentena, al estar más en casa me di cuenta de que a algunos rincones les hacía falta un poco de verde y compré dos plantas nuevas. Me encantan las plantas y cultivo distintas variedades, desde orquídeas hasta potus", contó Ariana Griot, una joven de 24 años que vive en Ciudad Jardín, El Palomar. Compró una begonia sandía y una violeta de los alpes en el vivero de su barrio. Ambas plantas reposan al lado de la ventana, en el interior de su hogar. Piensa comprar otra planta más la semana que viene.

Por el aislamiento obligatorio para frenar la propagación del coronavirus, muchas personas optaron por comprar plantas de interior, reorganizar sus balcones, armar huertas o modificar sus jardines. Con más tiempo disponible en casa, buscan crear un espacio verde propio para sobrellevar mejor el encierro y embellecer la estética de los ambientes. Para otros, se trata de una actividad entretenida y relajante. En los viveros detectan que comprar plantas de interior se convirtió en una nueva moda.

Daphne Künstler tiene 26 años, y compró tres plantas para su living durante la cuarentena. Quería mejorar la estética de su casa para sentirse mejor anímicamente y poder transitar mejor el confinamiento. "Las compré para tener el espacio más estético y más lindo, ahora que estamos más tiempo adentro. Dan buena energía y limpian el aire. Tener verde en la casa genera una sensación agradable. Ayuda a tener los ánimos más altos", explicó. Compró un crotón, un helecho rizado y un ficus.

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En otros casos, el cuidado de plantas es una actividad que sirve para relajarse, distenderse y entretenerse, frente al tiempo libre que deja la cuarentena. "Al tener un poco más de tiempo en casa por la cuarentena, cuidar las plantas es un hobby. Lo veo como algo para relajarme. Es antiestrés. Me despeja. Ayuda a no pensar tanto en lo que estamos viviendo, y a tomarlo como algo natural", observó Cecilia Sedrán, vecina de Morón, de 28 años. En lo que va de la cuarentena, ya compró dos veces plantas para su balcón. E incluso le regaló una a su prima cuando cumplió años.

Para Ezequiel Ponce, de 31 años, la cuarentena fue una ocasión ideal para reacondicionar todos los espacios del departamento de Palermo en el que vive junto a su pareja. Primero, compró plantas para mejorar la estética de su balcón. Después, incorporó plantas de interior.

"Empezamos por el balcón, tratando de arreglar las plantas que había e incorporando nuevas. Después compramos plantas de interior para tener un poco de verde adentro. Le cambiamos la cara al departamento. Quedó mucho mejor y más lindo. Al pasar más tiempo en casa uno inevitablemente quiere que el lugar esté más agradable. Hicimos todo tipo de arreglos: ordenar un poco, tirar cosas, cambiar muebles de lugar. Las plantas forman parte de eso también", afirmó Ponce.

Proyectos postergados

En otros casos, la cuarentena fue la excusa perfecta para poder concretar proyectos postergados. Hace tiempo que Valeria Ortiz de Rozas, vecina de Martínez de 49 años, quería tener sus propias plantas. "Me hicieron unas macetas divinas para colgar, y fue la oportunidad para que una amiga me envíe gajos y poder ser creativa. Es un proyecto que tenía desde antes de la cuarentena. Ahora con más tiempo puedo darle más dedicación. Encargarse de las plantas, cuidarlas, regarlas, es una actividad muy gratificante que comparto con mi hija. Ella seca semillas de verdura y hace plantones", sostuvo.

En los viveros notan que durante la cuarentena sus clientes les piden más plantas de interior y semillas para hacer huertas. Eso es lo que observó José María Devoto, dueño desde hace 30 años del vivero La Horqueta, ubicado en San Isidro. "Estamos vendiendo mucho. Nuestros proveedores se están quedando sin mercadería porque estamos vendiendo más que en temporada. Al estar aislada en su casa, la gente primero ordenó, después limpió, después pintó, hizo de todo. Y cuando ya se le acabaron las tareas para entretenerse, evidentemente se están dedicando al jardín, más en una zona como esta donde hay muchos jardines", explicó.

"La gente quiere ver el ambiente adornado con plantas. Se llevan mucho plantas de interior, que era un rubro que hace años había decaído muchísimo. También se han volcado mucho a hacer huertas orgánicas. Los plantines y semillas de verduras se están vendiendo más que las flores", completó.

También en la ciudad los viveros vieron crecer sus ventas. "La gente compra más plantas porque está todo el día en la casa y se ocupa de arreglar los ambientes para que queden más lindos. Hay un movimiento un poco más alto en relación con lo que era antes de la cuarentena. Trabajamos con el negocio cerrado y la gente hace pedidos por WhatsApp. Nosotros les mandamos fotos y videos de las plantas para que las elijan. Nos escriben hasta a las 11 de la noche para consultarnos. El WhatsApp explota por todos lados", señaló Ernesto Memma, dueño del vivero Bio Verde en Las Cañitas, presente en el barrio hace 30 años.

"Hay una moda que impulsó a las plantas de interior como parte de la decoración. Se pusieron de moda nuevamente", apuntaron el alfarero Gabriel Caraballo y el arquitecto Víctor Ledesma, dueños de Planta, un emprendimiento que ambos definen como una "tienda de oficio", que cuenta con 60.000 seguidores en Instagram. Venden plantas especiales y difíciles de conseguir, libros, velas de soja y otros objetos de diseño. Hace un año que tienen un local en Villa Crespo, y hoy asesoran a sus clientes por videollamada para ayudarlos a elegir una planta acorde a las características de sus hogares.

"Desde que está confinada en su casa, la gente se dedicó más a cuidar las plantas. Buscan encontrar su rinconcito verde donde relajarse y bajar un cambio. Es algo que conecta con la naturaleza y desestresa. Para otros también es un hobby: es un ser vivo del que hay que hacerse cargo", concluyeron.