Un padre y su hijo están ejecutando en solitario un plan para salvar a Siberia del deshielo

El científico ruso Sergey Zimov comprueba el estado del permafrost en el Parque Pleistoceno, en la República de Sajá (Rusia), la reserva que ellos mismos han creado para evitar el deshielo en Siberia. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

El 65% de la masa continental de Rusia está cubierta de permafrost, la capa de suelo permanentemente congelado, pero se está derritiendo de manera alarmante en los últimos tiempos. Y es que este país se calienta 2,8 veces más rápido que la media mundial. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Esto es porque el permafrost también emite carbono a la atmósfera de manera natural, por lo que supone un doble desafío. En la República de Sajá la temperatura ha aumentado 3 grados en los últimos 50 años. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

La descongelación del permafrost ruso amenaza viviendas e infraestructuras. Según los científicos, si continúa el ritmo actual del calentamiento global los daños para el país ascenderán a los 84.000 millones de euros de aquí a 2050. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Zimov, de 66 años, lleva viendo desde hace tiempo como los inviernos en su tierra se han vuelto más cortos y suaves comprobando de primera mano los efectos del cambio climático. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Geofísico de profesión, ignoró las órdenes de abandonar el Ártico tras la caída de la Unión Soviética y consiguió fondos para mantener en funcionamiento la Estación Científica del Noreste cerca de la ciudad de Chersky, que está parcialmente abandonada. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

A apenas cinco kilómetros de Chersky fue donde creó el Parque Pleistoceno. En principio la reserva tenía 100 hectáreas, pero ahora son más de 2.500. El trabajo consiste en conseguir animales para lograr la densidad necesaria que mantenga la superficie libre de nieve en invierno. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Desde 1996 lleva junto a su hijo introduciendo animales. Hasta ahora son más de 200 especies traídas desde distintos lugares del mundo. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

En la reserva hay sobre todo grandes herbívoros como bisontes, caballos, alces, renos o camellos, que pisotean la nieve haciéndola más compacta para que el frío llegue al suelo y conserve así el permafrost. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Trasladar a los animales no es una tarea sencilla. Los bisontes llegaron desde Dinamarca por la ruta del Mar del Norte y otros fueron transportados en barcos atravesando tormentas hasta la desembocadura del río Kolimá, en el extremo noreste de Siberia. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Con la reserva quieren ganarle espacio a los bosques de taiga y tundra, que condensan el calor y ayudan a que se derrita el permafrost. La idea es recuperar en esta región de Siberia el ecosistema de la Edad de Hielo. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Su ambicioso y surrealista plan incluye también en el futuro introducir en el parque mamuts, animales que otros científicos esperan resucitar de la extinción con nuevas técnicas genéticas. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Según los Zimov, en su parque han conseguido que el permafrost sea más frío en comparación con otras áreas cercanas. La temperatura media anual del suelo ha bajado 1,9 grados. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Aseguran que se necesita más trabajo para determinar si este método no convencional puede servir como estrategia para frenar el cambio climático, pero que su idea podría dar resultados en las zonas cercanas al Ártico. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).

Según Nikita, que ahora dirige el parque, no hay una solución única para el calentamiento global, pero quieren demostrar que este tipo de ecosistemas ayudan en la lucha. Sin embargo, su esfuerzo por sí solo no será suficiente. (Foto: Maxim Shemetov / Reuters).