El periplo burocrático y kilométrico de la perra Pip para reunirse con sus dueños tras separarles la pandemia

Cuando la familia Eilbeck se enamoró de esta perra salchicha en Italia y decidió llevarla consigo en su viaje alrededor de mundo en yate ya sabían que su entrada en Australia, donde viven, no iba a ser fácil debido a la normativa que impera en el país sobre la llegada de animales venidos de otros países. Lo que no podían predecir Zoe y Guy y sus hijos, Cam y Max, es que una pandemia les obligaría a volver a casa sin ella dejándola atrás. Tras meses de luchar contra la burocracia y los imprevistos, la historia de Pip ha tenido final feliz como cuenta CNN.

El flechazo entre Pip y los Eilbeck se produjo en 2018 en la visita del clan a Messina (Sicilia). Se conocieron, se gustaron y el animal pasó a formar parte de su tripulación. Así estaban recorriendo el mundo cuando el coronavirus interrumpió su ruta de viaje. Estando en Carolina del Sur (Estados Unidos) y viendo que la situación cada vez era más complicada, decidieron regresar a Australia. No podían llevarse consigo al animal, así que buscaron una solución temporal para ella.

La mejor opción que encontraron fue alquilar un coche y conducir durante ocho horas hasta Carolina del Norte para dejarla con Lynn Williams, amiga de la familia. Después, los cuatro volaron a casa. Era el 27 de marzo. Los problemas comenzaron cuando el tiempo se fue alargando. Su amiga ya tenía dos perros y no podía ocuparse más de ella. Puso un anuncio en busca de alguien que se hiciese cargo y así fue como acabó en casa de Ellen Steinberg, quien ha reconocido que en un principio prejuzgo a los dueños del animal pensando que la habían abandonado sin más.

Después entraron en contacto y se dio cuenta de que se había equivocado. Mientras ella se hacía cargo de su cuidado, al otro lado del mundo Zoe madrugaba cada día para enfrentarse a los trámites y papeleos para poder reunirse con su perra.

“Para exportar un perro de Estados Unidos, necesitas obtener una declaración de EEUU, que indique que el perro está en buen estado de salud y que se le han realizado análisis de sangre específicos relacionados con la rabia. Eso se estaba haciendo en Nueva York, que ahora se encontraba cerrada. Así que tratar de lograr algo así fue extremadamente difícil”, ha explicado Zoe a CNN.

Su dueña de acogida colaboró en todo momento llevándola al veterinario local para conseguir los papeles, vacunas y demás requisitos, pero había más escollos que saldar aún. Tenían el permiso de importación, pero la aerolínea con la que Pip iba a recorrer los 16.000 kilómetros que la separaban de su familia anunció que ya no transportaba perros.

Zoe recurrió a las redes sociales en busca de ayuda y de alguien dispuesto a llevar al animal de punta a punta del país para que volase desde Los Angeles. Melissa Young fue quien se encargó de acompañarla de Carolina del Norte a la ciudad angelina y embarcarla con destino a Auckland (Australia), donde aterrizó el 23 de julio. Paso la cuarentena de 10 días, voló a Melbourne y 10 días más de aislamiento.

Ahora ya solo quedaba un último viaje hasta Sydney. Tenían el billete para el 3 de agosto. Pero entonces el estado de Victoria decretó un nuevo confinamiento, se cerraron fronteras, cancelaron vuelos (hasta cuatro) y Pip seguía sin llegar a casa mientras el hermano de Zoe se hacía cargo de ella.

El periplo de esta perra salchicha y el empeño de los Eilbeck había alcanzado cierta repercusión. El Sydney Morning Herald se hizo eco de su historia y la compañía Virgin Australia entró en la ecuación para ayudar a esta tripulación, como les gusta llamarse, a reunirse. Lo lograron el 11 de agosto, casi cinco meses después de su separación y las cámaras lo registraron.

“Cuando escuchó nuestras voces, vino corriendo a nuestros brazos. Fue absolutamente increíble tenerla de vuelta después de todo ese tiempo”, ha recordado para CNN Zoe, quien ha reconocido que tenían miedo de que Pip no les reconociese. Ahora están todos juntos. Solo les falta recuperar el yate, que sigue anclado en Carolina del Norte.

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