Qué hacer si se encuentra un pichoncito que se cayó del nido

Hace un año causaba furor en las redes la historia de Pipi la Calandria. A través de fotos y videos, una usuaria narró el periplo de un pichón rescatado y su derrotero hasta la liberación. La cuenta @pipilacalandria logró 33.000 seguidores en Instagram. El último posteo fue el 23 de octubre. Pipi, después de varios meses en libertad, sigue visitando la casa en la que aprendió a comer y, después, a valerse por sí misma.

En esta época del año se multiplican las "pipis". Con la primavera llegaron los pichones. Los nidos se pueblan de múltiples cabezas diminutas, con picos abiertos y gritones. Y con ellos, imprevistos que los llevan a caerse de la comodidad del hogar: el viento, algún hermano voraz que les da un empujón, un vuelo inicial que no salió bien. El resultado es un pichoncito en el suelo, quieto, con hambre y frío.

Cuesta mirar para otro lado. Pero hay muchos interrogantes. ¿Lo dejo donde está? ¿Podré mantenerlo con vida si lo llevo? ¿Puede traer enfermedades? ¿Cómo lo cuido? ¿Dónde lo pongo? ¿Qué le doy de comer? ¿Cuánto tiempo lo tendré de inquilino? ¿Cómo y dónde lo suelto? ¿Hay algún lugar en donde lo reciban y lo cuiden?

Rodrigo Fariña, Director de Conservación de Aves Argentinas, explica que cuando se encuentra un pichón en la ciudad hay dos opciones. La primera, que sea muy chico, y que se haya caído del nido. La segunda, un "volantón", es decir, un pichón que está practicando sus primeros vuelos. En éste último caso, recomienda, si se puede, ponerlo en altura cerca de donde se lo encontró para protegerlo de depredadores, o de la calle. De esta manera, tiene muchas posibilidades de que sus padres continúen alimentándolo.

En cuanto a los más chiquitos, o lastimados, sugiere llevarlos a alguno de los centros de rescate diseminados en distintos puntos del país. En la Ciudad de Buenos Aires está en la Costanera Sur. "Desalentamos el rescate por parte de particulares por falta de conocimiento", dice Fariña. "Esto puede implicar no darles de comer lo que ellos necesitan".

Coincide el director del Centro de Rescate de Fauna Silvestre (CRFS) de la Ciudad de Buenos Aires, Andrés Capdevielle que advierte que no es fácil mantener un pichón con vida por la dificultad que implica, entre otras cosas, darle de comer el alimento adecuado y en la cantidad necesaria. Al centro que dirige se pueden llevar especies silvestres autóctonas (no animales domésticos como perros, gatos, ni palomas o gorriones). "Los pichones comen cada dos o tres horas. Es mucho trabajo alimentarlos y además no es fácil. Los padres lo hacen cada 15 minutos y en una cantidad que equipara su propio peso", dice. "Cuando se les da pan con leche lo comen, pero se descalicifican y al poco tiempo mueren. A veces por querer salvar a un pichón se les da una mala dieta y es peor".

De todas maneras, si se decide hacer el intento de sacar adelante a un pichón porque de otra manera no tiene posibilidad de sobrevida, hay algunos consejos para tener en cuenta. Para empezar, en general los expertos desalientan establecer un fuerte vínculo emocional con el animal, ya que una vez liberado podría tener problemas para alimentarse solo, algo que, de todas maneras, no sucedió con Pipi.

La entrenadora de pájaros

Clara Correa, presidenta de la Asociación Civil de Ayuda a las Aves y Pájaros Caídos y fundadora del Refugio de Aves ayuda a través de un blog a quienes emprenden el camino del rescate en casa.

Además se dedica al desarrollo de contenidos educativos y de concientización en la comunidad para el cuidado de las aves.Con videos demostrativos mas mucha información sobre alimentación y cuidados, guía a los nuevos cuidadores a lograr su meta: que el pichón pueda sobrevivir hasta el momento de su vuelta al mundo de la naturaleza. También, desde la página de Facebook responde, junto a 35 voluntarios, todas las preguntas y dudas.

Clara encontró por casualidad una vocación poco común. "Cada vez más gente se encuentra un pichón y no sabe qué hacer, por eso tenemos un incremento en consultas. Es lo que me paso a mi. En 2006 estaba caminando por Palermo , encontré un pichón, lo llevé a casa para cuidarlo y se me murió. La verdad es que fue muy fuerte. Sentí que la vida de la ciudad le estaba dando la espalda a la vida de la naturaleza. Ese día decidí cambiar el futuro de otros pichones. Por eso me dedico a ayudar a que nosotros, los ciudadanos comunes, ayudemos a quienes ven transformado su hábitat".

Hoy la asociación civil Pájaros Caídos es depositaria judicial de la fiscalía de derecho animal Ufema. Recibe incautaciones de maltrato animal o tráfico de fauna hasta su restitución a la vida silvestre.

Mejor no tocar

A contramano de lo que puede suceder en una calle de la Ciudad, donde está el peligro del tránsito para los pichones, desde la Reserva Ecológica Costanera Sur, la bióloga Milena De Benito dice que "la reserva contiene la mayor biodiversidad de la Ciudad de Buenos Aires" y que allí, cuando se intenta rescatar a un pichón, "se complejiza aún más su situación. En esta época del año, pueden aparecer crías y pichones que buscan ser alimentados. Los padres se encargan de buscar el alimento preciso para ellos, por lo tanto, es importante recordar que se debe mantener una distancia mínima para no molestar a la fauna (más de 2 metros) y no agarrar ni tocar a los animales. Si sospechamos que el animal se encuentra en una situación de peligro, por favor avisar al personal de la reserva", dice. Tampoco recomienda alimentar a los animales "ya que alteramos los ciclos naturales y favorecemos que consuman alimentos que no corresponden".

Paso a paso

En caso de llevarse a casa un pequeño pichón (de paloma, por ejemplo), según Clara Correa, hay que tener en cuenta que, al igual que las personas, todos son distintos. No hay recetas mágicas y desde la página de Facebook de la asociación se comparten historias, recomendaciones y hasta hay personas que se ofrecen a cuidarlos. Aquí, una pequeña guía.

1. Encuentro un pichón, evalúo la situación en que está y me lo llevo: se puede envolver en un trapito o en una media. En casa, se coloca en una caja si no se tiene una jaula, quizás sobre una bolsa de agua tibia o una botella envuelta en un trapo para que no tenga frío (vital cuando son muy pequeños). Se crea un microclima. Hay que recordar resguardarlo de las mascotas.

2. ¿Es pichón de qué especie? Es importante averiguarlo porque no todos comen lo mismo. No se puede alimentar a un insectívoro solo con semillas. En la Ciudad de Buenos Aires conviven alrededor de 300 especies. Se puede consultar en algunas de las páginas de Pájaros Caídos, o a un veterinario, o directamente en el Centro de Rescate más cercano.

3. ¿Qué y cómo le doy de comer? Hay que diferenciar la alimentación de acuerdo a si son aves granívoras (se alimentan de granos), hervíboras (frutos y semillas), insectívoras (de insectos) o carnívoras (de carne). En el blog de Pájaros Caídos están las respuestas al tipo de comida según la especie acompañadas por videos demostrativos.Para empezar, alimento balanceado para perros y gatos de la mejor calidad mezclado con agua resulta una buena papilla inicial para salir del paso, que se le puede dar con una jeringa sin la aguja. Se trata de llenarle el buche, una suerte de bolsita debajo del cuello.

4. ¿Cómo sé que lo estoy alimentando bien? "El color de la materia fecal da la pauta si está bien alimentado. Si es verde, es insuficiente. Otro tip es sentirle el calor y la temperatura de las patitas, si están muy frías la comida es escasa. Estos son los indicadores mas importantes para que no se venga abajo. En la medida en que uno le da tranquilidad, que uno es amigo, que le da alimento, va a relajarse", dice Correa.

5. ¿Cuándo y dónde lo libero? Cuando sepa comer solo y haya practicado el vuelo está listo para ser liberado. Lo ideal son los lugares naturales, fuera de tanta avenida.

¿Es peligroso para la salud?

La posibilidad de enfermarse está latente en prácticamente todos lados, incluso en los centros de salud. Las aves pueden transmitir enfermedades, sobre todo la citacosis, a través del polvo de excremento seco que se puede aspirar. En el caso de levantar un pichón, se recomienda,como ya se dijo, llevarlo a un centro de rescate, pero si no lo toman, llevarlo a un veterinario, y luego tener precauciones en casa como: ponerse guantes y barbijo, mantener la jaula limpia, y mojarla antes de limpiarla, lavarse las manos con alcohol en gel y consultar al médico de cabecera en caso de cualquier duda.

Más sensibles

"Tengo la teoría de que las aves llegaron a nosotros para sensibilizarnos el corazón. Estamos muy enloquecidos, con un estilo de vida muy ajeterado, muy estresante. Corremos, tenemos presiones de todo tipo y ellos llegan como una varita mágica. Detienen nuestra locura cotidiana para que tengamos contacto con un ser vivo que nos necesita". cierra Clara Correa.