Yahoo Noticias Una pareja de bajos recursos lo adoptó cuando era un bebé; ahora él les regaló una gran mansión
La historia de Jayvee Lazaro Badile II está conmoviendo a miles de personas en el mundo luego de que un programa de televisión en Filipinas la diera a conocer, pues está llena de ingredientes como superación, éxito y sobre todo amor.
Cuando nació, sus padres biológicos no quisieron cuidarlo y a los tres meses fue adoptado por la pareja muy humilde formada por Nanay, una vendedora, y Tatay, un portero que en ese momento ya tenían dos hijos.
La familia vivía en una casa muy precaria junto con otros cinco familiares. En varias publicaciones en su cuenta de Facebook, se puede ver cómo, pese a que vivían en condiciones de pobreza, eran felices.
Sin embargo eso no significa que lo pasaran bien. En una publicación realizada el pasado 1 de enero, el joven filipino menciona las penurias que vivió con su familia: “A menudo, el interior de nuestra casa se inundaba, tampoco teníamos nuestro propio suministro de agua y sufríamos por tener energía eléctrica”.
“Los miembros de mi familia sufrían de estreñimiento, sequía y calor, lo que ahuyenta el sueño, además había poco que comer”, relata Jayvee Lazaro en su publicación.
En entrevista con Bored Panda, el joven también mencionó, “La vida fue muy difícil. Tenía que estar trabajando mientras estudiaba y estábamos felices de que Nanay pudiera prepararnos dos comidas al día. Además de eso, vivíamos en una casa de apenas 20 metros cuadrados”.
Pasaron los años y gracias a que pudo concluir sus estudios, el joven filipino comenzó a trabajar en una empresa de seguros de su país y al poco tiempo fue ascendido a gerente de ventas, puesto en el que ha recibido varios reconocimientos por su labor.
Así que Jayvee Lazaro quiso regresarles un poco a de todo lo que sus padres adoptivos le habían dado y decidió comprarles una lujosa mansión para que dejaran de vivir en su antigua vivienda.
Por medio de su perfil social compartió las imágenes de su nueva casa, en las que escribió: “Año nuevo. Nuevo comienzo. Nuevo hogar.”
En otra publicación mencionó, “Ahora que tengo la oportunidad de devolvérselos, me aseguraré de que vivan sus sueños mejor de lo que podrían imaginar”.
La nueva casa de sus padres adoptivos tiene siete habitaciones y no se llevaron nada de su antiguo hogar, excepto una televisión que él había regalado a su familia un año antes.
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