'Persuasión' de Netflix me quita las ganas con tanto parecido a 'Los Bridgerton'

Siempre tuve debilidad por el cine de época liderado por heroínas femeninas. Empezó hace décadas cuando descubrí Lo que el viento se llevó, alimentando una fascinación por el vestuario, los detalles épicos y la construcción de personajes de otra era que me llevó a devorar cada adaptación de Jane Austen. Orgullo y prejuicio, mi favorita. De ahí a Mansfield Park o Amor y amistad, ampliando con Jane Eyre, Mi prima Rachel, Sentido y sensibilidad, Lady MacBeth, entre tantas otras (por nombrar las más recientes). Una debilidad que terminó desembocando en el universo de las series con maravillas como Outlander, Gentleman Jack o más recientemente La edad dorada.

Por eso, cuando supe que Netflix estaba desarrollando una nueva adaptación de Persuasión -el último gran clásico de Jane Austen publicado de manera póstuma- mi imaginación se frotó las manos. Sin embargo, el tráiler ha dejado mi gozo en un pozo con aires muy similares a Los Bridgerton, como si la exitosa serie fuera un nuevo referente para las historias de época.

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A primera vista, el avance detalla las bases centrales que engloban la novela publicada en 1817, seis meses después de la muerte de su escritora. La protagonista es Anne Elliot (Dakota Johnson), una mujer de 27 años que vive arrepentida por haberse dejado convencer por sus familiares y rechazar el compromiso con su gran amor siete años atrás. Sin embargo, el paso del tiempo los vuelve a reunir. Él, Frederick Wentworth (Cosmo Jarvis) ahora es un capitán reputado y candidato codiciado entre madres desesperadas por casar a sus hijas con un buen partido. Ella ya no vive con las riquezas que le rodearon un día aunque los sentimientos y arrepentimientos siguen intactos, así como la decepción que él sintió en su día.

En los primeros segundos todo parece ideal para los amantes del género. Dakota Johnson prestándose al acento británico, vestuario y escenografía perfectos, así como la táctica de conectar el personaje con la audiencia a través de la técnica de romper la cuarta pared. (Aunque esto no es precisamente original o novedoso, ya lo hizo Frances O’Connor en Mansfield Park de 1999). Hasta aquí todo maravilloso. Sin embargo, y de repente, el tono cambia a una especie de comedia romántica con el colorido visual y el tono moderno de Los Bridgerton.

Dakota Johnson como Anne Elliot en 'Persuasión'. Photo Credit: Nick Wall/Netflix © 2021
Dakota Johnson como Anne Elliot en 'Persuasión'. Photo Credit: Nick Wall/Netflix © 2021

Lo notamos en el cambio de la música y la inclusión de personajes negros dentro de la trama a la par social de los protagonistas -cuando en el siglo XIX todavía existía una exclusión importante en la sociedad aristócrata británica-. Y si bien algunas secuencias y personajes pueden darnos a entender que se podría tratar de vecinos, amigos o incluso sirvientes, el personaje de Lady Russell lo deja claro. Se trata de una dama de la alta sociedad, madrina de Anne, que valora el rango social y es instrumental en persuadirla para cancelar la boda con Wentworth por su falta de riqueza. Pues en la película aparece siendo interpretada por la actriz nigeriana Nikki Amuka-Bird, así como hacen en Los Bridgerton aportando igualdad racial a toda la aristocracia.

Además, vemos que el otro candidato romántico es interpretado por el británico con ascendencia malaya, Henry Golding. Pero también somos testigos del uso de una palabra que denota modernidad y nos saca del contexto de época.Ahora somos peores que exes, somos amigos” dice el personaje de Anne, lamentando el romance inexistente con el capitán. Sin embargo, la historia en la novela transcurre en 1806-1813 y según el sitio web Dictionary, la palabra ‘ex’ como sinónimo de una antigua pareja está registrada como utilizada por primera vez alrededor de los años 1820/30s. No obstante, en aquella época el noviazgo era casi inexistente. Sobre todo en la alta sociedad, donde conviven estos personajes, y donde las parejas se comprometían y se casaban, o cancelaban el compromiso, sin referirse a amores del pasado como ‘exes’.

Claro que no tiene nada de malo que incluyan personajes negros, ni tampoco intento criticarlo como un detalle negativo. Cualquier tipo de representación diversa siempre es bienvenida, sino que destaco que lamentablemente sabemos de sobra que la inclusión que hace Los Bridgerton dentro de la alta sociedad británica es un ejemplo de libertad creativa. La exitosa serie creó un pasado paralelo donde la comunidad negra escala en igualdad en el Período Regencia gracias a una reina negra sentada en el trono. Y si bien el personaje está inspirado en la reina Carlota de Inglaterra, que según varios historiadores tenía ascendencia negra, nunca fue valorado o destacado como cambio político y social en su época.

Nikki Amuka-Bird como Lady Russell, Dakota Johnson como Anne Elliot en Persuasión. Cr. Nick Wall/Netflix © 2022
Nikki Amuka-Bird como Lady Russell, Dakota Johnson como Anne Elliot en Persuasión. Cr. Nick Wall/Netflix © 2022

Tampoco tiene nada de malo que Henry Golding interprete al otro candidato en el triángulo amoroso de la historia, pero tras el éxito de Los Bridgerton enseguida me hace pensar que han optado por beber de su estilo, dando un giro a las páginas de Jane Austen y enfadando a los fans de la novela en el camino. Así es, existe un buen puñado de comentarios críticos a raíz del lanzamiento del tráiler en Twitter.

Repito, toda esta inclusión no tiene nada de malo. Y si la directora Carrie Cracknell quería justamente hacer una modernización con representación diversa, estupendo. Sin embargo, tras el éxito global de Los Bridgerton no parece aportar originalidad ni sensación de ofrecernos una visión nueva o diferente en igualdad y diversidad, sino más bien una imitación.Y por eso, que una apuesta de Netflix retome tantos elementos que recuerdan a Los Bridgerton me lleva a preguntar si la exitosa serie se habrá convertido en referente para las historias de época dentro de la casa. Es decir, ¿todo aquello que sea romance épico debe ser modernizado para intentar repetir el éxito? Pues, personalmente y como amante del género, esta sensación de déjà vu hizo que se me quitaran un poco las ganas.

Y no porque no me guste Los Bridgerton, es más, disfruté la segunda temporada mucho más que la primera (incluso la volví a ver un par de veces), pero temo que el éxito descomunal de la serie haya servido como punto de partida para las siguientes adaptaciones de clásicos de época. Y, en consecuencia, ahora veamos un clásico de Jane Austen que nos recuerde más a la ficción que propone Los Bridgerton, y no nos permita identificar la magia literaria de la escritora británica sin accesorios añadidos para llamar la atención masiva.

Y es que la diferencia radica en que las novelas de Julia Quinn, y que dan existencia a Los Bridgerton, ya tienen un tono que permite dichas libertades coloridas y diversas que le dieron su punto de originalidad. Mientras que los clásicos de Jane Austen ya eran obras adelantadas a su tiempo, dramas románticos que no necesitan modernización en extremo para apreciarlos en todo su esplendor.

Es probable que al modernizarla como aparenta el tráiler consigan cautivar a los fans de Los Bridgerton. Pero ¿conseguirán lo mismo con los fieles del género? Habrá que verlo el 15 de julio para salir de dudas.

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