Persigue policía yucateca a prostitutas

Las asociaciones civiles Indignación, Promoción y Defensa de los Derechos Humanos (Indignación) y la Unidad de Atención Sicológica, Sexológica y Educativa para el Crecimiento Personal (Unasse) denunciaron detenciones arbitrarias, persecución, extorsión, amenazas, hostigamiento, robo e incluso actos que podrían considerarse como tortura en contra de trabajadoras sexuales.
Señalaron que el día 10 de agosto, la Policía Municipal de Mérida detuvo de manera arbitraria a 8 trabajadoras sexuales que laboraban por el rumbo de San Cristóbal, en el centro de la ciudad de Mérida. El argumento utilizado por la policía municipal fue que “no estaban guardando la distancia y por cometer disturbios”.
Indicaron que posterior a su detención y traslado a las instalaciones de la Policía Municipal, donde fueron privadas de su libertad, les quitaron la ropa, a una de ellas una policía le introdujo un dedo, además de tomarles fotos y grabarlas, mientras recibían burlas de los elementos policíacos.
Señalaron que además de la detención ilegal y de recibir tratos crueles, inhumanos y degradantes, a las trabajadoras detenidas les robaron dinero.
Un operativo similar fue realizado el 12 de agosto cuando la Policía Municipal detuvo a 7 trabajadoras sexuales en las mismas inmediaciones del Parque de San Cristóbal.
Según testimonios de una de ellas que logró escapar y refugiarse en un supermercado, este tipo de operativos se han dado casi a diario, pues la Policía Municipal las persigue, las insulta, les dice “pinches putonas”, “que se dediquen a otra cosa” las extorsiona y las detienen bajo el argumento de estar cometiendo disturbios.
En Mérida, por disposiciones municipales desde septiembre de 2019, está prohibido ejercer la prostitución en la vía pública, a pesar de que es una violación a los derechos humanos.
En este sentido, Indignación y Unasse, reiteraron que el trabajo sexual debe ser entendido como un trabajo no asalariado, por ello, no puede ser calificado simplemente desde un punto de vista moral, pues actualmente se ejerce dentro de un contexto de discriminación, violencia, inseguridad, abuso, falta de oportunidades y acceso a derechos.