Así trata el pequeño comercio de plantar cara a Amazon

“Ama tu zona: compra en tu barrio y que el que te sonría sea tu vecino”. Seguro que has visto este eslogan en el escaparate de alguna tienda cerca de tu casa o en redes sociales. No está claro quién lo diseñó, pero la imagen se ha hecho viral en cuestión pocas semanas. ¿Su objetivo? Invitar a la gente a apostar por el comercio local y comprar menos a los gigantes tecnológicos.

Durante los meses de confinamiento domiciliario, los negocios tuvieron que apañárselas como pudieron para seguir operativos. Muchas tiendas de alimentación de barrio adoptaron el servicio de reparto a domicilio por primera vez, a fin de seguir abasteciendo a sus clientes habituales. Algunas incluso pusieron en marcha sistemas de recepción de pedidos a través de ‘apps’ de mensajería como Whatsapp o Telegram y facilitaron el pago por Bizum para minimizar el contacto social.

Sin embargo, para gigantes como Amazon o AliExpress, adaptarse a la pandemia ha sido ‘pan comido’, puesto que su negocio ya era 100% online desde antes. De hecho, incluso se podría decir que las tecnológicas han salido reforzadas por la pandemia. La compañía de Jeff Bezos superó sus expectativas con unos beneficios netos que se duplicaron en 2020 para llegar a los 21.331 millones de dólares.

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Hombre sujetando una bolsa de la compra de tela llena de frutas y verduras. Al fondo pueden verse varios puestos de fruta.
Durante el confinamiento, algunas tiendas de barrio pusieron en marcha sistemas de recepción de pedidos a través de ‘apps’ de mensajería como Whatsapp o Telegram y permitieron a los clientes pagar por Bizum. Getty Creative.

Sin embargo, de acuerdo con datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), las ventas minoristas disminuyeron un 7,1% de media en 2020. La alimentación ha sido la que mejor ha resistido, con una subida media del 0,2%, pero el resto se ha desplomado un 10,9%. Durante el mismo ejercicio, desaparecieron cerca de 70.000 empresas, la mayoría de menos de 50 trabajadores.

¿Se puede realmente competir contra Amazon?

Comprar en plataformas como Amazon o Aliexpress tiene sus ventajas: es cómodo, rápido, no implica salir de casa y puede resultar hasta más económico. Además, estas nos ofrecen multitud de productos singulares que probablemente no podríamos encontrar en tiendas físicas. Por otro lado, también es cierto que, cuando compramos por internet, tenemos que esperar cierto tiempo antes de recibir nuestro pedido, un tiempo que suele oscilar entre uno o dos días y un mes.

Las tiendas locales, aunque a priori puedan parecer menos ‘modernas’, lo cierto es que también pueden ofrecernos una gran variedad de artículos únicos que no podríamos encontrar en centros de venta al por mayor. El encanto de estos locales y el trato personalizado son importantes factores que juegan en detrimento de las grandes tecnológicas.

Que el personal de la tienda sepa lo que te gusta es siempre un incentivo para comprar en el barrio y no en una gran superficie. Además, en el caso de tener que devolver un artículo, siempre resulta más fácil hacerlo en una tienda pequeña.

La cuestión es: ¿se puede realmente competir con los gigantes del ecommerce? La respuesta es sí. La clave reside en utilizar estrategias diferenciadas para el comercio local y para las grandes plataformas del comercio electrónico.

Armas para luchar contra los gigantes de Internet

Por un lado, se podría imponer una ‘tasa Amazon’ para fomentar el consumo en pequeños negocios. El Ayuntamiento de Barcelona ya barajó esta posibilidad el año pasado y pidió abiertamente a sus habitantes que no comprasen en Amazon durante la campaña de Navidad, argumentando que no tributa en España y no aporta ningún valor añadido en la ciudad. Además, es una manera de que los ciudadanos contribuyan a la creación de puestos de trabajo.

Por otra parte, las pequeñas y medianas empresas pueden, por ejemplo, abrir una página web propia, promocionarse a través de las redes sociales o participar en un ‘marketplace’ (mercado en línea) provincial.

Una clave importante podría residir en la especialización, sobre todo, en caso de comercios que se dediquen a la venta de productos culturales. Los amantes de la música o del cine siempre preferirán acudir a un lugar que ofrezca sus discos o películas favoritos, ordenados, acotados, y valorarán el ser atendidos por alguien que ‘entienda del tema’.

La digitalización, que tanto ha beneficiado al desarrollo de negocios en el plano digital, también puede ser de gran ayuda para los comercios de barrio. Evidentemente, esto no quiere decir que no podamos comprar nunca más a los grandes el e-commerce, pero sí debemos tratar de encontrar un equilibrio entre ambas opciones. El objetivo es que comprar en las tiendas ‘de toda la vida’ se ponga otra vez de moda.

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