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Mi peor momento: Salma Hayek y el momento en que no pudo decir su diálogo en el orden correcto

"Honestamente, en cierto momento no iba a hacer la primera película", dijo Salma Hayek sobre la cinta de 2017 "The Hitman’s Bodyguard" y su papel como la amante de Samuel L. Jackson y una mujer que sabe cómo manejar una escena de acción y una frase. En última instancia, fue el coprotagonista Ryan Reynolds quien logró conquistarla con la promesa de moldear el personaje a su gusto: "Ryan dijo: 'Vamos, será divertido. Aunque no tenga escenas contigo te ayudaré a idear algo, no te arrepentirás'. Y así fue, me dieron mucha libertad con el personaje".

Ahora el trío formado por Hayek, Jackson y Reynolds se reúne para la secuela, "The Hitman’s Wife’s Bodyguard", con el papel de Hayek reforzado de forma significativa. Y, de nuevo, se le ha dado cierto protagonismo al personaje. "Para mí era importante que no le cambiáramos la edad. En las películas de acción, los hombres pueden envejecer, pero esta es una de las pocas veces que se ve a una mujer de mediana edad como protagonista de una película de acción. No es algo habitual, pero me salí con la mía".

Los momentos más destacados de la carrera de Hayek son íconos de la cultura pop, como películas como "Desperado" y el biopic "Frida" (por el que fue nominada al Oscar) y comedias de televisión como "30 Rock" y "Ugly Betty".

Cuando se le pidió que compartiera uno de los peores momentos de su carrera, dijo: "Te contaré una historia de cuando estaba empezando y tuve una gran oportunidad interpretando un papel junto a Matthew Perry en una película llamada 'Fools Rush In'". La comedia romántica de 1997 trata de una aventura de una noche que desemboca en un embarazo y una relación duradera.

Mi peor momento...

"Esta película fue un gran avance porque no había papeles protagonistas latinos (en Hollywood), así que esto fue como un diamante. Algo tan difícil de encontrar. Y significó el mundo para mí. Matthew en ese momento estaba en 'Friends', que fue un gran éxito, y tuve mucha suerte de actuar junto a él.

"El director (Andy Tennant) estuvo muy contento con mi trabajo. Siempre me gusta crear mis personajes y proponer un montón de ideas y chistes y líneas –siempre he sido así– y él fue generoso y me dejó hacer lo mío. Así que me sentí muy bien conmigo misma.

"Entonces, un día estábamos grabando en el Gran Cañón y hacía mucho calor, yo estaba muy cansada. Y soy muy disléxica. Creo que también estaba probablemente deshidratada, así que la dislexia me afectó. Era una escena muy importante en la que tenía muchas líneas. Y lo que sucedió fue increíblemente aterrador, porque no olvidé mis líneas, simplemente nunca las dije en el orden correcto.

"Ni siquiera recuerdo de qué trataba la escena, estaba tan traumatizada. Creo que decía algo sobre hot dogs, pero era una escena muy significativa con un montón de líneas sobre que nos quedáramos en Las Vegas en lugar de que él volviera a Nueva York. Los hot dogs eran de Gray's Papaya, así se llamaba el restaurante, y eran sus favoritos –ahora me acuerdo, porque teníamos que comer algunos de los hot dogs– y ni siquiera pude decir 'hot dogs de Gray's Papaya', dije 'Papaya hot dog Gray’s'. Simplemente mezclando todo.

“Y la presión iba en aumento, con una, dos, tres, cuatro, cinco tomas. También para Matthew. Me sentía muy mal porque hacía mucho calor. Diez tomas. Once tomas. Ahora quiero llorar y me preocupa que a alguien le dé un golpe de calor.

"(Para contextualizar:) Ya estaba traumatizada por el reto de que todo el mundo (en Hollywood) criticara mi acento y dijera: 'Nunca triunfarás en esta ciudad porque tienes acento'. Así que ya tenía un problema con eso. Ahora están descubriendo que tengo dislexia. Y ahora estoy descubriendo que hay una determinada circunstancia de estrés y calor y deshidratación –en ese momento no sabía lo que era– en la que mi cerebro no me funciona. Donde no puedo contar con él. Y por mucho que lo intente, no puedo superarlo. Estoy decepcionando al director, al productor y a mi coprotagonista, a quien estoy poniendo en peligro por el calor.

"Simplemente no pude lograr la escena. El director y todo el mundo me apoyó, pero realmente destruí el día. Y el pobre Matthew, que es muy blanco y encima estábamos al sol.

"Intentaba mantener la calma y no derrumbarme, pero por mucho que intentara concentrarme no podía poner las palabras en orden. Decía las palabras, pero no tenían ningún sentido. Me sabía mis líneas, no es que no las estudiara. Pero mi boca no las decía en el orden correcto.

"Recuerdo que en ese momento pensé: Tengo que encontrar otra profesión. Si esto vuelve a ocurrir, no puedo ser actriz. Y estaba empezando mi carrera, así que la presión era terrible. En un momento dado, sentí que me iba a desmayar y todo se volvió negro.

"Al final, encontramos una forma de hacerlo en la que me concentraba en las escenas por partes".

¿La experiencia sacudió su confianza?

"Esto pudo haberme marcado para siempre. Y ya tengo miedo escénico.

"Al día siguiente, bebí mucho líquido y estuve bien. Pero sé que esto pudiera volver a ocurrir. Y sucedió muchos, muchos años después. No hasta ese punto. Pero estaba muy cansada y tenía que decir muchas palabras técnicas y me costó unirlas. Fue en una película llamada 'The Hummingbird Project' (de 2018, sobre el comercio financiero y la bolsa de valores) y estaba muy cansada y con jet-lag.

"Pero esta vez fui más madura. Y al final, las líneas eran demasiado técnicas y no usaron ni mitad de esa escena, pero la superamos y me sentí orgullosa de mí misma. Aunque la primera vez me traumé, esta segunda vez lo viví con más madurez y fui capaz de superarlo y salir adelante."

La lección...

"Nunca hay que darse por vencido. Y no hay nada que no podamos superar".

"El miedo a decepcionar a la gente fue probablemente lo que me impactó más que el sol. En ese momento, sentir que estaba decepcionando a la gente lo volvió peor.

"Pero con el tiempo, con la experiencia, con una vida diferente y un montón de cosas a mis espaldas, la segunda vez que ocurrió me dije: 'Ok, lo superaré'. Y lo hice".