Pekín quiere que Shenzhen sea la vidriera de su poder económico

PEKÍN.- Tras la amenaza militar, la amenaza económica del gigante comunista: China anuncia un plan de desarrollo de la metrópolis de Shenzhen, interpretado como una manera de arrojar sombras sobre la vecina Hong Kong, donde prosiguen las manifestaciones en protesta contra la influencia de Pekín.

Situada a las puertas de la excolonia británica, Shenzhen es considerada una buena alumna a los ojos del régimen comunista, en comparación con Hong Kong, donde centenares de miles de personas desfilaron el domingo pasado una vez más para denunciar al ejecutivo pro-Pekín.

El gobierno chino adoptó ese mismo día una directiva cuyo objetivo es hacer de Shenzhen una vitrina del "socialismo a la china", al que quiere hacer figurar en 2025 "al tope entre las ciudades del mundo, en términos de poder económico y calidad de desarrollo".

Antes de 2035, la ciudad "ocupará el primer puesto mundial" en términos de competitividad global, afirma el documento, publicado anteayer en los medios chinos.

En sus orígenes una simple aldea de pescadores, Shenzhen ha experimentado un desarrollo vertiginoso en los últimos 40 años, usufructuando su estatuto de "zona económica especial", para atraer inversiones hongkonesas y exportar hacia el territorio vecino.

Progreso

Shenzhen atrajo industrias sobre todo tecnológicas, así como a una mano de obra joven y calificada proveniente de todo el país. Actualmente, la ciudad cuenta con más de 12 millones de habitantes, contra los 8 millones de Hong Kong. El PBI en ambas ciudades se ha vuelto equivalente.

La prensa china no ha dejado de establecer la correlación entre el desarrollo esperado en Shenzhen y el riesgo para Hong Kong si continúa la agitación.

El proyecto del gobierno hará de Shenzhen "un lugar mejor respecto de su vecino Hong Kong, donde dos meses de manifestaciones radicales han echado sombras sobre el rol de la ciudad como centro financiero internacional", destaca el diario chino en inglés Global Times.

"Si Hong Kong aún no está preparada para aprovechar su oportunidad de participar en el desarrollo del país, el suyo será muy limitado en el futuro, mientras que Shenzhen avanzará a gran velocidad", declaró -con un tono deliberadamente nacionalista- un experto citado por el diario.

Frente al movimiento contestatario en Hong Kong, China ha hecho planear en los últimos días la amenaza de una intervención armada en el territorio semiautónomo al desplegar en la frontera tropas y vehículos blindados del ejército chino.

La prensa oficial difundió videos que muestran convoyes militares dirigiéndose a Shenzhen.

Sin embargo, los expertos estiman que Pekín podría renunciar a una intervención militar, puesto que pondría en riesgo el estatuto de centro financiero mundial de Hong Kong, del cual China es el primer beneficiario.

Atraer a los extranjeros

El documento elaborado por el gobierno central no explica para nada cómo China planifica acelerar el desarrollo de Shenzhen.

La directiva se pronuncia a favor de un sistema de entradas y salidas "más abierto y cómodo" en la frontera entre Hong Kong y Shenzhen. A pesar de su retrocesión a China en 1997, Hong Kong continúa siendo un territorio separado.

Se alentaría a los residentes extranjeros a instalar empresas de alta tecnología en Shenzhen, un potencial medio para buscar ocupar la dimensión internacional de Hong Kong.

Shenzhen ya está en el centro del proyecto chino de crear una gran zona económica alrededor del estuario del Río de las Perlas, que comprende a Hong Kong, la excolonia portuguesa de Macao, así como a la provincia de Guangdong, que integran Shenzhen y Guangzhou. Esta región cuenta con más de 70 millones de habitantes.

No obstante, las recientes tensiones podrían frustrar este proyecto.