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Países del ALBA cierran filas en torno a Venezuela, abogan por derogatoria de sanciones de EEUU

Por Eyanir Chinea y Nelson Acosta CARACAS/LA HABANA (Reuters) - Los países izquierdistas latinoamericanos agrupados en el ALBA cerraron filas el martes en torno a su aliado Venezuela y en contra de Estados Unidos, al tiempo que solicitaron la derogatoria del decreto que proclama al país sudamericano como una amenaza en contra de la seguridad de Washington. Presidentes, jefes de Estado y representantes de los gobiernos que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) también abogaron por tender rutas diplomáticas que normalicen las relaciones, trastocadas tras la decisión de Washington de sancionar a funcionarios venezolanos y calificar a Venezuela como un riesgo. "Hemos venido aquí a cerrar filas con Venezuela y con el ALBA", zanjó el presidente cubano, Raúl Castro, principal aliado de Venezuela en el bloque, durante una reunión extraordinaria del grupo en Caracas. Las naciones acordaron llevar una declaración conjunta en este sentido a la próxima Cumbre de las Américas que se realizará en Panamá. El canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, expresó también en la reunión: "Tenemos que salir con un mensaje claro, un mensaje de repudio a la política injerencista de Estados Unidos, del imperialismo y de su agresión. Debemos exigir la inmediata derogatoria del decreto ejecutivo, no sólo rechazarlo". Estados Unidos firmó la semana pasada una orden ejecutiva para sancionar a siete funcionarios y militares venezolanos acusados por corrupción o violaciones a los derechos humanos y, aunque ha insistido en que no afectan ni al país ni a su economía, el Gobierno de Nicolás Maduro aduce estar bajo amenaza de invasión. "Se nos está agrediendo a Venezuela, no tiene otro nombre", dijo el presidente Maduro, quien pidió a sus aliados fungir como un "escudo protector" contra su enemigo ideológico. El Gobierno del presidente Barack Obama, que ha rechazado las acusaciones de Maduro, expresó preocupación por la intimidación en Venezuela sobre los adversarios del presidente y exigió la liberación de los "presos políticos". Los cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), otro bloque regional, también solicitaron a Estados Unidos la derogatoria de la declaración. Con el fin de defenderse contra la "amenaza imperialista", como la califica el Gobierno venezolano, la Asamblea Nacional otorgó el domingo a Maduro poderes especiales para legislar hasta el fin del año, una medida tildada por los opositores como un secuestro del poder legislativo. EN CONTRA DE EEUU Los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Nicaragua, Daniel Ortega, además de jefes de Estado y representantes de Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda, Surinam y Santa Lucía -también presentes en la reunión- mostraron una posición homogénea en contra de las medidas de Estados Unidos. Cuba, a pesar de estar incurso en un proceso de negociación para restablecer las relaciones diplomáticas con Estados Unidos y poner fin a más de medio siglo de hostilidades, salió en defensa de su principal aliado. "La arbitraria, agresiva e infundida orden ejecutiva (...) demuestra que Estados Unidos puede sacrificar la paz y el rumbo de las relaciones hemisféricas y con nuestra región, por razones de dominación y de política doméstica", agregó Castro. Las sanciones colocan a Venezuela como el primer adversario ideológico de Estados Unidos en el continente, un estandarte que durante décadas ostentó el Gobierno comunista de Cuba hasta que Washington y La Habana anunciaron el deshielo de sus relaciones. En una columna publicada en la prensa estatal, el ex presidente cubano Fidel Castro dirigió un mensaje de apoyo a Maduro y elogió a las Fuerzas Armadas de Venezuela. "Haga lo que haga el imperialismo de Estados Unidos, no podrá contar jamás con ellas para hacer lo que hizo durante tantos años", destacó el líder comunista de 88 años. Los países caribeños destacaron que la próxima reunión de la Comunidad del Caribe (Caricom), el próximo 9 de abril en Jamaica, y a dónde está previsto que acuda el presidente Barack Obama, podría servir como un primer escenario para intentar dialogar por las atropelladas relaciones de los países. En tanto que la Cumbre de las Américas, que reunirá a 35 Jefes de Estado y de Gobierno el 10 y 11 de abril en Panamá, también podría abrir espacios para flexibilizar posturas como las actuales tensiones entre Venezuela y Estados Unidos. La cita hemisférica marcaría además el primer encuentro entre Castro y el presidente Obama, en un contexto regional. (Reporte de Eyanir Chinea en Caracas y Nelson Acosta en La Habana, editado por Gabriela Donoso y Silene Ramírez)