"No hay paz ni justicia en Chiapas": hermano del sacerdote asesinado
TUXTLA GUTIÉRREZ, Chis., diciembre 12 (EL UNIVERSAL).- El Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas entregó este miércoles post mortem la medalla Fray Bartolomé de las Casas al sacerdote tzotzil Marcelo Pérez Pérez, en un escenario de reclamos y exigencia de justicia y paz para Chiapas.
Romeo Pérez, hermano del cura asesinado, al margen del protocolo dijo que como familia están indignados porque no ven resultados y no hay justicia por el asesinato del religioso.
"No hay paz, no sólo lo digo por lo de mi hermano, sino por todo Chiapas. Los chiapanecos no tenemos ese privilegio de la justicia; solamente unos cuantos", reclamó.
"A los de bajos recursos no se les toma en cuenta y es peor si son indígenas. Somos ignorados y pisoteados, no somos considerados por el hecho de ser indígenas. Hay un clasismo y un racismo", manifestó.
La presea fue entregada en el teatro de la ciudad Hermanos Domínguez, a convocatoria del cabildo que a propuesta de la Comisión Estatal de Derechos Humanos el lunes estableció otorgar el reconocimiento a Marcelo Pérez, asesinado a balazos dentro de su automóvil el pasado 20 de octubre en San Cristóbal de las Casas.
La presea fue recibida por Miguel Pérez, padre de Marcelo, y su hermano Romeo. Ambos subieron al estrado donde estaban la alcaldesa Fabiola Ricci Diestel, regidores y Jorge Enrique Hernández, representante estatal.
Romeo expresó que resulta triste ver que en Chiapas se viven momentos difíciles. "En Chiapas la verdad está destrozada, no sólo nuestra familia, sino todo Chiapas".
"No hay oídos del gobierno", manifestó; del público salió el grito de " viva el padre Marcelo", "Justicia", "justicia".
Romeo recordó que, durante una peregrinación realizada en Tuxtla Gutiérrez, Marcelo pidió justicia y paz. La gente que iba con él no acudía armada, porque su hermano pedía la paz.
"Él dijo claramente que, por favor, el gobierno lo tomara en serio; así lo dijo. ¿Y qué hizo el gobierno?, Cerró los oídos, ignoró. No vale esa palabra", cuestionó.
Romeo lamentó esa parte de la realidad chiapaneca. "Hay familias que sufren y también se tienen muertos. En Pantelhó hay muertos y desplazados, pero no hay autoridad", denunció.
En su participación, el obispo de San Cristóbal de las Casas, Rodrigo Aguilar Martínez, dijo que el padre Marcelo fue un incansable defensor de los derechos humanos de personas que estuvieran en dificultad, especialmente de los pueblos indígenas de Chiapas, pero "sensible y atento a la realidad de todos los indígenas del país y del continente".
El también administrador apostólico de la arquidiócesis de Tuxtla Gutiérrez resaltó que el sacerdote originario del municipio de San Andrés Larraínzar reconocía que su vida valía menos que la paz con verdad y justicia.
"Aunque la Fiscalía de Chiapas lo había culpado de delitos y girado una orden de aprehensión en su contra y de otros 12 indígenas, entre ellos el catequista y candidato al diaconado permanente de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, Pedro Cortés López y el carpintero Diego Mendoza Cruz, en julio de 2022".
A ellos se les acusó de la autoría intelectual de la desaparición de 18 lugareños cometida el 26 de julio de 2021 en Pantelhó, "aunque nunca hubo pruebas", aclaró el obispo.
La orden de aprehensión contra e Marcelo no fue ejecutada, fue detenida pero no se retiró. Don Rodrigo Aguilar obtuvo "la gracia verbal pronunciada" por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador ante el exgobernador Rutilio Escandón Cadenas.
Aunque se reconoció la inocencia del sacerdote fueron detenidos "con violencia y llevan más de dos años presos Pedro y Diego", asentó el prelado.
El obispo enfatizó que en la Diócesis de San Cristóbal de las Casas "vemos un contrasentido de esta medalla cuando existen estos hechos".
Aseguró que como diócesis se anhela que se llegue a fondo sobre los autores materiales e intelectuales del asesinato del padre Marcelo y que los dos detenidos, que enfrentan "un juicio plagado de irregularidades, calumnias y mentiras", sean puestos en libertad.
Puntualizó que la medalla póstuma a Marcelo puede tener sentido si se reconoce su inocencia póstuma y la de Pedro Cortés y Diego Mendoza para que sean exonerados de todo cargo y liberados de inmediato.