Paulo Dybala hizo golazo y una asistencia y Leandro Paredes lo siguió con un penal a un ángulo en el 4-1 de Roma a Monza
Una semana positiva, con satisfacciones tanto en su vida de club como en el seleccionado, transitó Paulo Dybala, cuyo mayor martirio suele ser el de las lesiones musculares que le restan continuidad. Cuando su cuerpo lo acompaña y está en óptimas condiciones, como ocurre desde hace unas semanas, su capacidad futbolística lo acerca a logros destacados. Por ejemplo, que Lionel Scaloni lo incluya entre los convocados para los amistosos del seleccionado argentino en este mes, ante El Salvador y Costa Rica.
La Joya respondió a la citación con un golazo de tiro libre y una asistencia, en otra actuación iluminada en Roma, que es otro equipo desde el despido a José Mourinho y la inmediata asunción de Daniele De Rossi. El nuevo entrenador es del beneplácito del plantel, que acusaba un progresivo desgaste en la relación con el portugués. La situación de Leandro Paredes es bastante análoga a la de Dybala: recibió el llamado de Scaloni y este sábado clavó un penal en un ángulo superior en el 4-1 como visitante a Monza, por la 27ª fecha de la Serie A.
Dybala venía de marcar un hat-trick contra Torino el lunes pasado. En los últimos cinco encuentros, el cordobés hizo siete goles y una asistencia. Se quedó en blanco sólo ante Inter, el cómodo líder, contra el que casi nadie puede en el calcio. Con el partido 2-0, Dybala ejecutó de zurda un tiro libre que al pasar por arriba de la barrera empezó a caer hasta entrar junto a un poste. Un gol propio de su sello.
El Nº 21 del equipo de la capital de Italia suma 12 tantos (6 de penal) en el torneo, y se ubica en el cuarto puesto de una lista que encabeza Lautaro Martínez, con 23. Ya igualó su registro de la temporada anterior, cuando estaba bajo la conducción de Mourinho. Y se empieza a ver los frutos de una sociedad con Romelu Lukaku que tenía buenas perspectivas de funcionamiento por el potencial ofensivo de ambos. El belga se incorporó en este curso, tras romper relaciones en malos términos con Inter, club en el que el propio Lautaro fue uno de los que hicieron pública su decepción.
Lo más destacado de Monza 1 vs. Roma 4
Frente a Torino, Dybala había anotado tras un pase de Lukaku. Contra Monza se invirtieron los roles: el argentino, con una asistencia rasante desde la izquierda, habilitó la entrada y la definición del belga. La dupla empieza a redondear números interesantes. Por un lado, Lukaku suma 10 conquistas y por 11ª temporada consecutiva registra dos dígitos jugando para algún equipo de las cinco grandes ligas europeas.
Con la decena de Lukaku y los 12 de Dybala, Roma vuelve a tener, después de siete años, una pareja de ataque en la que los dos integrantes ostentan dos dígitos. No ocurría desde la 2016/’17, con Edin Dzeko (29) y Mohamed Salah (15). En la victoria de este sábado, el 1-0 fue puesto por Lorenzo Pellegrini.
Dybala, que tiene 30 años y llegó a Roma tras las insistentes llamadas que recibió de Mourinho, acumula en poco más de una temporada y media 31 goles y 14 asistencias en 64 cotejos. En el contrato hasta junio de 2025, su cláusula de salida hacia cualquier club de fuera de Italia es una tentación: pueden llevárselo con el pago de 13 millones de euros. No se conoce cuáles son las intenciones de la Joya, que encontró en Italia un medio en el que se siente cómodo: va a cumplir 12 años sumando sus etapas en Palermo, Juventus y Roma.
De Rosssi, en conferencia de prensa, refrendó la buena actualidad del cordobés: “Estamos contentos con su actitud diaria. Trabaja y le gusta hacerlo. Cuando se relaja, apoya a sus compañeros en el campo. Además de su profesionalismo y su condición física, está poniendo en juego su talento, que es diferente al de los demás”.
Con De Rossi, Roma obtuvo 18 de 21 puntos en Serie A y consiguió la clasificación para los octavos de final de la Europa League –se enfrentará con el Brighon de Valentín Barco y Facundo Buonanotte– al eliminar por penales a Feyenoord.
Paredes se afirma como volante central en el esquema 4-3-3, diferente al de Mourinho, que empleaba una línea de tres zagueros y doble pivote. El volante surgido en Boca se hizo cargo del penal ante Monza porque unos minutos antes había sido reemplazado Dybala, el primer ejecutor. Lo ejecutó con gran solvencia: alto y a un ángulo. Paredes dio a entender que se beneficia más con el estilo de juego de De Rossi: “Para mí es mejor cuando intentamos tener más la pelota. Puedo ayudar más al equipo. Contra Monza hicimos un buen partido, pero hay que seguir mejorando”.
El cotejo tuvo a un tercer convocado por Scaloni para la próxima serie de amistosos: el volante Valentín Carboni, que ingresó en Monza a los 21 minutos del primer tiempo por una lesión de Roberto Gagliardini. De 18 años, Carboni recibió el llamado al seleccionado en función de una posible presencia en los Juegos Olímpicos de París. Al final del partido, el hijo del ex mediocampista Ezequiel Carboni le pidió la camiseta a la figura del momento: Dybala.