Paula Kohan: "Quedé embarazada y a los 2 meses falleció mi papá. Fue muy duro"

Siempre acarició el sueño de ser mamá y ese deseo pronto se hará realidad porque Paula Kohan está embarazada de una niña que nacerá a finales de marzo próximo. "La maternidad es algo que estaba segura de querer vivenciar. Como mujer siempre deseé atravesar semejante milagro, con toda la fascinación que le encuentro desde que estoy embarazada, pero también con todas las contradicciones. Es un deseo muy genuino, pero que tampoco quise apurar. Con otras parejas que tuve siempre me pregunté si era el momento de ser madre y si estaba preparada y la respuesta era que todavía no. Sabía que iba a ocurrir con la persona indicada y en el momento justo, y lo sentí a mis 35 años y con Tomás Kalika", cuenta conmovida la actriz.

En diálogo con LA NACION, Paula Kohan abre su corazón y comparte sus sentimientos encontrados porque a los 2 meses de embarazo, atravesó un gran dolor por la muerte de su papá.

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-¿Por qué sentiste que la maternidad era con Tomás y no con otro? Estuviste muchos años en pareja con el productor de teatro Ariel Stolbier y no se dio.

-Con Ariel estuvimos 8 años juntos y nos casamos. Con él me imaginaba la maternidad, pero era muy chica. Lo conocí a mis 22 años, recién terminaba el Conservatorio Nacional y estaba con el foco y la energía puestos en crecer como actriz. Y como mujer tampoco estaba preparada. Después nos separamos, por esas cosas de la vida, pero Ariel para mí es familia, lo quiero mucho, es un gran ser humano y hay un respeto y un cariño inmensos. Después estuve de novia con otra persona durante 2 años y tampoco me imaginaba mamá hasta que un día conocí a Tommy, que es cocinero, en la Feria Masticar. Fue un flechazo lo que sentimos ambos. Él se había separado y tiene 2 hijos. Al poco tiempo sentí que él iba a ser el padre de mi hijo o hija.

-¿Y él también sintió ese deseo?

-Al mes y medio de conocernos, estábamos los 2 muy enamorados y sentí que era él. Un día lo senté, muy tranquila, y le dije que nos amábamos, que tiene 2 hijos y yo abrazaba todo lo que tuviera que ver con él, pero la realidad es que yo quería ser madre y necesitaba saber si él sentía lo mismo. Porque si no lo sentía era mejor cortar de raíz en ese momento. No tiene sentido estirar algo que yo sé que sentía y quizá él no.

-¡Te la jugaste!

-Me la re jugué y él me contestó: "Con vos todo".

-Decías que fue un flechazo mutuo...

-Convivimos hace un año más o menos y hace casi dos que estamos juntos. Sus hijos están con nosotros mitad de la semana y ahora nos mudamos a una casa en Tigre, unas semanas antes de la cuarentena.

-¿Ya sabés que es una nena?

-Sí, estoy de 19 semanas y la esperamos para el 29 de marzo. Tommy tiene 2 nenes así que llegó la nena y estamos todos chochos. La veníamos buscando y sucedió en este momento tan particular porque quedé embarazada y a los 2 meses falleció mi papá. Fue muy duro atravesar la despedida. Fue muy dolorosa y a la vez estoy en paz por haber logrado que se fuera sin dolor, en su casa y respetando sus deseos. Pero mi deseo era que mi papá pudiera conocer a su nieta y tuve que aceptar que ya no quería más. Se enteró de mi embarazo y se puso contento, pero cada vez que le sacaba el tema, él no quería saber de más. Yo sentía que si hablábamos de eso, a él le exigía seguir vivo para experimentarlo y es lo que no quería. Tenía 94 años pero estaba impecable antes de la cuarentena: lo que mató a mi papá es el encierro. Es muy fuerte para la gente mayor que es activa y tiene una rutina. Más allá del virus, se marchitó anclado en su casa sin su independencia, su cafecito, su gimnasia, sus amigos. Yo iba tres veces por semana y mis hermanos también, pero quizá no era suficiente.

-Debe haber sido difícil transitar por esas emociones opuestas.

-Sí, pero estoy muy bien rodeada de afecto, de mi psicoanalista y de mucho trabajo personal que me hizo despedirlo bien. Estuve hasta el último segundo con mi papá, lo acompañé con mis hermanos y la tristeza es muy grande, pero tenemos la paz de haber hecho las cosas bien. Y que se haya ido sin dolor es lo que más tranquilidad me da.

Es muy dificultoso escribirte unas palabras papá. Todos estos días desde que te fuiste evadí encontrarme con este momento tan necesario de homenajearte. Sin dudas porque cuando te pongo en palabras la ausencia de tú cuerpo físico se hace tan pero tan descarnado que se vuelve desgarrador. Hoy puedo terminar de dimensionar cada uno de esos mensajes amorosos y llenos de nostalgia cuando me decían "abrazálo mucho, daría cualquier cosa por volver a tenerlo". Yo tomé cada uno de esos consejos de gente conocida y desconocida todos estos años, porque vislumbré que cada mimo no transmitido iba ser un ladrillo en mi alma. Fueron 15 años de reparar para poder construir. Recuerdo alrededor de mis 19 años cuando te miré decidida a esa aventura desafiante juntos. Te necesitaba. Quería mucho tenerte y vos querías mucho que yo quiera tenerte de manera firme y constante. Sin intermitencias. Sin intermediarios. Sin obligaciones. Vos sabes y yo sé que nos despedimos sin deudas y esto, quizás, sea lo único que me puede dar la paz necesaria para transformar tanta tristeza en amor. Mantra Tiempo Tiempo Tiempo Tiempo Cadena de llamados, amigos entrañables de TODA las edades, todos los oficios se hicieron presentes en tu partida, porque así eras vos, un amigo en cada esquina. Por lejos tu cualidad más sobresaliente: cosechar amigos y honrar la vida. Uno me dijo: "para nosotros un faro". Miércoles 2 de septiembre de 2020 Yo "Papá te quiero mucho......... Papi, te quiero mucho" Él "Ya me lo dijiste", sonrisa cómplice. Yo "Papi, me queres?" Él "Nada", sonrisa cómplice. Los dos Carcajadas. Viernes 4 de septiembre de 2020 Antes de morir me pediste un bocadito. Esperabas los bizcochitos 9 de oro de todas del costado de la cama y te sorprendí con el tan aclamado sándwich de miga de atún de los 2 Escudos. Nuestro fetiche. Jamás me voy a olvidar tu gesto cuando tu boca descubrió mi última sorpresa. Tus ganas de comerte la vida a menos de dos horas de partir. Ese bocado de sabrosa vitalidad hasta tu último suspiro. Esa sabiduría y lucidez de elegir cómo irte de este mundo: ponerte cómodamente de costado y encontrar el descanso eterno tan deseado. Sin dolor. En tu casa rein

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-La maternidad debe remover muchas cosas de tu infancia. Alguna vez contaste que tus padres viajaban mucho por trabajo y que te crió una mujer a la que sentís como una mamá de corazón.

-Apenas quedé embarazada me sentí plena y feliz por la noticia, pero también me invadieron muchos temores. Pensaba en mi independencia, en la libertad, en que ahora alguien va a depender cien por ciento de mí. Son miedos que todavía afronto y me parece que es sano poder expresarlos. Creo que tengo mucho que aprender, que elijo de quién aprenderlo y que hay muchas cosas que no entiendo y es cuestión de tiempo atravesarlas y experimentarlas. Mi mamá y Julia, que fue como mi mamá del corazón, me ensañaron cosas diferentes y cada una me dio lo suyo y a las 2 les estoy agradecida. Seguro la impronta de esas 2 mujeres va a tener mucho de lo que voy a dar y de lo que no voy a dar como mamá porque tengo mi propia mirada también.

-¿Cómo te sentís hoy?

-Al principio estuve bastante revuelta, hormonalmente a 220. Era un torbellino de emociones y a eso se sumó la muerte de mi papá. Era un combo muy fuerte y la cuarentena me golpeó mucho porque soy una persona que ama la libertad, soy muy sociable e independiente. Era una bomba de tiempo. Ahora estoy mucho mejor y trabajando, lo que me equilibra un montón. Además de ser actriz, hace años que trabajo en el área comercial cerrando acuerdos entre personajes muy conocidos y marcas. Cuando empezó la cuarentena tenía proyectos para hacer teatro y también algo para Disney y, claro, todo se pausó por ahora.

-Durante algunos años tuviste una marca de ropa con Celeste Cid, pero hace unos meses cerraron la pyme y también cortaron la amistad, ¿volviste a hablar con ella?

-Pudimos cerrar la marca antes de la pandemia, lo cual agradezco muchísimo porque hubiese sido una carga enorme para una pyme. Del tema prefiero no hablar y sólo decir que tuvimos muchas diferencias en cuanto al rumbo de la marca y cómo hacer las cosas y preferimos no continuar con la relación ni con la marca. No tengo más para decir sobre eso.

-Entiendo, hoy tenés el foco puesto en tu embarazo. ¿Cómo te preparás para el momento de tener a tu beba en brazos?

-Estoy leyendo tres libros en simultáneo, relacionados a la maternidad, pero todos con miradas muy diferentes. Entreno tres veces por semana sola en mi casa, ya tengo una rutina. Tomo clases de gimnasia para embarazadas con grupos de reflexión también, a cargo de Vicky Seguí que es una doula y enseña a darle especio al bebé. Hago meditación todos los martes desde hace ya un año y medio, con un grupo de El arte de vivir. Hago psicoanálisis desde hace muchos años con Eva Puente, que es un ser de otro planeta [se ríe] que mezcla el psicoanálisis y la espiritualidad y me parece imbatible. Hay una frase que ella me mostró y que me ayudó mucho: la verdad una vez despierta nunca volverá a dormirse. Ella despertó todas las verdades, hasta las más incómodas, y yo siento ahora que mi vida se hace más verdadera y vital. Es un camino increíble. También hice un cambio en la alimentación y no consumo harinas blancas, ni lácteos ni azúcar blanca, tampoco edulcorantes.

-¿Quién cocina en casa?

-¡Tommy! Es el cocinero más exquisito del mundo. Yo no pelo ni una papa. Sé que es una vergüenza lo mío, pero hago otras cosas.

-Pensaban casarse este año, ¿postergaron la boda o la descartaron?

-Me propuso casamiento y le dije que sí, así que queremos festejar y bailar mucho y la fiesta será cuando pase la pandemia y nuestra hija pueda sumarse a la fiesta.

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