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‘Patria’, el apodo de la española que trabajó como espía para la URSS y colaboró en el asesinato de Trotsky

Nacida en Ceuta, en 1909, África de las Heras pertenecía a una importante y acaudalara familia (su padre fue alcalde de la ciudad que la vio nacer) y tuvo la oportunidad de viajar a Madrid a inicios de la década de 1930, pudiéndose sumergir en los ambientes políticos de izquierdas en la capital con la proclamación de la Segunda República el 14 de abril de 1931.

Sello conmemorativo de Rusia, en 2019, en honor a la espía española África de las Heras 'Patria' (imagen vía Wikimedia Commons)
Sello conmemorativo de Rusia, en 2019, en honor a la espía española África de las Heras 'Patria' (imagen vía Wikimedia Commons)

Su colaboración con el recién creado Partido Comunista de España la llevó a estar en primera línea en los actos que la organización política desarrolló en el país en los siguientes años, por lo que no tardó en ser reclutada, en 1937, por Leonid Eitingon, miembro del NKVD para que trabajase como agente en la agencia de inteligencia y espionaje soviética (antecesora de la KGB) siendo enviada a Moscú para recibir instrucción.

Conoció a Caridad Mercader y su hijo Ramón, quienes facilitarían las cosas para que África de las Heras le fuese asignado como primera misión el trasladarse a Noruega y entrar en los círculos de confianza trotskistas, logrando ser contratada como secretaria personal de León Trotski cuando el líder revolucionario se exilió a México.

Según apuntan numerosas fuentes, fue África de las Heras quien facilitó la información imprescindible para que en mayo de 1940 un grupo de hombres accedieran a la vivienda de Trotski e intentaran asesinarlo. Un primer atentado fallido que, tres meses después, fue llevado a cabo con éxito por Ramón Mercader, quien supo aprovechar la información facilitada por su compatriota.

Tas el atentado a Trotski, África fue sacada de México en un carguero, llegando a Moscú, donde le pilló de lleno la Segunda Guerra Mundial y colaborando en diversos trabajos (entre ellos de telegrafista) para el gobierno soviético.

Múltiples fueron los nombres y apodos que utilizó durante los siguientes años en los que trabajó como agente soviética: María Luisa de las Heras de Darbat,​ María de la Sierra,​ Patricia, Ivonne,​ María de las Heras​ o María Pavlovna, siendo el de ‘Patria’ su nombre en clave y con el que se la conocería (sobre todo durante los años en los que duró la IIGM y la década posterior).

Varios fueron los encargos recibidos y destinos a los que fue enviada en los siguientes años, pero una misión la que marcaría su carrera como agente soviética: seducir y casarse con el escritor e intelectual uruguayo Felisberto Hernández, con el fin de instalarse a vivir en Montevideo en 1948.

La capital de Uruguay, a finales de la década de 1940, se había convertido uno de los lugares más importantes de Sudamérica y Patria tenía el encargo de poner en funcionamiento una red de espionaje soviético que, posteriormente, debería ir extendiéndose por toda Latinoamérica.

Dos años después, en 1950, la pareja se separa, pero ella logra quedarse a vivir en Montevideo, donde había conseguido numerosos contactos sociales que le permitían moverse fácilmente por la capital uruguaya sin levantar ninguna sospecha.

Tras casi dos décadas en Sudamérica, en 1967 fue enviada de nuevo a Moscú, donde trabajaría para la KGB como formadora de nuevos agentes y llegando a alcanzar el rango de coronel.

Falleció en 1988 (a los 78 años de edad) habiendo recibido en vida algunos de los más altos honores del régimen soviético (entre ellos la Orden de Lenin, una de las más altas distinciones que se entregaron en la URSS). Fue enterrada en el cementerio Jovánskoie de Moscú y en la lápida aparece en ruso su rango y nombre real (Coronel África de las Heras) y en español su nombre en clave ‘Patria’.

Fuentes de consulta e imágenes: bbc/ elpais / abc / necropol / africadelasheras.com / Wikimedia Commons

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