FOTOS | El último adiós a Kobe Bryant por parte de los aficionados: murales, coches, fotos, tatuajes...

A cuál más emotivo. Si el homenaje formal de las estrellas de la NBA, lacrimógeno como se lo esperaba, o el del pueblo, el de los aficionados que teñidos de púrpura y amarillo rindieron honores en las calles a un ídolo como pocos de Los Ángeles, de la NBA, del deporte mundial. De un lado y del otro de las paredes del Staples Center, Kobe Bryant fue recordado con amor, con tristeza, con admiración, con consternación, por miles de ilustres e ignotos que gozaron su carrera de 20 temporadas en la mejor liga de báquetbol del planeta.

Lloró Michael Jordan y conmovió Vanessa Bryant, la viuda. Cantó Beyoncé, una fanática del 8/24. Calaron hondas las imágenes del crack con Gianna, su hija basquetbolista fallecida en el mismo accidente aéreo de 29 días atrás. Asombraron los hinchas que con creatividad y pasión volvieron a hacer de Los Ángeles una urbe laker, con mensajes, atuendos, flores, murales, peinados, oraciones.

Un auto descapotable enteramente pintado con los colores del equipo y con imágenes de Kobe y de Gianna llamó la atención circulando por el centro de Los Ángeles. Una entrenadora de 27 años que concurrió al Staples, como otras 20.000 personas, contó que, un día en que el conjunto al que ella dirigía se enfrentó con el de Gianna, había llegado a agradecerle a la estrella mundial en persona haber sido su inspiración para terminar dedicada a este deporte. Un tatuaje que cubría buena parte de una espalda honraba a Bryant... a los dos, Kobe y Gianna.

Pósteres en manos de los simpatizantes en las calles. Decenas de fotos del ex campeón enmarcadas, a la venta. Remeras negras con los números 2 (el de la adolescente) y 24 (el de los últimos 10 años de su papá en la NBA) separados por un signo de infinito...y el mismo mensaje, expresado de otra forma, en carteles caseros: "Kobe and Gianna for ever" ("Kobe y Gianna para siempre"). Gente que se tomaba fotos en pinturas callejeras de altísima calidad. Y muchos anteojos oscuros. Celebración y drama, en una jornada que jamás habría querido experimentar Los Ángeles.

El multitudinario homenaje, realizado un par de semanas después del entierro privado y casi un mes luego del accidente de helicóptero en Calabasasas, tuvo lugar en una fecha, 24 de febrero (24/2), que coincidió con los números que Kobe y Gianna lucían en sus camisetas. Se sabía que sería masivo, a tal punto que se había pedido que quienes no tuvieran entradas no deambularan cerca del estadio.

El Staples Center conocía de funerales populares. En 2009 había acogido el de Michael Jackson, y el año pasado, el del rapero Nipsey Hussle, asesinado en marzo. Esta vez, los asistentes pagaron hasta 224 dólares por presenciar el de los Bryant, con la particularidad de que la recaudación sería destinada a la Fundación Deportiva Mamba y Mambacita (así llamaban a Kobe y a Gianna), que lleva adelante programas deportivos y clínicas para jóvenes de zonas postergadas. Cada espectador recibió un programa de 24 páginas con fotos de Kobe y la familia, un prendedor morado y una camiseta negra con imágenes del papá y la hija.

"Es difícil en pocos minutos decir todo lo que implicó para el mundo, para la NBA y para los aficionados. Él es más grande que la vida. Y llevará años superar su muerte", había comentado Magic Johnson, antes del triunfo del domingo sobre Boston Celtics en el superclásico. La gloria y directivo de Lakers fue una de numerosas superestrellas que acudieron. Estuvieron Jerry West (gerente de la franquicia cuando ésta contrató a Bryant, en 1996), Phil Jackson, Kareem Abdul-Jabbar, Bill Russell, Pau Gasol, Steph Curry, Elgin Baylor, Dwyane Wade, Doc Rivers, James Harden, Byron Scott, Lamar Odom, Vlade Divac y Devin Booker, además del comisionado de la NBA, Adam Silver. Y la plana mayor de San Antonio Spurs: el gerente general R. C. Beauford, el entrenador Gregg Popovich, Tim Duncan, Tony Parker y Manu Ginóbili. Hasta el momento sólo una palabra pública se conoce del argentino respecto a la muerte de Bryant, "devastado", la que publicó en Twitter el día de la desgracia.

Estuvieron también Spike Lee, el rapero Snoop Dog, Kim Kardashian. Y Beyoncé, que cantó XO. "Amo a Kobe y ésta era una de sus canciones favoritas", apuntó la artista. Hubo un video de entrevistas de Kobe. También, una proyección de fotos familiares. La emoción tuvo un punto alto cuando Michael Jordan evocó a su "hermano pequeño": "Cuando Kobe Bryant murió, una parte de mí también murió. Y sé que también una parte de ustedes murió", manifestó entre lágrimas el ex astro de Chicago Bulls, que contó una infidencia: al inicio de su relación, Kobe, que lo tenía como ídolo, lo llamaba a cualquier hora, incluso de madrugada, para pedirle consejos. "Al principio era exasperante. Pero luego siempre conseguía sacar lo mejor de cada persona. Descansa en paz, hermano pequeño", añadió.

MJ ayudó a bajar del escenario a Vanessa, la viuda de Bryant y madre de sus otras tres hijas. "Él fue mi todo. Fue el marido más increíble. Nunca podré ver a mi niña caminar al altar, bailar con su papá. Que ambos descansen en paz y se diviertan en el cielo... hasta que volvamos a reunirnos algún día", enunció ovacionada, aunque a la vez se supo que había presentado una demanda judicial contra la empresa dueña del helicóptero.

Otro personaje especial en la vida de Bryant fue Shaquille O'Neal, que en contraste con aquellos años de chispazos entre ambos, terminó sosteniendo una buena relación con aquel compañero de tres anillos de NBA: "Siempre tuvimos un profundo respeto y amor por el otro. Tuvimos una compleja relación durante años. Pero Kobe fue un amigo leal. Mamba, te llevaron muy pronto", afirmó el ex pivote.

Alicia Keys interpretó en piano la sonata Claro de luna, de Beethoven. La misma que Kobe Bryant intentaba aprender a tocar para ofrecerla a su esposa. Algunos de los invitados hablaban de "paraíso". Por un rato, pareció estar una parte de él en el estadio.

Mientras, en otro estadio y otro día...