Partido Socialista español ahonda crisis mientras rebeldes buscan evitar terceras elecciones

MADRID (Reuters) - El estancamiento político de España sufrió su giro más dramático en nueve meses, después de que la principal formación opositora, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), se escindió en dos tras la dimisión en masa de varios dirigentes en un intento de sacar a su líder y evitar unas terceras elecciones nacionales. El pulso entre los socialistas, liderados por Pedro Sánchez, y el conservador Partido Popular (PP) -que obtuvo el mayor número de votos en las dos últimas elecciones generales, pero se quedó lejos de la mayoría necesaria para gobernar- ha frustrado hasta el momento los intentos de formar gobierno. Ante la posibilidad cada vez más cierta de una vuelta a las urnas en diciembre, los rebeldes socialistas buscan derrocar a Sánchez e intentar poner fin al estancamiento, incluida una potencial abstención en un voto de confianza para permitir que el presidente interino, Mariano Rajoy, siga en el poder. El miércoles renunciaron 17 de los 38 miembros de la directiva del PSOE -que ya contaba con tres integrantes menos- y pidieron a Sánchez que dimita. Los rebeldes aseguran que la directiva - el máximo órgano del partido entre congresos- debe disolverse para formar una gestora que administre el partido. Un congreso extraordinario debería elegir un nuevo líder pocas semanas después. "Ya no son la dirección de este partido, porque han dimitido ya la mitad más uno de sus miembros", afirmó a los periodistas Verónica Pérez, una de las dirigentes rebeldes, a la entrada de la sede central del PSOE en Madrid. "En este momento la única autoridad (..) soy yo", agregó. La facción rebelde, liderada según fuentes internas por la poderosa jefa del partido en la región sureña de Andalucía, Susana Díaz, afirma que quiere forzar la salida de Sánchez antes de la reunión convocada por éste para el sábado y en la que busca abrir una carrera sucesoria que aspira a ganar con el apoyo de la militancia de base. Sánchez ha recibido duras críticas por algunas de las figuras más influyentes del PSOE y por la prensa. El diario El País, que apoya tradicionalmente a los socialistas, lo calificó como un "insensato sin escrúpulos" en un editorial publicado el jueves en el que le exigió que dimita. (Editado en español por Carlos Serrano)