Partidarios de DeSantis reciben información sobre cómo planea vencer a Trump

Un día después que Ron DeSantis lanzó oficialmente su campaña presidencial, su principal encuestador se reunió el jueves con un grupo de recaudadores de fondos en un hotel de lujo de Miami para esbozar exactamente cómo planean derrotar a Donald Trump en la contienda por la nominación del Partido Republicano.

La presentación a primera hora de la mañana en el hotel Four Seasons de Miami estuvo encabezada por el encuestador Ryan Tyson y personal de la campaña. El equipo repasó datos sobre cómo pudieran ganar la nominación del partido: a saber, ganándose a los electores republicanos que buscan una alternativa a Trump y compitiendo ferozmente en las primeras primarias.

La reunión informativa estuvo cerrada a los periodistas, pero varios recaudadores de fondos hicieron comentarios después que salieron, convencidos de que es posible.

Entre los asistentes había una mezcla de estrategas políticos y cabilderos, ejecutivos del sector médico y urbanizadores, así como algunos políticos floridanos. En el público había grupos de estados clave como Nevada, así como grandes pesos pesados como California y Texas.

A primera hora de la tarde, DeSantis se presentó en la sala para saludar al grupo y estrecharles la mano. Unas horas más tarde, su esposa, Casey DeSantis, también pasó por ahí. Ataviada con un vestido verde sin mangas, habló con los partidarios mientras el gobernador hacía personalmente llamadas telefónicas a los donantes.

“Creo que la gente está entusiasmada. El gobernador vino y habló con todos. Estamos entusiasmados por estar aquí y entusiasmados por ayudar y llamar a nuestros amigos”, dijo el presidente de la Cámara estatal, Paul Renner, republicano de Palm Coast, quien hizo algunas llamadas telefónicas para recaudar dinero para la campaña.

A lo largo de la mañana y las primeras horas de la tarde, los asistentes al acto de DeSantis fueron vistos entrando y saliendo del vestíbulo del hotel, haciendo llamadas de recaudación de fondos a los donantes.

Roy Bailey, un destacado donante de Texas que fue copresidente del Comité Nacional de Finanzas del ex presidente Donald Trump en 2016, se paseó por el vestíbulo diciéndole a la persona que estaba al otro lado del teléfono: “Estoy en Miami con el próximo presidente de Estados Unidos”.

Algunos de los recaudadores de fondos llevaban gorras y chaquetas blancas con el nuevo logotipo de la campaña de DeSantis.

Entre los asistentes se vio a Jay Zeidman, ex asesor del presidente George W. Bush; Fred Whitaker, presidente del Partido Republicano del Condado de Orange, California; Richard Porter, miembro del Comité Nacional Republicano de Illinois; la ex senadora estatal Lizbeth Benacquisto, y Scott Wagner, vicepresidente del Distrito de Gestión del Agua del Sur de la Florida.

El ex jefe de personal de DeSantis, Shane Strum, que ahora es el presidente ejecutivo de Broward Health, también estuvo presente, al igual que Lewis Swezy, a quien un medio de noticias describió como “el urbanizador de más bajo perfil en el sur de la Florida”.

Durante la reunión de la mañana, el personal de la campaña se centró en gran medida en sus planes para dirigirse a los electores del Partido Republicano en los estados de nominación adelantada de Iowa, Nueva Hampshire, Nevada y Carolina del Sur, que son cruciales para que DeSantis convenza al resto de la nación que tiene el impulso para ganar la nominación del Partido Republicano.

Esos estados son tan prioritarios que DeSantis está planeando una gira de 12 escalas la próxima semana en tres de esos cuatro estados. A pesar de los rumores iniciales de que lanzaría su campaña desde su ciudad natal de Dunedin, su equipo anunció el jueves que el pistoletazo de salida está programado para el martes en Des Moines, Iowa.

Never Back Down, un superPAC que respalda a DeSantis, ya ha estado enviando correos brillantes a algunos de los primeros electores del estado. “Ron DeSantis: un ganador probado”, se lee en uno enviado en Nueva Hampshire, con una foto antigua de DeSantis bateando con su uniforme de béisbol. DeSantis fue un ávido jugador de béisbol tanto en las Ligas Menores como en la Universidad de Yale.

El superPAC también está planeando lanzar un plan que contempla llamar a la puerta de cada posible elector de DeSantis al menos cuatro veces en cada uno de los estados de las primarias anticipadas, informó el New York Times.

Mientras los recaudadores de fondos hacían llamadas de recaudación, en Miami, DeSantis tenía programado grabar una docena de entrevistas el jueves, dijo su campaña, la mayoría con presentadores de radio conservadores de todo el país. Las entrevistas, la mayoría de unos 10 minutos de duración, tocaron una serie de temas, como su mandato como gobernador y la situación en la frontera con México.

En particular, cuando se le preguntó en el programa vespertino de Matt Murphy sobre Trump, DeSantis ofreció una crítica más contundente de lo que ha hecho en meses, diciendo que el ex presidente se había movido a la izquierda en varios temas económicos y sociales.

“Le diré que no sé qué le pasó a Donald Trump. Es un tipo diferente hoy que cuando se postuló en 2015 y 2016”, dijo DeSantis. “Y creo que la dirección que está tomando su campaña es equivocada”.

La campaña de DeSantis también empezó a criticar a Trump en las redes sociales, concretamente por su decisión de emitir órdenes de confinamiento durante la pandemia, una medida que DeSantis adoptó al principio pero a la que acabó oponiéndose rotundamente.

La escalada entre las dos campañas incluyó un esfuerzo insurgente en el Four Seasons. Karoline Leavitt, portavoz de Make America Great Again Inc., circuló por el vestíbulo del hotel de Miami el jueves, ofreciendo contramensajes.

“[DeSantis] quiere ser Trump, pero es un Trump ligero”, dijo Leavitt. “No tiene la política, no tiene la personalidad, y los electores lo reconocen. Por eso se hunde en las encuestas”.

En el segundo día de campaña de DeSantis, la considerable protesta que se había reunido afuera el día anterior se había disipado. Pero en un momento dado, un par de jóvenes con el pelo teñido de rosa y verde se pasearon por el vestíbulo del hotel comiendo pudín de chocolate con tres dedos mientras un amigo grababa. La maniobra era una protesta silenciosa en referencia a un controversial informe según el cual DeSantis se comió una vez una taza de pudín de chocolate sin utensilios delante de sus asistentes en un vuelo.

DeSantis, mientras tanto, mantuvo un perfil bajo en Miami.

Para los que estaban fuera del evento, la única señal de que DeSantis había hecho acto de presencia fue un repentino aumento de agentes de la ley en el espacio para eventos del hotel.

El reportero de McClatchy Alex Roarty contribuyó a este artículo.