Huelga en Francia: paro, violencia y disturbios contra la reforma previsional

PARÍS.- A horas de comenzada la huelga nacional empezaron también los enfrentamientos en Francia entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes radicales, que protestan contra la reforma previsional promovida por el presidente, Emmanuel Macron.

La Policía lanzó gases lacrimógenos para contener a un grupo de personas que protagonizó actos violentos en las inmediaciones de la plaza de la República, en París. También hubo incidentes en Nantes, donde los manifestantes arrojaron objetos a los agentes.

Según las autoridades, a mitad de la jornada más de 180 mil personas se habían sumado a alguna de las movilizaciones convocadas a nivel nacional. Además, cifraron estimaron en 65 los detenidos en todo el país. Y eso a razón de que el grupo de desobediencia civil Extinction Rebellion (XR) se sumó a las manifestaciones para denunciar que los monopatines eléctricos son una "catástrofe ecológica".

Por ello el grupo ecologista saboteó y destruyó alrededor de 3600 de estos aparatos, la mayoría en París y Lyon (centro-este). Al explicar sus motivos, desde la organización explicaron que su producción "energívora", su corta duración de vida, el coste energético de su transporte y lo poco que se reciclan sus baterías de litio representan problemas para el medio ambiente.

Quiénes paran

"Debido a una huelga nacional, hoy estoy cerrada". Con esta frase, en redes sociales, la cuenta oficial de la Torre Eiffel marcaba el ritmo de la jornada de hoy en París pero también en toda Francia, donde se multiplican las protestas contra la reforma de la jubilación propuesta por el gobierno de Emmanuel Macron.

Hay pocos trenes. Hay pocos subtes. No hay clases. Tampoco los demás monumentos están abiertos con normalidad. Hay problemas con los hospitales. Cientos de vuelos fueron cancelados. El Castillo de Versalles, en las afueras de París, aconsejó por su parte a los turistas "posponer" las visitas. Varios locales no abrieron. Y París movilizó a 6000 policías para lo que se espera sea una multitudinaria manifestación en la capital.

Para evitar el caos de los transportes, muchos franceses optaron por trabajar desde sus casas. Otros caminaron desde muy temprano desde sus casas a sus lugares de trabajo.

Por su parte policías, recolectores de basura, abogados, jubilados, transportistas y también los "chalecos amarillos", el movimiento social surgido en noviembre de 2018 en Francia contra el aumento en el impuesto a los combustibles, se sumaron también a este paro, que recibió el apoyo de 182 artistas e intelectuales, entre ellos el economista Thomas Piketty, autor de un bestseller sobre la desigualdad, así como de los partidos de izquierda.

Durante todo el día se prevén 250 manifestaciones en decenas de ciudades.

Reforma previsional

¿Por qué la huelga? El detonante es la reforma del sistema de pensiones que prepara Macron, una promesa de campaña que tiene como objetivo eliminar los 42 regímenes especiales que existen y que otorgan privilegios a ciertas categorías profesionales. En su lugar se instaurará un sistema único en el que todos los trabajadores gozarán de los mismos derechos a la hora de recibir una pensión una vez que se jubilen.

Para el gobierno, se trata de un sistema "más justo y simple" en el que "cada euro cotizado dará los mismos derechos a todos". Pero los sindicatos temen que el nuevo sistema atrase la jubilación, actualmente de 62 años, y disminuya el nivel de las pensiones.

De acuerdo con lo publicado por el diario La Vanguardia, la huelga tiene lugar en un momento en que los sindicatos están muy debilitados. "Sólo el 8% de los empleados del sector privado están afiliados a una central sindical. En la función pública la afiliación es del 20%". Pese a ello, desde el gobierno temen las consecuencias. Tienen miedo de que se repita lo ocurrido en 1995, cuando el país quedó medio bloqueado durante semanas.

Las voces del paro

Diana Silavong trabaja como ejecutiva en una empresa farmacéutica y dijo sobre la jornada: "Pedí trabajar hoy desde mi casa, pero espero que la huelga no dure demasiado porque no podré hacerlo de manera indefinida".

"¡Quería tomar una bicicleta pero creo que todos tuvieron la misma idea!", aseguró entre risas Guillaume frente a una estación de bicicletas de libre servicio vacía en París. "Tendré que ir a pie hasta la oficina", añadió.

El caos y la desinformación reinaba también entre los turistas. "Ayer compramos billetes y hoy no hay nadie que nos informe", afirmaron Pedro Marques y Ana Sampaio, una pareja de portugueses que pretendía visitar Montmartre.

Agencias AFP, DPA y AP