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Paris Saint Germain: Lionel Messi, con la magia “en su nivel”, cubrió la baja de Neymar, los penales errados y la lesión de Mbappé

Messi festeja su gol y señala a Fabián Ruiz, que le dio la asistencia
Messi festeja su gol y señala a Fabián Ruiz, que le dio la asistencia - Créditos: @PASCAL GUYOT

No estaba Neymar y Kylian Mbappé se había consumido rápidamente, entre dos penales errados y una lesión muscular. A Paris Saint Germain le quedó la clase inigualable de Lionel Messi para acabar con la incertidumbre y cambiar el humor, reinstalar el optimismo en el equipo tras algunos resultados negativos, y la frustración aún fresca por no haber cerrado la contratación de Hakim Ziyech en el mercado de pases que cerró hace 24 horas.

Tras haber obtenido solo cuatro de los últimos 12 puntos, PSG consiguió un triunfo muy necesario de visitante, por 3-1 ante Montpellier. Su condición de líder de la Ligue 1 es un poco más holgada, con cinco puntos de ventaja, ahora con un nuevo perseguidor, Olympique de Marsella, que superó 2-0 a Nantes y relegó a Lens, que bajó al tercer puesto tras perder 1-0 con Niza.

El toque sutil de Messi sobre la salida del arquero para marcar el gol
El toque sutil de Messi sobre la salida del arquero para marcar el gol - Créditos: @SYLVAIN THOMAS

Luego de las complicaciones en el primer tiempo, PSG resolvió el partido y encontró la profundidad que le venía faltando. Messi pasó a estar acompañado en el ataque por el juvenil Hugo Ekitike (20 años), el primer reemplazo para cualquiera de los tres tenores.

Leo concentró mayor actividad ofensiva, el equipo necesitaba más de él. Y asumió ese liderazgo. Ya a los tres minutos de la segunda etapa, maniobró ante tres rivales y sacó un remate que dio en la parte exterior de la red. En el primer período, un off-side por VAR no le convalidó una exquisita definición.

Sin Mbappé ni Neymar, Messi combinó más con Fabián Ruiz, se apoyó en Renato Sanches, estuvo pendiente de las proyecciones de Hakimi. PSG aceleró y se puso en ventaja con un gol del español Fabián Ruiz, tras una asistencia de cabeza de Ekitike.

Lo más destacado de Montpellier 1 - Paris Saint Germain 3

El juego le fluía mejor a PSG y Messi asumía dos funciones: podía involucrarse en la elaboración o buscar al espacio la asistencia de un compañero. Ocurrió a los 27 minutos, cuando Ruiz detectó el movimiento de Leo a espaldas de los centrales; recibió libre y del resto se encargó su inspiración: toquecito sutil a un costado sobre la salida del arquero. Noveno gol de Messi en el torneo, en el que además tiene 10 asistencias. Llevado a su trayectoria, el gol agiganta su obra: 795 festejos. Y cuando marca el rosarino, PSG puede respirar más tranquilo, nunca perdió: ganó 18 encuentros y empató dos.

Consciente de la trascendencia de Messi, Galtier armó un esquema en función de él ante las bajas de Neymar y Mbappé: “El centro del campo se adaptó para que Leo estuviera en las mejores condiciones posibles, hoy jugó en su mejor nivel. Messi está en el nivel que suele estar. No son máquinas, contra Reims [empate el último fin de semana] fue más difícil”.

Mbappé, dolorido, luego saldría reemplazado
Mbappé, dolorido, luego saldría reemplazado - Créditos: @SYLVAIN THOMAS

Messi pudo marcar un segundo gol, pero la definición de derecha, tras un pase de Sanches, fue tapada por el arquero Lecomte. Redondeó una producción con nueve remates, se hizo cargo de un volumen ofensivo que estaba resentido por la ausencia de sus dos socios.

La buena actualidad de Messi se combina en PSG con la inquietud por la lesión de Mbappé, en función del gran objetivo de este mes: la ida del 14 de febrero ante Bayern Munich, por los octavos de final de la Champions League. Los estudios de las próximas horas en su muslo izquierdo echarán un poco más de luz sobre sus posibilidades de estar frente al multicampeón de la Bundesliga. A la salida del estadio rumbo al ómnibus, Mbappé comentaba con un integrante de la delegación: “Fue en un apoyo cuando me lesioné. Duele demasiado”.

Mbappé sale renqueando del estadio de Montpellier

Las preocupaciones se le venían acumulando a Paris Saint Germain. A un problema le seguía otra adversidad. Parecía atrapado en una dinámica sombría, en una inercia difícil de romper. Una fatiga muscular había dejado al margen a Neymar del viaje a Montpellier. Roto el tridente, al que Galtier exime de responsabilidad por las descompensaciones colectivas que pudieran ocurrir, el ataque quedó para Messi y Mbappé, dentro un sistema 4-1-3-2, con Soler. Vitinha y Ruiz como media-puntas que comprimían los movimientos en campo rival. La búsqueda de PSG se hizo muy previsible y con escaso cambio de ritmo en el primer tiempo.

Messi celebra junto a Warren Zaire-Emery, el juvenil de 16 años que convirtió el tercer gol
Messi celebra junto a Warren Zaire-Emery, el juvenil de 16 años que convirtió el tercer gol - Créditos: @PASCAL GUYOT

Ni siquiera pudo aprovechar un guiño tempranero, a los 6 minutos, cuando un árbitro muy riguroso sancionó con penal un forcejeo de Christopher Jullien con Sergio Ramos, tras un tiro libre en forma de centro ejecutado por Messi. Comenzaría un cuarto de hora desolador para Mbappé, resumido en el penal que le atajaron en primera instancia y que volvió a fallar en la repetición, porque el arquero se había adelantado.

A los pocos minutos, quizá como consecuencia de una fuerte entrada de un defensor sufrida un ratito antes, Mbappé se sentó en el campo y con gesto apesadumbrado se tocó el muslo posterior izquierdo. Recibió atención médica, pero enseguida se lo vio enfilar hacia el vestuario. Su partido había durado solo 20 minutos; además de la molestia muscular, en su ánimo cargaba con el malhumor por los dos penales desperdiciados. Casi un triple fallo, porque en el segundo remate, tras ser desviado por el arquero y dar en un poste, la pelota le volvió a caer para una definición que se le fue alta. Messi se agarraba la cabeza, como si no lo pudiera creer, mientras lo seguía de reojo al N° 7. El Mbappé más errático que pueda verse.

Diez minutos después de quedarse sin Mbappé, PSG acusó otra baja con Sergio Ramos, que había sufrido un choque de cabezas con un rival. Siguió unos minutos, pero fue sustituido al sentirse algo mareado. Los protocolos para prevenir posibles conmociones cerebrales se activan rápidamente. El primer tiempo de PSG había sido un cúmulo de contrariedades, pero tenía a Messi para encontrar otros socios y conseguir una victoria reparadora.