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Paraguay recuerda la guerra que le devastó como país hace 150 años

Asunción, 28 feb (EFE).-Paraguay comenzó a conmemorar este viernes el 150 aniversario del final de la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), un conflicto que destruyó el país suramericano, mató a la mayor parte de la población masculina y dejó unas huellas en la memoria colectiva que siguen presentes entre los paraguayos.

Exposiciones, conferencias, lanzamientos de nuevos estudios históricos y homenajes a los caídos son parte del programa que esta semana recuerda en Asunción el término de esa guerra, una hecatombe para Paraguay, enfrentada a la alianza militar formada por Brasil, Argentina y Uruguay.

El principal evento oficial será el 1 de marzo, fecha que marca el fin de la guerra y día en el que murió atravesado por las lanzas brasileñas quien era el presidente del país, el mariscal Francisco Solano López, durante un tiempo vilipendiado y hoy reflejado como un héroe.

Actos que tienen como telón de fondo el de una nación que quedó devastada, con unos 300.000 paraguayos fallecidos, lo que diezmó la población en dos terceras partes, de acuerdo con muchos historiadores.

El ministro de Cultura de Paraguay, Rubén Capdevila, dijo hoy a Efe que el 70% de la población pudo haber sido diezmada en un conflicto que definió como "guerra total".

"No solamente estamos hablando de una destrucción física del país, que son las consecuencias, digamos, más visibles de una guerra, sino también a nivel demográfico hubo una gran pérdida de población nacional, todas las fuerzas vivas de la sociedad desaparecen prácticamente, indicó el ministro.

Capdevila señaló que en Paraguay esa guerra "no respetó ni a edades ni sexos", con batallas que permanecen en el imaginario de los paraguayos como la de Acosta Ñu (agosto de 1869), a unos 70 kilómetros de Asunción.

Se calcula que unos 3.000 niños que fueron movilizados para hacer frente a un ejército aliado de unos 20.000 soldados fallecieron en ese episodio.

"Se perdieron vidas de adultos y también de mujeres, de niños; la batalla de Acosta Ñu fue una batalla sangrienta, participaron niños y adolescentes", dijo el ministro.

UNA RECONSTRUCCIÓN TAMBIÉN DE LA MEMORIA

Capdevila explicó que ello dejó a la población femenina la tarea de revivir a un país marcado por una larga y difícil postguerra.

"Fueron las mujeres en su mayoría las que se encargaron de la reconstrucción económica, de levantar el país, porque fueron las que en su mayoría sobrevivieron a la guerra", indicó.

Asimismo destacó el trabajo de reconstrucción institucional, que estuvo condicionado por los Gobiernos que implantaron los vencedores, con cargos políticos nombrados por estos.

Y el de la reconstrucción cultural, en tanto que los ocupantes destruyeron o saquearon miles de documentos históricos.

"Nuestro país tuvo que construirse también culturalmente, la memoria histórica tuvo que ser reconstruida porque nuestros archivos fueron quemados, secuestrados, una gran pérdida de información. Así que nuestra memoria misma fue afectada y todo eso se tuvo que reconstruir y eso fue también una reconstrucción cultural", dijo el ministro.

LA GUERRA DEL RELATO

Capdevila hizo esas declaraciones durante la inauguración de una exposición de fotografías y documentos que testimonian la muerte del mariscal Francisco Solano López en Cerro Corá, frontera con Brasil, en la última acción bélica de la guerra.

La muestra recoge el documento brasileño que constata las heridas sufridas por el presidente, así como fotografías de la expedición que en 1936 exhumó sus restos para trasladarlos al Panteón de los Héroes, en el centro de Asunción y lugar de la exhibición.

Precisamente, el mausoleo se construyó como templo de reivindicación del mariscal, a quien los aliados catalogaron como el responsable de llevar a Paraguay a la guerra, con leyes que prohibieron su exaltación.

Al respecto, Vicente Arrúa, director del Archivo Nacional, dijo a Efe que fue el Gobierno del general Ricardo Franco el que ese año le nombró Héroe Máximo de la Nación, y como tal sería estudiado en los textos escolares.

Ello después de que a principios del siglo XX una serie de historiadores elevaran a López a la categoría de héroe, que en esa versión se inmoló para evitar que Paraguay no fuera engullido por los tres países en guerra, en especial el Imperio de Brasil.

"La redención oficial se dio aquí, con la inauguración del Panteón y con los restos de López", dijo Arrúa.

Con el resultado de que su figura fue y es hoy reivindicada en Paraguay tanto por la derecha como por la izquierda.

Y volverá a ser laureada el domingo en Cerro Corá, hoy Parque Nacional, con la presencia del presidente paraguayo, el conservador Mario Abdo Benítez.

(c) Agencia EFE