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París recupera el homenaje del exilio a Rafael Alberti de 1966

París, 10 oct (EFE).- Una carpeta con cuadros de Picasso, de Julián Pacheco y dibujos de Antoni Tapies o Rafael Canogar entre un centenar de poemas y cartas, le fue entregada como homenaje a Rafael Alberti en 1966 en París. 54 años más tarde, lo que queda de la carpeta ha vuelto a la capital francesa.

"El objetivo de esta exposición es homenajear a aquellos que homenajearon", cuenta la comisaria de la exposición "ExiliArte", Carmen Bustamante, en una entrevista con Efe.

Bustamante ha hecho posible que estos documentos vuelvan a París y se expongan desde esta semana en el Instituto Cervantes de la capital, cedidos por la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz.

Durante todo el franquismo, París fue el faro que representó libertad y rebeldía para aquellos que se exiliaron. La capital francesa acogió a Alberti desde el estallido de la Guerra Civil hasta 1940, cuando se embarcó junto a su mujer, Teresa León, hacia Buenos Aires, huyendo de la invasión nazi.

En 1966, cuando el poeta ya estaba instalado en Roma, la Asociación Cultural Franco-Española, junto a un gran número de artistas plásticos, franceses y españoles, intelectuales exiliados o reprimidos, celebraron un acto en la Salle de la Mutualité de París, donde le entregaron la carpeta.

114 INTELECTUALES ADHERIDOS AL HOMENAJE

Aquel homenaje a Alberti también contó con un gran número de adhesiones de apoyo en una larga lista que se detalla en la exposición, con nombre de ilustres exiliados como Luis Buñuel, Jaime Salinas o Jesús Izcaray, pero también el de destacados autores del interior, como Miguel Delibes, Camilo José Cela, Ana María Matute o incluso Jose María Pemán, uno de los literatos más adeptos al franquismo de los primeros años.

"Recuperar la memoria histórica no es tan solo sacar a los muertos de las cunetas, es también conocer la historia de todos aquellos que tanto sufrieron", afirma Bustamante, que lamenta que muchos de los cuadros que se exponen en la sala pertenecen a exiliados españoles que poca gente conoce en España.

Toda esta valiosa información ha sido aportada por "Devuélveme la voz", un proyecto sonoro de la Universidad de Alicante que recupera archivos del franquismo y de la transición procedentes de la emisora "Radio París", que informaba a España desde la capital francesa libre de la censura española, trabajo que cuando llegó a París también desempeñó el propio Alberti.

LOS CUADROS MÁS VALIOSOS DESAPARECIERON

Como ocurre con la mayoría de obras de arte que hoy en día se precien, sus tenedores o guardianes, a menudo han desconocido el valor de aquello que poseían.

Sin duda es el caso de esta valiosa carpeta que con la muerte de Alberti en 1999, acabó en la recámara de la galerista Sol Panera en Bilbao, quien descubrió la carpeta que su padre había recibido de Rufino Ceballos, un pintor exiliado en París.

Panera puso en conocimiento de la Diputación de Cádiz el hallazgo, que ya había perdido parte de las obras más valiosas que contenía como las piezas de Picasso o de Tapies. En la portada se lee "Los artistas españoles a R.Alberti. París, junio 1966" y hasta el 21 de enero presidirá la exposición de la sala del Cervantes.

Muchos de los artistas e intelectuales recogidos en este homenaje, junto con sus obras, tenían su lugar de reunión en Villa Leone, un complejo situado en la orilla izquierda del Sena, donde vivían Ceballos y su mujer Conchita, y que acogía las reuniones y celebraciones de los exiliados que vivían en París.

Además de los cuadros y paneles explicativos que los contextualizan, la muestra se ha enriquecido con una selección de poemas, cartas y materiales seleccionados de los fondos de la Fundación Rafael Alberti.

Aquí encontramos también cartas de intelectuales franceses como Albert Memmi, André Liberati o Henri de Lescoët y poemas de españoles como Carmen Conde, y dos sonetos de José Corredor Matheos, quien se los entregó en mano a Alberti en París junto con el pintor Josep Guinovart.

El homenaje de aquel año 1966 en París, vuelve por primera vez al lugar donde fue entregado, ahora convertido en recuerdo que no quiere borrarse de la mente ni de españoles ni de franceses. Para ello se trasladará próximamente a Toulouse, Roma, Nápoles o Tánger, con el objetivo de que nadie olvide a Alberti pero tampoco a aquellos que tuvieron que huir para poder expresarse libremente.

Josep Puig

(c) Agencia EFE