El Papa nombró a un sacerdote argentino en un cargo clave del Vaticano

ROMA.- En medio de un clima efervescente y enrarecido luego de la explosiva defenestración del cardenal Angelo Becciu, uno de los hombres más poderosos de la curia romana, acusado de malversación de fondos, hecho que volvió a desatar un escándalo de corrupción en el Vaticano y a sacar a la luz feroces internas, el Papa nombró hoy a un argentino, monseñor Alejandro Bunge, juez del tribunal de la Rota Romana, como nuevo presidente de la Oficina del Trabajo de la Sede Apostólica (ULSA por sus siglas en italiano), un cargo clave.

El presidente de la ULSA, oficina que creó en 1989 san Juan Pablo II, es algo así como el jefe de Recursos Humanos o de Personal de la Santa Sede. Como dice su estatuto, la ULSA tiene como fin la promoción y la consolidación de una verdadera comunidad de trabajo en la sede apostólica, que ayude al Papa en su ministerio.

En un momento como el actual, en el que arrecian intrigas, malahabladurías, carrerismo -como suele denunciar Francisco- y se están destapando ollas llenas de suciedad como resultado de la operación de limpieza puesta en marcha por el Papa, estar al frente de la ULSA es considerado a todas luces como una "papa caliente".

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"Es una tarea difícil y que el Papa piense que la puedo realizar me reconforta porque sé que él me conoce", dijo a LA NACIÓN Bunge, que se manifestó honrado por la designación. Nacido en noviembre de 1951 en Buenos Aires, ordenado sacerdote en la diócesis de San Isidro en diciembre de 1978, Bunge obtuvo una Licencia en Teología en la Universidad Católica Argentina (UCA) y un doctorado en Derecho Canónico en la Pontificia Universidad de Santo Tomás de Aquino de Roma, también conocida como el Angelicum.

El papa Francisco lo conoce bien porque siendo arzobispo de Buenos Aires, Bunge trabajó cerca de él durante 7 años como vicario judicial del tribunal interdiocesano. Jorge Bergoglio debió desprenderse de él cuando Benedicto XVI, papa emérito, al final de su pontificado lo llamó para trabajar como prelado auditor (juez) del Tribunal de la Rota Romana -que se ocupa de la anulación de matrimonios-, cargo para el que finalmente fue nombrado en abril de 2013 por Francisco, que finalizó un trámite ya avanzado y querido por su predecesor.

"Tengo plena confianza en la confianza que el Santo Padre tiene en mí, por eso acepto la tarea y espero hacerlo lo mejor posible, interpretando lo que el Papa quiere. Y con la plena confianza de que él sabe que yo puedo hacer lo que él necesita", comentó Bunge, que confesó que no se esperaba la designación.

Tal como recordó el currículum que difundió la Oficina de Prensa de la Santa Sede al comunicar este importante nombramiento, Bunge fue profesor ordinario y decano de la Facultad de Derecho Canónico de la UCA, profesor en varios seminarios y es autor de diversas publicaciones.

Bunge pasará ahora a presidir una oficina crucial, que al margen de cuidar y defender a los trabajadores -se creó después de la encíclica Laborens Excercens, sobre el trabajo humano de san Juan Pablo II, de 1981-, debe lograr que se cree una comunidad de trabajo "cum Petro" y "sub Petro" (con Pedro y bajo Pedro) en el Vaticano. De hecho, su función será también ocuparse de que todos los que trabajan en la Santa Sede, sacerdotes, obispos, cardenales y laicos -en la curia romana, en el Estado de la Ciudad del Vaticano y en los demás entes-, tengan una formación "profesional, espiritual y social", coherente "con la misión eclesial de todos los que colaboran con el Sucesor de Pedro , en su ministerio en el Servicio de la Iglesia Universal".

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Desde que fue creada y hasta ahora, la ULSA tuvo tres presidentes, todos ya fallecidos: el cardenal belga Jan-Pieter Shotte, el cardenal italiano Francesco Marchisano y el obispo Giorgio Corbellini, que murió en noviembre pasado, a los 72 años, debido a una enfermedad. Al margen de nombrar hoy al nuevo presidente, argentino con él y un hombre de su total confianza, el papa Francisco también designó como director de la ULSA a un italiano: el profesor Pasquale Passalacua, docente de Derecho del Trabajo en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad de Cassino y del Lazio Meridionale.