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El Papa llama a la paz entre cristianos y musulmanes en una mezquita centroafricana

Por Joe Bavier y Philip Pullella BANGUI (Reuters) - El Papa Francisco se internó el lunes en uno de los barrios más peligrosos del mundo, donde llamó a cristianos y musulmanes a poner fin a una espiral de odio, venganza y derramamiento de sangre que ha dejado miles de muertos en los últimos tres años en la República Centroafricana. En medio de fuertes medidas de seguridad, Francisco recorrió la zona PK5, un distrito donde la mayoría de los musulmanes que no han logrado huir de la capital del país han buscado refugio. El barrio ha sido aislado del resto de la ciudad de Bangui durante los últimos dos meses por un anillo de seguridad de las llamadas milicias cristianas anti-Balaka, que bloquean la entrada de suministros y la salida de musulmanes. Un fuerte despliegue de fuerzas de paz de Naciones Unidas, con rifles y chalecos antibalas, marcó la visita del pontífice a PK5 y se podían ver vehículos blindados con ametralladoras montadas a lo largo de la caravana. Francotiradores de la ONU observaban desde lo alto de los minaretes que coronan una mezquita verde y blanca recién pintada, donde cientos de musulmanes del barrio PK5 escucharon el apasionado llamado de Francisco a poner fin a la violencia. "Cristianos y musulmanes son hermanos y hermanas", dijo el Papa tras el discurso del imán Moussa Tidiani Naibi, uno de los líderes religiosos locales que trata de fomentar el diálogo. "Los que dicen creer en Dios deben también ser hombres y mujeres de paz", sostuvo Francisco, que destacó que cristianos, musulmanes y seguidores de otras religiones tradicionales han convivido en paz durante muchos años. La República Centroafricana se sumió en el caos a principios de 2013 cuando rebeldes del grupo Seleka, principalmente musulmanes, tomaron el poder en el país de mayoría cristiana, provocando represalias por parte de las milicias cristianas. Líderes de ambos lados dicen que el odio ha sido manipulado con fines políticos.