Pablo Goldschmidt: "El problema es el encierro, no la precaución"

"El modelo que hicieron asustó tanto que el poder político hizo que la gente se quede en la casa. Pero no fue el poder político el que cometió el error, el error vino de los pseudos peritos", destacó el científico

Pablo Goldschmidt, el virólogo argentino residente en Francia conocido por cuestionar la cuarentena como método eficiente para combatir al coronavirus, criticó esta mañana no solo los modelos de confinamiento como el argentino sino también a los especialistas que ocuparon la escena mundial "con cálculos mal hechos que crearon pánico".

"Estamos en una instancia monotemática en la cual un virus respiratorio ocupa todos los medios de comunicación, todo el saber médico, todo el saber científico y que desgraciadamente los epidemiólogos o ciertos infectólogos han ocupado hasta el espacio político, y el poder político se vio obligado a tener que moverse en función de lo que ciertos expertos les indican, sin que los expertos tengan evidencia de lo que estaban diciendo", afirmó el médico y autor del libro La gente y los microbios (2019) que actualmente vive en Mónaco.

"Ese miedo de los peritos, que además era palabra santa y que no se podía discutir, hizo que el poder político haya tenido que responder. Si el poder político no hace cuarentena es cómplice de la muerte, pero si hace cuarentena es cómplice de la crisis económica. Hasta ahí parece que la cosa fuera blanco y negro. Están mal las dos cosas", consideró el virólogo, en un extenso diálogo con radio Mitre, y se refirió a las consecuencias sanitarias de la cuarentena, más allá del Covid-19, como por ejemplo "al aumento de suicidios".

"El efecto secundario de la cuarentena va a influir en el número de gente que está deprimida, en el número de gente que está sin trabajo y en el número de gente que trabaja pero no cobra", destacó.

"Crearon pánico"

"¿Cómo es posible que cuando hubo 11 mil personas fallecidas sin pruebas definitivas hasta el 16 de marzo se cierra el mundo por primera vez en la historia? ¿Qué poder se le dio a los que están haciendo matemáticas o bio estadísticas para que decidan sobre la vida, el trabajo y los proyectos de la humanidad?", se preguntó el experto, y concluyó: "Hubo ciertos modelos estadísticos que ahora se probaron que estaban mal, como el del Imperial College London. No va a haber 200 millones de personas que fallecen, va a haber muchos, probablemente 600 o 700 mil personas, que tal vez sea la misma cantidad que hubo en el 2018".

"El modelo que hicieron asustó tanto que el poder político hizo que la gente se quede en la casa. No fue el poder político el que cometió el error, el error vino de los pseudos peritos", describió Goldschmidt.

"En el 2005 hubo mucha más gente que falleció de problemas de neumonía respiratoria que ahora, lo que significa que todo depende cómo uno mira los números", reiteró y añadió que "nos están confrontando permanentemente con la muerte".

"Una sociedad que está aterrorizada, un poder político que quiere cuidar a su gente hace lo máximo para cuidarlos, pero el error viene de la gente que ocupó toda la escena con cálculos mal hechos que crearon pánico", denunció.

"No niego que la gente mayor internada en terapia intensiva, o la gente diabética descompensada tenga problemas, pero cuando usted tiene el 90 o 99 % de gente que se cura de un síndrome gripal con tos que puede ser muy intensa, uno se pregunta si hay que parar el mundo", relativizó. "Me quedan esas preguntas que las tengo desde enero. Nos quieren cuidar, ¿pero esta es la manera de cuidar? Yo lo dudo".

Sobre el final, se preguntó "qué sentido tiene asustar a todo un país, a todo un continente, a todo un planeta, cuando no tenemos líneas de base", y pidió que "protejamos a los vulnerables y dejemos a los otros que vivan protegidos, pero no encerrados. El problema es el encierro, no la precaución".