Aunque no lo parezca, los colores blancos y negros de los osos panda son un gran camuflaje
Si hacemos un repaso mental de los mamíferos que conocemos y de sus colores, pronto nos damos cuenta de que la mayoría exhibe tonos pardos, grises o marrones. Tiene lógica que la evolución haya favorecido las gamas y tonalidades que ayudan a las especies a sobrevivir en su entorno, ya sea para camuflarse de las amenazas o para ser un depredador más efectivo. Incluso aquellos mamíferos que muestran colores diferentes, como el oso polar o el zorro ártico muestran tonos blancos acordes al entorno helado en el que viven. Sin embargo, los sorprendentes colores de los osos panda, junto con otras insignes excepciones como las cebras o las orcas, representan toda una excentricidad dentro del mundo animal que ha tenido intrigados durante décadas a muchos biólogos.
El 99% de la dieta de los pandas consiste en masticar las diferentes clases de bambú por lo que suelen habitar entonos de tonalidades verdes y marrones, rodeados de frondosa vegetación, que hacen aún más difícil de justificar sus audaces y llamativos colores en blanco y negro. Durante los últimos tiempos se han propuesto diferentes hipótesis para explicar esta aparente contradicción como la gestión de la temperatura corporal o incluso como un excepcional caso de aposematismo, muy presente en otras especies como las ranas, donde sus colores indican peligro a sus posibles depredadores. Sin embargo, la solución a este rompecabezas podría ser más sencilla de lo que parece y, como en muchas otras ocasiones, el problema es que lo miramos todo con ojos humanos…
Un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol acaba de publicar en Scientific Reports de Nature un genial estudio donde observan diferentes panda utilizando técnicas ópticas que simulan la visión de algunos de sus depredadores más conocidos, tanto de cánidos (chacales y perros salvajes) como de felinos (tigres, leopardos). Para ellos tomaron diferentes fotografías de pandas en sus hábitats más comunes y las pasaron por filtros y modelos computacionales que simulan la visión de sus más cercanos adversarios.
En la imagen superior podemos observar la fotografía de un oso panda a la que los investigadores han aplicado un análisis cuantitativo de colores y patrones (QCPA) que simula la visión dicromática canina y felina, en comparación con la visión tricromática de los seres humanos. De repente, la coloración de los osos panda no parece tan mala para el camuflaje…
Las conclusiones del estudio muestran que los parches de pelaje negro de los panda resultan mezclarse bastante bien con los tonos oscuros de la tierra y los troncos de los árboles, mientras que los parches blancos combinan a la perfección con la nieve, muy presente también en los entornos donde se mueven los pandas. Algunos osos también exhiben tonos de pelaje marrón pálido, algo menos frecuentes, pero que coinciden con el color de fondo, proporcionando un color intermedio que cierra la brecha entre los elementos visuales oscuros y claros de su hábitat natural. En definitiva, los resultados son “consistentes con la aplicación de modelos de visión felina o canina”.
Uno de los autores del estudio, el profesor y biólogo Tim Caro, explica en la nota de prensa de la Universidad de Bristol que “cuando obtuvimos las fotografías yo mismo no podía ver al panda gigante en la imagen. Si no yo no podía verlo con mis buenos ojos de primate, eso significaba que los posibles depredadores carnívoros con su vista más pobre también tendrían muchas dificultades para detectarlo”.
Finalmente, los investigadores notaron que los límites tan definidos entre las secciones en blanco y negro de los panda, lejos de ser un impedimento para el camuflaje ayudan a romper visualmente el contorno de sus cuerpos, por lo que es menos probable que los depredadores puedan verlos, especialmente cuando se observan desde la distancia. En definitiva, el estudio concluye que los pandas gigantes bien podrían estar dentro del rango de otras especies que tradicionalmente se han considerado bien camufladas… tan solo había que mirarlos con otros ojos.
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Referencias científicas y más información:
Nokelainen, Ossi, et al. «The Giant Panda Is Cryptic». Scientific Reports, octubre 2021 DOI:10.1038/s41598-021-00742-4.
University of Bristol “Giant pandas’ distinctive black and white markings provide effective camouflage, study finds”