Ordenan colocarle una tobillera electrónica al acusado de violar a la joven venezolana

La joven abusada en Balvanera sufrió "conductas no correspondidas ni deseadas" según el informe de la Oficina de Violencia Doméstica
Fuente: LA NACION - Crédito: Alejandro Guyot

La justicia civil ordenó hoy la colocación de una tobillera electrónica para Irineo Humberto Garzón Martínez, el comerciante acusado de haber abusado de una joven venezolana de 18 años en el barrio porteño de Balvanera, en el marco de una medida de restricción perimetral que le impuso para prohibirle el acercamiento a la víctima, informaron fuentes judiciales.

La medida la dispuso el Juzgado en lo Civil N°8, que ordenó la colocación del dispositivo de geoposicionamiento dual (tobillera) para controlar la restricción y el acercamiento de Garzón Martínez hacia la chica que lo acusó de haberla drogado y violado en su local de la zona de Once.

Voceros judiciales aclararon que trata de una medida de la justicia civil en el marco de una restricción perimetral para resguardar a las víctimas de manera cautelar y no directamente por la causa penal, en la que hoy habrá una audiencia clave, ya que la Cámara de Apelaciones resolverá la apelación de las fiscales Silvina Russi y Mariela Labozzetta a la libertad de Garzón Martínez, dictada por la jueza Karina Zucconi.

A través de este sistema de tobillera electrónica se puede visualizar y monitorear, a través del GPS, la ubicación de la víctima y del presunto victimario, según explicaron las fuentes.

En caso de que el hombre transgreda las medidas dispuestas por la Justicia, es decir, que se acerque al radio de seguridad de la damnificada, el sistema emitirá una alerta y se activarán automáticamente los protocolos para dar aviso a la víctima y enviar al personal policial más cercano.

Sobre la medida dispuesta por la Justicia contra Garzón Martínez, la madre de la joven dijo a la agencia de noticias Télam que está "enterada de la medida" y que espera por "la pronta detención para avanzar en la investigación".

Esta medida, como se dijo, no está vinculada con la causa penal, donde se espera que hoy la Sala I de la Cámara del Crimen resuelva si Garzón Martínez permanecerá en libertad o quedará detenido por el delito de "abuso sexual agravado con acceso carnal", luego de la apelación realizada por las fiscales Russi y Labozzetta, que es titular de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM).

Al respecto, voceros judiciales adelantaron que el fiscal de Cámara Ricardo Sáenz mantendrá el criterio de las funcionarias judiciales y pedirá la inmediata detención del imputado, mientras que la resolución de los camaristas se dará a conocer por cédula notificatoria, ya que para esa diligencia no se llevará a cabo ninguna audiencia oral de tipo presencial ni virtual.

Cómo fue el hecho

El hecho se produjo el 23 de enero pasado, cuando la denunciante fue citada para realizar una entrevista laboral que había coordinado días antes por la red social Facebook, tras lo cual el acusado le pidió cenar el viernes para así "poder hablar sobre el trabajo", propuesta que fue rechazada por la joven, quien finalmente se presentó aquel sábado por la mañana en el local de la calle Paso 693.

Según el relato de la denunciante, durante la jornada de trabajo Garzón Martínez le ofreció varias veces alguna bebida, hasta que finalmente la chica aceptó tomar un vaso de agua. Tras beberlo comenzó a sentirse mareada, por lo que le envió un mensaje a su madre explicándole la situación. "Creo que el dueño de donde trabajo me drogó porque me siento mareada", expresó la joven en el mensaje que le envió por WhatsApp y agregó la dirección en donde estaba.

Cuando la policía ingresó al local encontró a la joven en el fondo del comercio; el acusado estaba vistiéndola y poniéndole los pantalones. Luego, en su declaración, llevada a cabo el lunes pasado, Garzón Martínez negó los cargos ante la Justicia, acusó a la denunciante de mentirosa y dijo que tuvo relaciones consentidas y que ella se le ofreció sexualmente.

Agencia Télam