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La oposición venezolana rechaza el llamado a elecciones legislativas en diciembre

CARACAS.- "Nadie en la oposición tiene excusas para retirarse de las elecciones". Nicolás Maduro aprieta el paso de cara a las elecciones perfectas,incluso aplaudió la fecha decidida pese a las incidencias actuales de la pandemia: 6 de diciembre. El nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) tardó 19 días en fijar el día propicio, tal y como deseaba el llamado por la propaganda "conductor de victorias". Una fecha impuesta por los cinco rectores electorales que la Unidad Democrática no acepta ni en fondo ni en forma.

"Los venezolanos no reconocemos una farsa, como no lo hicimos en mayo de 2018. El derecho a elegir ha sido nuestra lucha. Nadie va a convalidar o ratificar una dictadura cuando no hay elementos de convicción de un mecanismo real para disputarse el poder", respondió el presidente encargado, Juan Guaidó.

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El propio Parlamento democrático votó el martes que sus diputados no acudirían a las elecciones programadas por un CNE impuesto por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), "debido a que no cumple las condiciones mínimas para garantizar el derecho al sufragio".

En vez de intentar alcanzar cualquier tipo de consenso, el chavismo profundiza en su modelo antidemocrático con la "fiesta electoral", como la denominó Maduro tras conocerse la fecha elegida por sus militantes del CNE.

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La última argucia es el cambio de las reglas del juego del "modélico y ejemplar sistema electoral venezolano", la famosa ley Frankenstein creada por Hugo Chávez para controlar un hemiciclo cuando ya no contaba con las mayorías de los primeros tiempos. El nuevo reglamento electoral consigue rizar el bucle revolucionario al sumar 110 diputados nuevos cuando seis millones de venezolanos se marcharon del país y cuando ni siquiera la natalidad aumentó en estos años. Emigrantes y exiliados repartidos por medio mundo que tampoco podrán votar, porque al oficialismo no le interesa que lo hagan.

Indira Alfonzo Izaguirre, la presidenta del CNE que sustituye a la polémica Tibisay Lucena, aseguró que estos cambios se deben al crecimiento poblacional y la "progresividad de los derechos políticos". En total serán 277 parlamentarios los que se elegirán, 48% mediante voto nominal y 52% por voto lista por 87 circunscripciones electorales dibujadas para obtener mayorías chavistas. Un laberinto con diferentes listas regionales, adjudicaciones nacionales, votos nominales y votos indígenas con un solo objetivo: multiplicar la representación chavista.

"Unos cálculos preliminares indican que un partido con 60% de los votos, bajo este sistema, podría obtener el 90% de los curules. Esto no beneficia a la democracia ni a la pluralidad ni a la representación de las minorías ni a nadie. Sólo beneficiaría al partido o coalición dominante. Podría ser la sobrerepresentación más grosera de la historia republicana", desveló Francisco Castro, director de la ong Súmate, especializada en procesos electorales. Recapitulando al experto: los cambios implementados por el chavismo buscan afianzar una gran mayoría de escaños a quien obtenga más votos en diciembre.

Michelle Bachelet , alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, se sumó de inmediato a las críticas internacionales: "Las recientes decisiones disminuyen la posibilidad de construir condiciones para un proceso electoral creíble y democrático", dijo.

¿Quiénes son los grandes beneficiados de las nuevas medidas, al margen de los jerarcas chavistas? La oposición detectó el inicio de una nueva operación "alacrán", por la cual se estarían ofreciendo grandes sumas de dinero, dividas en fondos para la campaña electoral y en fondos para sus propias cuentas personales a dirigentes regionales de los cuatro grandes partidos de la oposición, incluso personajes otrora cercanos a Guaidó.

En la bancada chavista también se han producido los primeros movimientos en busca de un escaño. El más visible es el de Nicolás Maduro Guerra, el hijo del "presidente pueblo", que mezcla programas de televisión y reuniones con el generalato para hacerse visible ante la opinión pública más allá de sus famosos errores argumentales. Nicolasito, como le llama su padre, sería candidato para la parroquia caraqueña de El Valle, la misma en que su padre vivió en su adolescencia.

La eficacia demostrada por el nuevo CNE en tan poco tiempo es inversamente proporcional a su representación en el actual Parlamento, el encargado según la Constitución de nombrar a sus rectores. Los magistrados del Supremo revolucionario impusieron a tres férreas militantes chavistas, minoría en la Asamblea Nacional (AN), y a dos opositores colaboracionistas de grupúsculos que no llegan ni a 10 escaños. "La prensa internacional miente sobre la conformación del CNE, su conformación es legítima y constitucional", arengó ayer Maduro en Caracas ante las tropas, durante los actos de ascenso de las Fuerzas Armadas Bolivarianas (FANB).

Al secuestro del poder electoral se le suma la intervención de los dos principales partidos de la oposición, el centrista Primero Justicia (PJ) y el socialdemócrata Acción Democrática (AD), a la espera de destino final de Un Nuevo Tiempo (UNT) y Voluntad Popular (VP), partido de Guaidó y del exprisionero político Leopoldo López .

Parecida suerte corren los principales líderes y dirigentes opositores, inhabilitados, exiliados, perseguidos o encarcelados. Un panorama desalentador que sitúa a la oposición entre la espada y la pared: sin posibilidad de competir electoralmente pero sabedora que en 2021 acaba el periodo legislativo de la actual AN.

La decisión sobre qué mecanismo elegir de cara al próximo 5 de enero está en pleno debate, soluciones todas ellas de máxima dificultad y en la que tampoco se excluye el gobierno en el exilio.

"Yo creo que en este momento está cerrada la salida electoral y no electoral. Ese es precisamente el nuevo reto. No salir, sino construir una puerta de salida en algo que se selló", sentenció Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.