Opinión: Ya hay un mejor motor de búsqueda que Google y es YouTube

¿Acaso ChatGPT acabará con Google?

Esa ha sido la pregunta de moda en Silicon Valley desde noviembre, cuando la empresa de inteligencia artificial OpenAI lanzó ChatGPT, un chatbot de apariencia tan asombrosamente humana que muchos lo vieron como un anticipo de cómo buscaremos información algún día. Sin duda, la especulación es precipitada. Como yo y muchos otros lo hemos señalado, ChatGPT es interesante, pero dista mucho de estar listo para el gran público.

Aun así, hablar de la desaparición de Google no es injustificado. El motor de búsqueda cumplió 24 años en septiembre, lo que en tecnología se califica de prehistórico, y yo soy uno de los muchos expertos que se han quejado de su menguante utilidad en su ocaso casi monopolístico.

Pero no hace falta esperar a ChatGPT para encontrar una fuente de información mejor que Google. En la actualidad —cuando quiero aprender algo, arreglar algo, comprar algo o decidir algo— la mayoría de mis búsquedas más importantes en internet se realizan en dos sitios, y ninguno de ellos es Google.

Uno de ellos es Reddit, un sitio sobre cuyo enorme papel en mi vida planeo escribir en una columna futura.

El otro es YouTube. El gigantesco sitio de videos es muchas cosas para mucha gente —de diferentes maneras, YouTube es un poco como TikTok, un poco como Twitch y un poco como Netflix—, pero creo que subestimamos la frecuencia con la que YouTube es un Google mejor. Es decir, a menudo es el mejor lugar en línea para encontrar conocimientos e información fiables y sustanciales sobre una gran variedad de temas.

Gran parte del resto de esta columna va a parecer una oda a YouTube, así que permítanme decir desde el principio que comprendo los muchos problemas de esta plataforma. Para empezar, “fiable”, en internet, es relativo. YouTube ha puesto en marcha políticas contra la desinformación y el extremismo más estrictas que antes, pero, como casi cualquier otro sitio en internet, puede ser una fuente de mentiras y un refugio para el radicalismo, y su algoritmo de recomendación, ávido de interacción, puede generar polémicas sensacionalistas tan indudablemente como Facebook o Fox News.

YouTube también ejerce un enorme poder sobre el ecosistema de los creadores en línea, y no ofrece ningún alivio del monopolio. Es propiedad de Alphabet, también la empresa matriz de Google, por lo que luchar contra el poder de mercado de Google cambiándose a YouTube es como comprar Doritos en lugar de Fritos para machacar a Frito-Lay.

Dicho todo esto, hay muchas ocasiones en las que YouTube es la mejor fuente en internet para encontrar respuestas a tus dudas.

La más obvia es cuando intentas aprender alguna habilidad física. Si quieres hacer un suflé, arreglar un desagüe atascado, aprender a tocar la guitarra, mejorar tu swing de golf o hacer básicamente cualquier cosa que se entienda mejor viendo a otra persona hacerlo, casi no tiene sentido buscar en otro sitio que no sea YouTube.

Ya he escrito antes sobre mi afición a los pasatiempos antiguos, como la cerámica y la masa madre. Este tipo de aficiones suelen implicar el desarrollo de una intuición para el oficio que solo se consigue con la práctica pero, esa práctica, según he descubierto, puede potenciarse viendo a otras personas hacer lo mismo muchas veces. Mis clases de alfarería tenían lugar una vez a la semana y duraban unas pocas horas, no el tiempo suficiente para desarrollar el sentido de la arcilla. Pero entre clase y clase veía a decenas de ceramistas en YouTube, y cada vez que iba a clase sentía que había absorbido algunos de sus trucos. Estoy segura de que mejoré mucho más rápido de lo que lo habría hecho en la época anterior a YouTube; de hecho, si no hubiera podido ver los progresos de otras personas en internet, quizá lo habría dejado.

En YouTube no solo se pueden aprender aficiones y habilidades domésticas. Si quieres entender algo realmente complejo, he descubierto que un video en YouTube es a menudo más informativo que lo disponible en otros sitios web. Tal vez hayas leído hace unos meses sobre el avance físico en el que unos investigadores crearon un diminuto agujero de gusano utilizando un ordenador cuántico. Un video de diecisiete minutos de la revista Quanta me acercó más que ninguna otra cosa a su comprensión.

No es un sustituto de la enseñanza en la vida real, pero como muchos padres aprendieron durante la pandemia, YouTube puede ser una ayuda tremendamente útil para que los alumnos aprendan Matemáticas, Ciencias, Historia y otras asignaturas. Ha tenido más éxito que muchas plataformas en línea rivales a la hora de fomentar un conjunto de creadores que producen contenidos educativos de alta calidad; echa un vistazo a canales como Crash Course y Veritasium.

Y luego están las clases universitarias. En YouTube abundan los semestres enteros de cursos populares de las escuelas más prestigiosas del país. Hace unos años, me di un atracón de Shakespeare porque encontré una serie irresistible de conferencias de Marjorie Garber, experta en Shakespeare en Harvard. Conocí la grandeza de Richard Feynman tras ver algunas de sus famosas conferencias. Y si alguna vez echas de menos la materia de Química de la preparatoria, hazte un favor y mira el curso introductorio del profesor del MIT Donald Sadoway.

Muchos padres desconfían de YouTube, y no creo que se equivoquen. Hay muchas cosas terribles: videos que incitan al odio, ignorantes, tontos, conspiranoicos o inapropiados. También hay mucha inanidad; gran parte de YouTube no es mejor que el vasto páramo de la televisión anterior a la edad de oro.

Pero esto es inevitable; también hay un montón de libros terribles en la biblioteca. Al mismo tiempo, me asombran algunas de las cosas que mis hijos han aprendido en YouTube y que yo nunca hubiera podido aprender cuando tenía su edad. El otro día estábamos viendo “Rescatando al soldado Ryan” cuando mi hijo de 12 años empezó a señalar inexactitudes históricas en la descripción del Día D que hace la película. Creo que yo ni siquiera había oído hablar del Día D a su edad. Gracias a su copioso consumo de documentales bélicos en YouTube, no para de hablar de la campaña del norte de África.

¿Dónde quedan las búsquedas en Google? Muchas de mis búsquedas en Google son de navegación (por ejemplo, buscar una página de Wikipedia o un artículo que leí la semana pasada) o de algún otro modo muy sencillas (buscar los sinónimos de alguna palabra, el tiempo que hará mañana). Para algo más, lo primero que consulto es al hermano de Google.

c.2023 The New York Times Company