La ONU se suma a las misiones diplomáticas que reducen su presencia en Haití
Naciones Unidas, 13 mar (EFE).- La ONU reducirá su presencia en Haití a partir de hoy por la "volátil situación de seguridad", sumándose a varias embajadas y representaciones diplomáticas que han tomado medidas similares en los últimos días ante la escalada de violencia.
La organización internacional ha decidido reducir la presencia de personal no esencial en Haití tras revisar sus protocolos de gestión de riesgos, pero los trabajadores encargados de las "actividades que salvan vidas" seguirán sus operaciones, según un mensaje de un portavoz.
"La ONU no se va a ir de Haití", destaca el mensaje, enviado a la prensa.
El lunes, Unión Europea informó de que ha evacuado a todo su personal en Haití ante el "dramático deterioro de la situación de seguridad", y en general, el resto de embajadas y representaciones en el país caribeño ha cerrado, reducido o aplazado sus servicios.
Todas las misiones diplomáticas en Haití llevan días recomendando a sus nacionales que extremen las precauciones y eviten los desplazamientos no esenciales, entre otros consejos.
El primer ministro haitiano, Ariel Henry, anunció ayer que dimitirá en cuanto haya un consejo presidencial de transición, lo que ha abierto una nueva puerta en el difícil camino de Haití para intentar superar la aguda crisis que atraviesa y los altos niveles de violencia, incrementados aún más en los últimos días.
Las peticiones de que Henry debía abandonar el poder se sucedían desde hacía mucho tiempo, tanto entre movimientos y formaciones políticas internas como entre las bandas armadas, que aseguraban que este era precisamente su objetivo último.
Haití está tomado por poderosas bandas armadas que controlan gran parte de Puerto Príncipe y otras zonas del país, y han arreciado sus acciones desde el 28 de febrero, cuando se conoció que Henry había retrasado para antes de finales de agosto de 2025 la celebración de posibles elecciones.
Las bandas han atacado instituciones, empresas públicas y privadas o cárceles, lo que ha permitido la huida de al menos 3.000 presos, entre ellos miembros y cabecillas de esas pandillas.
(c) Agencia EFE