Tras una ola de represión, el líder iraní busca bajar la tensión en las calles

TEHERÁN.- Casi tres semanas después de que estallara una de las mayores protestas en las cuatro décadas del régimen, el ayatollah Ali Khamenei, guía supremo de Irán, buscó calmar las aguas al aprobar que algunas víctimas de la represión sean consideradas "mártires".

La violenta respuesta de las fuerzas de seguridad a las manifestaciones dejó por lo menos 200 muertos, según denunció Amnistía Internacional, y más de 1000, de acuerdo con estimaciones más elevadas de Estados Unidos.

Khamenei aceptó que quienes murieron sin haber "tenido ningún papel" sean reconocidos como "mártires", indicó ayer su portal oficial. El título de "mártir" suele otorgarse a soldados caídos y, en general, puede dar lugar a compensaciones financieras para los descendientes o los familiares y facilidades para la contratación o para entrar en la universidad.

Según la página web del guía, Khamenei le encargó al contraalmirante Ali Shamjani, secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, un informe sobre las "causas de la agitación", la identidad de las personas muertas y en qué circunstancias murieron.

Las protestas estallaron el 15 de noviembre, tras el anuncio de una suba del precio de la nafta, en plena crisis económica, y se llevaron a cabo en un centenar de ciudades. Las autoridades afirmaron haber instaurado el orden en unos días, pero con una respuesta que sofocó a sangre y fuego las marchas, básicamente pacíficas.

Khamenei ahora busca de alguna manera discernir entre las víctimas que merecen ser consideradas "mártires" y las que se quedarán fuera de esa calificación y de los beneficios a sus familiares.

Según el informe que redactó a su pedido Shamjani, entre los muertos de las protestas estaban quienes "no tuvieron ningún papel", los que sí tomaron parte y los agitadores "armados".

Sobre "las víctimas que perdieron la vida de algún modo en las manifestaciones" se pagará una indemnización a sus familias. En cuanto a "quienes fueron abatidos estando armados en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad", sus familias serán compensadas "de forma proporcionada", según el portal del guía, que sin embargo no brinda más detalles.

Agitadores

El anuncio del ayatollah sobre los mártires, distintas categorías de caídos y resarcimientos familiares parece contradecir, o al menos parece superar en dimensiones, los datos oficiales sobre el número de víctimas, que registra solo cinco muertos, cuatro de ellos incluso miembros de las fuerzas de seguridad víctimas de "agitadores".

Amnistía Internacional denunció la "horrible matanza" de civiles en la represión y dijo que "al menos 208 personas" habrían sido abatidas. Teherán rechazó esa denuncia, así como las de otras organizaciones humanitarias, que considera "mentiras absolutas".

Estados Unidos subió los números ya escalofriantes que presentó Amnistía y que parecen moderados en comparación con los más de 1000 que estimó Washington.

El enviado especial de Estados Unidos a Irán, Brian Hook, estimó que Teherán "pudo haber matado a más de 1000 personas" desde el inicio de las protestas en ese país. "Varios miles fueron heridos y al menos 7000 manifestantes fueron detenidos", agregó. "No podemos tener certezas, porque el régimen bloquea la información", señaló.

El presidente Donald Trump, que reinstauró las sanciones económicas contra Irán a mediados de 2018, tras desvincularse del pacto nuclear multilateral, denunció la "represión brutal" de manifestantes y criticó la multiplicación de arrestos.

"Es horrible", dijo el magnate en una reunión en la Casa Blanca y en presencia de diplomáticos de la ONU. "Están matando a mucha gente y arrestando a miles de sus propios ciudadanos en una represión brutal", agregó.

Hasta ahora las autoridades iraníes habían calificado los hechos de "disturbios" y "revueltas" fruto de una conspiración de los enemigos de Irán, como Estados Unidos, Israel, Arabia Saudita o los "monárquicos" de los Mujahidines del Pueblo, un grupo opositor, exiliado, que Teherán considera una secta "terrorista".

Pero los conflictos se multiplican para el régimen. En una carta al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, Gran Bretaña, Francia y Alemania, tres de los signatarios del tratado de 2015, acusaron a Irán de estar desarrollando misiles balísticos con capacidad nuclear, en violación del acuerdo.

Agencias AFP, AP y ANSA