Ola de detenciones de cubanos aviva temores de que se reanuden las deportaciones a la isla

Cuando Dachel Caballero fue a una cita en la oficina del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos en Miramar a principios de esta semana, el cubano de 30 años pensó que volvería a casa con su esposa y su hijo recién nacido.

Pero al entrar, Caballero supo que algo andaba mal cuando los oficiales lo despojaron de sus pertenencias. De ahí se lo llevaron al Centro de Transición de Broward, un centro de detención para inmigrantes en Pompano Beach.

Caballero es uno de varios cubanos detenidos bajo el expresidente Donald Trump, y que ahora enfrentan la posibilidad de ser enviados a Cuba, ya que la administración de Biden parece estar sopesando la reanudación de los vuelos de deportación para frenar un éxodo masivo de la isla.

Hasta el jueves, unos 30 cubanos estaban bajo custodia en el Centro de Transición de Broward. Las autoridades le dijeron que serían devueltos a la isla porque el gobierno cubano aceptó recibirlos, según entrevistas con detenidos, familiares y abogados.

“Esto me duele mucho. Tengo un niño recién nacido, me casé con mi esposa para hacer una vida en este país,” dijo.

Varios detenidos compartieron la misma historia: que cruzaron la frontera entre Estados Unidos y México durante la administración de Trump y se presentaron ante las autoridades. Pasaron hasta dos años bajo la custodia de ICE en Luisiana y otros lugares, y el gobierno les negó las solicitudes de asilo. Fueron liberados al comienzo del mandato del presidente Joe Biden bajo supervisión porque el Departamento de Seguridad Nacional no pudo deportarlos a Cuba.

Los inmigrantes cubanos le dijeron al Miami Herald que tenían permisos de trabajo y números de Seguro Social y que estaban haciendo una vida en el sur de la Florida, a menudo como el único sostén de sus familias, cuidando a niños y familiares enfermos. Luego, la semana pasada, dijeron que recibieron llamadas de funcionarios de ICE que decían que habían perdido citas y tenían que ir a la oficina.

“Estamos trancados sin ninguna respuesta, desesperados,” dijo Carlos Trueba, uno de los detenidos que pasó 18 meses en un centro de detención de ICE en Arizona cuando primero llegó a los Estados Unidos en el 2019.

Trueba, quien llevó a su mamá a una cita médica antes de ser detenido, dijo que él y otras personas en la misma situación sintieron que el gobierno de Estados Unidos los había engañado porque no esperaban ser encerrados.

“Supuestamente Cuba nos aceptó,” dijo Trueba, 31, “pero no tenemos ni una fecha de vuelo.”

Un migrante cubano mostró al Miami Herald un documento de revocación de liberación que había recibido, leyédolo en voz alta. Según el documento, Cuba estaba revisando su caso para la expedición de documentos de viaje.

“ICE ha determinado que puede ser expulsado rápidamente de los Estados Unidos de conformidad con la orden de expulsión en su contra”, dice el documento. “Su caso está bajo revisión actual por parte de Cuba para la emisión de documentos de viaje”.

Wilfredo Allen, un abogado de inmigración con sede en Miami, dijo que no había visto este tipo de acción por parte de las autoridades migratorias hacia los inmigrantes cubanos en sus 40 años de abogacía.

Allen le dijo al Herald que es posible que alguno sea elegible para solicitar una orden de suspensión de la deportación, que permite a los inmigrantes que tienen familiares inmediatos, como padres, cónyuges o hijos menores de edad que son ciudadanos o residentes de los EEUU que dependen de ellos para detener su deportación.

“Tienen familiares que pueden sufrir su deportación”, dijo Allen.

Un futuro incierto para los cubanos indocumentados

Tras décadas de Estados Unidos aceptar inmigrantes cubanos como refugiados, la administración de Obama negoció un acuerdo con el líder cubano Raúl Castro en 2017 para regresar a la isla a los inmigrantes que cruzaran la frontera entre Estados Unidos y México. Los vuelos de deportación comenzaron bajo la administración de Trump, pero se detuvieron alrededor de marzo de 2020 debido a la pandemia de COVID. No se han reanudado porque el gobierno cubano se ha negado a aceptarlos.

Pero las presiones políticas sobre el manejo de la frontera sur han llevado a la administración de Biden a buscar formas de frenar el éxodo histórico de inmigrantes que llega al país, incluidos los cubanos. Casi 200,000 cubanos llegaron a través de México o en embarcaciones rústicas entre octubre del año pasado y agosto, según estadisticas del gobierno federal a la vez que continua deteriorándose la situación económica y política en la Isla.

En abril, funcionarios estadounidenses y cubanos renovaron su compromiso con los acuerdos migratorios de 1995 y 1996, que establecían una cuota de 20,000 visas de inmigrantes para cubanos cada año. El Departamento de Estado también dijo que aumentará el personal en la embajada en La Habana para reanudar el procesamiento de todas las visas de inmigrantes a principios del próximo año en la capital cubana.

El miércoles, el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez, culpó a las políticas migratorias de Estados Unidos por el éxodo. Sin embargo, no dijo si su gobierno permitió nuevos vuelos de deportación. Cuba también aceptó recientemente una donación de $2 millones de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional para ayudar a las víctimas del huracán Ian, un desarollo inesperado en las relaciones entre ambos países.

Los testimonios de los detenidos sugieren que los vuelos podrían reiniciarse pronto. ICE remitió preguntas sobre la deportación de cubanos al Departamento de Estado. El Departamento de Estado, a su vez, remitió las preguntas al Departamento de Seguridad Nacional, la agencia matriz de ICE.

El DHS no se refirió a las deportaciones, pero emitió la siguiente declaración:

“Independientemente de la nacionalidad, las determinaciones de custodia se realizan caso por caso, de acuerdo con la ley de los EEUU y la política del Departamento de Seguridad Nacional, considerando los méritos y factores individuales de cada caso”, dijo un portavoz del DHS. “Las decisiones asociadas se toman de manera profesional y responsable, informadas por la experiencia de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y de la manera que mejor protege contra las mayores amenazas a la patria”.

“Todos tenemos miedo”

La repentina detención de los inmigrantes cubanos causó conmoción entre inmigrantes, familias, activistas y proveedores de servicios legales en el sur de la Florida, que exigen respuestas del gobierno federal.

“Todos están rehaciendo sus vidas. Hacerles esto otra vez me parece una crueldad increíble”, dijo María Bilbao, coordinadora de campaña del American Friends Service Committee.

“Estamos extremadamente preocupados de que se hayan reiniciado los vuelos de deportación a Cuba, y esto es un shock para las familias y hace que la gente, comprensiblemente, tenga miedo”, dijo Lily Hartmann, defensora de los derechos humanos de Americans for Immigrant Justice.

Las autoridades de inmigración no han dicho si los inmigrantes cubanos detenidos caen dentro del perfil criminal que la administración de Biden había dicho que priorizaría la deportación. Sin embargo, un tribunal federal le otorgo una discreción más amplia a los oficiales de inmigración al bloquear las prioridades establecidas por Biden.

El gobierno considera los antecedentes penales de una persona, entre varios otros factores, tales como los lazos comunitarios y el historial de inmigración, cuando decide si colocará a una persona bajo custodia de inmigración. El Centro de Transición de Broward tiene “detenidos no criminales y de baja seguridad a corto plazo”, según su operador privado Geo Group.

Algunos de los cubanos entrevistados dijeron que ICE les dijo incorrectamente que habían faltado a las citas.

Bilbao, quien acude semanalmente a la oficina de ICE para apoyar a las personas en los trámites migratorios, dijo que con frecuencia, cuando alguien se presenta a una cita, los funcionarios de ICE le ordenan reprogramarla por correo electrónico. Pero esos correos electrónicos a menudo quedan sin respuesta, dijo Bilbao. Durante la pandemia, agregó, el gobierno también canceló y reprogramó citas. Varios inmigrantes también han descrito previamente escenarios similares al Miami Herald.

“Siempre vimos esto como una posibilidad y les decimos que siempre guarden los correos electrónicos que envían y tomen una foto del edificio el día que van”, dijo.

María García Valdés, la madre de Trueba, no puede trabajar debido a múltiples condiciones de salud, que incluyen cáncer de seno, osteoporosis y fibromialgia. También sufrió un accidente de carro el año pasado y le pusieron tornillos de titanio en el cuello.

“Él me lleva a todas las quimios”, dijo sobre su hijo detenido. “Él es mi sostén aquí desde que llegó”.

García Valdés, de 59 años, tuvo que ir sola a la quimioterapia por primera vez esta semana desde que le diagnosticaron cáncer en marzo. Ahora le preocupa que Trueba regrese a un país donde fue perseguido por protestar y que su hijo de 18 años tenga que dejar la escuela porque su familia no puede costear sus gastos.

En Cuba, dice Trueba, el gobierno ya considera a los detenidos como “gusanos” por haberse ido a Estados Unidos.

“Ahora mismo realmente, todos estamos sufriendo más por el estado mental en el que nos encontramos por otra cosa,” dijo Trueba.

Yudisleidy Molina, esposa de Caballero, el detenido que tiene un hijo recién nacido, dijo que la liberación de su esposo luego de pasar unos dos años detenido fue una oportunidad para que la joven pareja hiciera una nueva vida en Estados Unidos.

Caballero esta haciendo sus estudios para ser electricista. Fue quien mantuvo a flote su hogar cuando Molina tuvo que descansar durante su embarazo porque corría riesgo de aborto espontáneo. Ahora, ella está cuidando a su recién nacido sola.

“Esto es como estar viviendo una pesadillla”, dijo.