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Suicidios vinculados con reality shows enciende las alarmas en el Parlamento británico

Los reality shows pueden ser mortales.

Mike Thalassitis participó en la serie Love Island en 2017. En marzo de 2019 se suicidó en un parque en el norte de Londres. (Foto The Guardian)
Mike Thalassitis participó en la serie Love Island en 2017. En marzo de 2019 se suicidó en un parque en el norte de Londres. (Foto The Guardian)

La muerte de Steve Dymond luego de aparecer en el programa The Jeremy Kyle Show, hizo reaccionar al parlamento británico, tras años de rumores y señalamientos de explotación y malos tratos de las personas que participan en series de telerrealidad.

Dymond se habría suicidado a los 63 años en medio de la desesperación por haber fallado una prueba de detección de mentiras que tomó de manera voluntaria frente a las cámaras para demostrarle a su prometida que le era fiel.

La Comisión de Cultura y Medios pondrá la lupa sobre las firmas productoras para determinar si cuidan adecuadamente a los participantes que se enfrentan sin guion a situaciones extremas. Los legisladores también determinarán si es necesario imponer normas de funcionamiento más estrictas a los programas de realidad simulada.

El caso Dymond es el más reciente de al menos 39 casos de suicidios desde la década de 1980 en Australia, Suecia, Estados Unidos, Japón y Gran Bretaña de personas que participaron en reality shows.

Las huellas de la guerra televisiva

El primer reality show de experiencias extremas fue producido en Suecia en 1997 y comenzó con un enorme traspiés. Para el momento de la transmisión del primer episodio de Robinson, uno de los participantes llevaba dos meses muerto. Sinisa Savija, de 34 años, se lanzó a las vías del tren cuatro semanas después de regresar del rodaje de la serie en Malasia, tras haber sido eliminado en la primera ronda.

Sinisa Savija durante la grabación la primera temporada de la versión sueca del reality Robinson en 1997. Se suicidó antes de la transmisión del programa. (Captura pantalla YouTube)
Sinisa Savija durante la grabación la primera temporada de la versión sueca del reality Robinson en 1997. Se suicidó antes de la transmisión del programa. (Captura pantalla YouTube)

La televisora SVT editó el primer episodio de tal manera que Savija apenas aparece y negó toda responsabilidad sobre lo ocurrido. El medio alegó que el joven estudiante de derecho había vivido en Suecia sólo unos años al momento de grabar el show. Había nacido en Bosnia y escapó junto a su esposa Nermina en plena guerra de los Balcanes.

Nermina culpó a la serie Robinson por el suicidio de su esposo: “Llegó profundamente deprimido y preocupado después de su eliminación. Se sintió degradado como persona y para él la vida perdió el sentido”, dijo Nermina al diario The Guardian.

Tres años después, el director de política editorial de la BBC Philip Harding advirtió que los elevados nivel de estrés experimentados en los concursos de realidad pudieran llevar un día a la muerte”.

Ya era demasiado tarde. Lejos de ahuyentar a las empresas y a la audiencia, el formato de la realidad extrema se había popularizado y extendido a muchos países.

Otra historia trágica es la de Najai Nitro Turpin, quien tenía 23 años cuando se pegó un tiro en la cabeza después de perder un combate de un millón de dólares en The Contender, el reality creado por Rocky”, Sylvester Stallone, y el legendario Sugar Ray Leonard.

Era de Filipinas pero vivía en Philadelphia, estado de Pennsylvania. Antes de participar en el concurso de televisión había ganado 13 de las 14 peleas disputadas en el cuadrilátero.

La isla del desamor

Otro reality que ha tenido su dosis de mala suerte ha sido “Love Island”. El participante de la temporada de 2017, Mike Thalassitis, se suicidó al colgarse de un árbol en un parque en el norte de Londres en marzo de 2019. La policía descartó que se tratara de un homicidio.

El hecho tomó a muchos por sorpresa. Se trataba de un chico guapo de 26 años que exudaba seguridad. Algunos también pensaron que su entrenamiento como jugador semi-profesional de futbol lo habría preparado para manejar la presión, pero no fue cierto

Thalassitis estaba deprimido y no tuvo a la mano la ayuda profesional que necesitaba.

Una serie de duelos personales, sumada a una acumulación de deudas para mantener su agitada vida social habría desencadenado la fatídica decisión: se había separado recientemente de Megan McKenna, a quien conquistó durante el programa, y aún lloraba la muerte de su abuela de 94, a quien se había dedicado a cuidar debido a su avanzada edad.

La reina de belleza y celebridad de Love Island, Sophie Gradon, también se habría ahorcado en 2018 tras tomar una dosis mortal de medicamentos, alcohol y drogas.

Imagen de Sophie Gradon cuando a los 22 años ganó el concurso de Miss Inglaterra en 2008 al participar Newcastle. Se quitó la vida 10 años después. (Photo by Ian West – PA Images/PA Images via Getty Images)
Imagen de Sophie Gradon cuando a los 22 años ganó el concurso de Miss Inglaterra en 2008 al participar Newcastle. Se quitó la vida 10 años después. (Photo by Ian West – PA Images/PA Images via Getty Images)

La estabilidad no era el fuerte de Sophie. Durante su participación en Love Island, la reina de belleza comenzó como pareja de Thomas Powell, pero éste fue eliminado y continuó la serie con un romance con una mujer llamada Katie. Pero al finalizar el programa corrió a los brazos de Thomas por un tiempo.

La mujer de 32 años tenía historia de episodios depresivos desde 2013. Su madre, Deborah Gradon, arremetió contra Love Island y The Jeremy Kyle Show y los calificó de “malvados”.

Gradon aseguró que los productores del programa enviaban medicamentos hasta la habitación de su hija a pesar de que no tenía la estabilidad mental para tomarlos de manera segura.

Murió en los brazos de su nuevo amor, Aaron, quien también quitó la vida unos días después.

Morir por rating

El psicólogo y comentarista británico Arthur Cassidy dijo que el problema con desear la fama es que la realidad por TV crea un mundo distorsionado porque afecta la auto identidad. Y esas no son buenas noticias cuando la mayoría de las personalidades son muy vulnerables.

“Algunas vienen de familias de bajos ingresos, otros están desempleados y su motivación de involucrarse en eso es hacer dinero más rápidamente y aumentar la imagen individual de una manera profunda y significativa sin entender en realidad las consecuencias negativas de convertirse en una micro-celebridad.”, dijo el experto a INews.

Cassidy indicó que pone en entredicho el tipo de pruebas psicológicas previas realizadas a los concursantes porque es obvio que muchas personas vulnerables pasaron los test. “Evaluaciones psicométricas efectivas y apropiadas deberían identificar a los que son emocionalmente vulnerables y a las personas que no deberían ser autorizadas a participar”.

Agregó que los productores manipulan a los concursantes para actuar de determinadas maneras como si fueran títeres y calificó esas prácticas de antiéticas y crueles. “Hay un deseo obsesivo por las ganancias y los ratings y eso tiene que parar porque lo hacen a expensas de esas personas y su salud mental”.

La lista completa

El diario británico The Sun publicó la lista de los participantes de programas de telerrealidad que habrían decidido terminar sus vidas en suicidios. La nota menciona 38 nombres porque fue publicada antes de la muerte de Dymond.

(Captura the pantalla The Sun)
(Captura the pantalla The Sun)