Anuncios
Elecciones México 2024:

Cobertura Especial | LO ÚLTIMO

Oka Giner aprendió a confiar en sí misma

CIUDAD DE MÉXICO, mayo 30 (EL UNIVERSAL).- Para Oka Giner el proceso que experimentó al asumir el protagónico juvenil de la telenovela "Perdona nuestros pecados" fue hasta cierto punto negativo, en un inicio.

A punto de despedirse de Elsa, personaje que interpreta en el melodrama producido por Lucero Suárez, Oka relata lo dura que era consigo misma.

"Me regañaba a mí misma, dudé mucho de mí, de mis capacidades. Un buen día decidí que tenía que hacer lo que quería hacer y punto, que lo demás no dependiera de mí", dice en entrevista con EL UNIVERSAL.

La actriz explica lo que significó que finalmente aprendiera a confiar en ella.

"Cuando confié en mí, en mi trabajo, en mi talento y en lo que sé hacer, las cosas pasaban de esta manera, ese es mi mayor aprendizaje: a no dudar nunca de mis capacidades.

"Cuando te cae una oportunidad de esta magnitud con la responsabilidad que te conlleva sí me cuestionaba si a la gente le iba a gustar mi trabajo, porque para mucha gente soy nueva cara, pensaba cómo me iban a recibir", comenta.

En la telenovela que este viernes termina por Las Estrellas, Oka interpreta a Elsa, una joven inteligente, y con un carácter fuerte, que se atreve a poner en su sitio al que sea si ve que se trata de una injusticia. Su interés romántico en pantalla recae en Andrés (Emmanuel Palomares), aunque aún no han podido estar juntos.

"¡El público ya merece dejar de sufrir!", dice sobre quienes están al pendiente de la trama, pues desde que arrancó, su personaje no ha dejado de llorar y vivir experiencias que la han hecho sentirse en un infierno por culpa de su padre Armando Quiroga (Jorge Salinas).

Primero al no dejarla tener un noviazgo con Andrés (Palomares) por la diferencia de clases sociales y después porque cuando su personaje quedó embarazada fue enviada a otro lugar para que nadie se enterara que iba a tener una bebé de él.

"El público merece ver que las cosas van a caer por su propio peso, que todos van a tener su merecido, tanto buenos como malos", considera Oka.