Cómo las ofrendas por el Día de Muertos rinden homenaje a los cientos que fallecieron por COVID-19: ‘La gente sólo muere cuando la olvidas’

Un ramo y veladoras con una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe fueron colocadas cerca del retrato de boda de los padres de Gardenia Rangel en una pequeña mesa en la sala de su antigua casa.

Las veladoras eléctricas no se han apagado desde que su madre y su padre murieron de COVID-19 en febrero pasado. De vez en cuando, Rangel toca música de mariachi para recordarlos.

Amaban la música mexicana, dijo su hija.

“Pienso en ellos todos los días”, dijo Rangel. “Pero no quiero dejar de extrañarlos nunca porque dicen que la gente sólo muere cuando los olvidas”.

Rangel quiere encontrar una manera de celebrar la vida de sus padres este próximo Día de Muertos a través de una ofrenda, un altar para honrar a los fallecidos, y planificando una reunión familiar para compartir su legado de amor.

Cientos de otros habitantes de Chicago fallecidos por el coronavirus también son recordados como parte de las ofrendas del Día de Muertos en toda la región. Algunas familias están instalando un altar por primera vez, mientras que otras continúan la tradición mexicana que ya no es únicamente folclórica, dadas las muchas muertes relacionadas con el COVID-19.

“El año pasado, miles de personas compartieron el dolor de perder repentinamente a un ser querido y se dieron cuenta, a pesar de todas nuestras diferencias, de que el Día de los Muertos está destinado a brindar algún tipo de consuelo; para recordar a los que se fueron y celebrar el tiempo que pasaron con nosotros y apreciar los momentos que pasamos juntos”, dijo Cesáreo Moreno, director de artes visuales del Museo Nacional de Arte Mexicano.

Moreno curó una exhibición especial en el museo para rendir homenaje a quienes murieron por COVID-19 en México y Estados Unidos con ofrendas y otras instalaciones de arte.

Según la tradición, se cree que en el Día de Muertos, el 2 de noviembre, las familias dan la bienvenida a las almas de sus familiares fallecidos para pasar tiempo con sus seres queridos, comer su comida favorita y celebrar la vida.

La exhibición “Día de Muertos - Un tiempo para llorar y recordar” (hasta el 12 de diciembre) marca la 35ª exhibición anual del Día de Muertos en el museo. Este año presenta una ofrenda conmemorativa por covid que tiene más de 200 fotos de personas que murieron a causa del virus y tienen una conexión con Chicago o el museo.

Está la foto del padre de Jesús Gómez, quien murió en México por complicaciones del COVID-19, fue enterrado el mismo día que Gómez recibió su primera dosis de vacuna en Evanston.

“Casi lo logra”, dijo Gómez.

La foto de Sandra Valle, una activista por los derechos de los inmigrantes y residente de Pilsen, también adorna la ofrenda. El año pasado, los hijos de Valle celebraron la festividad por primera vez para honrar a su madre, pero también para ayudarlos a recuperarse del dolor de perderla, dijo su hija Jennifer Sosa.

Alejandro García Nelo, el creador de la ofrenda en el museo, colocó un gran corazón que se asemeja a un milagro de madera —artículos religiosos usados como oraciones— en el centro para reconocer la angustia que la pandemia ha causado en todo el mundo, dijo.

“Muchas familias no pudieron despedirse de sus seres queridos antes de morir; muchos más ni siquiera pudieron tener una ceremonia o ritual para enterrarlos, por lo que han vivido con el corazón destrozado y con mucho dolor, sin poder lograr un cierre”, dijo García Nelo.

Pero el corazón también significa que a pesar del dolor, “sus seres queridos siempre serán parte de todos nosotros”, agregó.

García Nelo, artista de México, ha colaborado con el Museo de Arte Mexicano en Chicago por más de 20 años. A lo largo de su carrera, se ha especializado en instalaciones del Día de los Muertos que muestran cómo se celebra la festividad en diferentes regiones de México.

Aunque el Día de los Muertos ha sido ampliamente reconocido en Estados Unidos, está de acuerdo con Moreno en que su importancia ha cambiado durante la última década, ya que la gente ahora lo reconoce más allá de una simple instalación de arte.

“Ya no son sólo obras de arte, altares coloridos que observas; la gente ahora entiende que simbolizan a personas reales”, dijo Moreno.

En El Trébol Liquors and Bar, uno de los bares más antiguos de Pilsen que ha servido principalmente a inmigrantes mexicanos durante las últimas cuatro décadas, una pequeña ofrenda con fotos de clientes fallecidos adorna el bar.

Hay papel picado y calaveritas de azúcar junto a las fotos, junto con la cerveza favorita de los antiguos clientes.

Cerca de allí, Isabel Hernández, de Pilsen, convirtió su dolor por la pandemia en la fuerza para construir una ofrenda de 15 pies en honor a los seres queridos de sus vecinos. El altar de siete niveles en su patio está adornado con más de 250 fotos de personas de su comunidad que perdieron la vida en los últimos dos años.

El nivel superior incluye las fotos de sus abuelos, a quienes perdió hace varios años, y las fotos de su hermano y un amigo de la familia que murió de COVID-19.

El año pasado se propuso construir un altar para ayudar a la comunidad a rendir homenaje a quienes estaban muriendo de COVID-19, ya que todas las celebraciones del Día de Muertos fueron canceladas debido a la pandemia, dijo.

Este año, Hernández, quien ha vivido en el área durante más de 40 años, reunió fotos de sus vecinos y construyó el enorme altar por su cuenta durante tres semanas.

“El Día de los Muertos nos enseña a convertir el dolor, el duelo, en amor y aprecio por el tiempo que tuvimos a esas personas en nuestras vidas, en nuestra comunidad”, dijo Hernández.

Gardenia Rangel dice que espera que las celebraciones y los rituales del Día de Muertos le ayuden a aceptar la muerte de sus padres.

No pudo despedirse de sus padres, ya que se infectaron de camino a casa desde su ciudad natal en México.

“Nunca llegaron a casa”, dijo.

Su único consuelo es saber que están juntos y “se amarán para siempre dondequiera que estén”.

larodriguez@chicagotribune.com

  • Este texto fue traducido por Octavio López/TCA