Ofrecen serenata con gaitas para anciano agonizante, veterano de tres guerras

Para Rob Briggs, uno de los placeres de vivir en su barrio en Antioquia, Illinois, consistía en compartir con su vecino James “Jim” O'Connor, un veterano de tres guerras que tenía mucho que contar.

“Me sentaba en su garaje durante horas y él me enseñaba sus conocimientos. Aprovechaba cada oportunidad para pasar tiempo con él cuando podía”, contó Briggs, de 45 años, a NBC News.

image

En los últimos años la salud de su vecino y amigo se deterioró. Con 91 años, una neumonía y otras dolencias, el anciano decidió pasar sus últimos días con cuidados paliativos en casa.

El 13 de septiembre, Briggs le estaba haciendo una visita a O'Connor y una enfermera comenzó a hablar de sus gustos musicales. Briggs le preguntó a O'Connor qué prefería escuchar.

“Usted no sabe cómo tocar mi música favorita”, respondió O'Connor.

Y le contó que cuando era niño, había tocado la gaita y que su canción favorita era “Danny Boy”, una balada irlandesa.

Briggs tuvo una idea: ofrecer un recital especial para su viejo amigo. Contrató una banda de gaita del norte de Illinois y a través de un amigo lanzó una invitación en Facebook para quienes quisieran asistir al concierto.

Pero nunca imaginó cuál sería la respuesta.

Al día siguiente unas 400 personas acudieron al improvisado homenaje, entre ellas el alcalde, quien declaró el 15 de septiembre como Día de Jim O'Connor en Antioquia.

No sólo vecinos, conocidos y antiguos colegas del anciano acudieron sino también completos extraños. A todos llegó a voz de la generosidad y afabilidad del anciano, veterano de la Segunda Guerra Mundial y las guerras de Corea y Vietnam.

Cuando la banda interpretó el himno nacional y “God Bless America”, O'Connor se echó a llorar.

Después los miembros de la comunidad hicieron fila para estrechar su mano y darle las gracias por su servicio.

“Jim es sin duda mi héroe”, afirmó Briggs. “Es decir, se alistó en el ejército ilegalmente a los 16 años de edad el día después de Pearl Harbor. Eso es ser un verdadero héroe.”

Y el hijo del anciano dijo estar sorprendido por la reacción de la comunidad.

“Siempre he estado muy orgulloso de ser su hijo”, afirmó Robert O'Connor, de 64 años. “Pero ese día fue la cosa más increíble de la que he sido testigo.”

Jim O’Connor falleció dos días después del homenaje.