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La Oficina Anticorrupción de Argentina dejará de ser querellante en las causas

Buenos Aires, 20 oct (EFE).- La Oficina Anticorrupción (OA) de Argentina, que depende del Gobierno, dejará de intervenir como querellante en las causas penales en las que se investiga a funcionarios y exfuncionarios públicos, por lo que derivará los casos a la Fiscalía y redesignará su personal, según lo dispuso en una resolución oficial.

"Habrá de disponerse el desistimiento del rol de querellante en los procesos penales en los que se interviene en tal carácter", indicó en una providencia el titular de la OA, Félix Crous, que asumió el cargo con la llegada a finales de 2019 de Alberto y Cristina Fernández como presidente y vicepresidenta del país, respectivamente.

Y ordenó poner a disposición del Ministerio Público Fiscal de la Nación documentos relativos a esos procesos en los que hasta ahora la OA se había presentado como querellante.

La OA intervenía como querellante en varias causas donde miembros del Gobierno anterior, entre ellos su presidenta, Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), actual vicepresidenta, están involucrados, como el caso de los cuadernos de la corrupción, pero también contra el expresidente Carlos Menem (1989-1999).

Crous argumentó su decisión en base a una evaluación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que indicó que "para que la OA pueda desplegar su potencial para impulsar un cambio sistémico, debería hacer más visible su papel como diseñadora y asesora de políticas". Y "desarrollar una estrategia de comunicación dirigida a clarificar y enfatizar su rol preventivo".

También, en restricciones presupuestarias, entre otros aspectos.

POLÉMICA

"Saluden a la impunidad que llegó para quedarse", tuiteó la anterior titular de la OA, durante la Administración de Mauricio Macri, Laura Alonso.

"Cuadernos, Odebrecht, Once, Ciccone, Ruta del Dinero, Obra Pública son algunas de las querellas que deja la OA. Había recursos humanos muy buenos. Los echaron o no los recontrataron. Una pena para el país que retrocede muchísimo", dijo Alonso.

"En la nueva Ley de Ética Pública que mandamos al Congreso (y duerme) propusimos un cambio para fortalecer todo el sistema de control sobre los funcionarios. Saludemos esa reforma que nunca será", agregó.

Y finalizó: "Hay que defender más que nunca al Procurador (fiscal) General (Eduardo) Casal y a los fiscales que siguen peleando en los expedientes contra la fuerza oscura de la impunidad. A todos ellos debemos acompañar y apoyar públicamente".

Crous declaró luego en Radio 10 que no quería polemizar con Alonso: "La OA no debe querellar, esta es mi concepción".

Dependiente del Poder Ejecutivo, la Oficina Anticorrupción fue creada en 1999 y sus ejes principales giran en torno a promover la ética pública y la transparencia en la gestión y los actos de gobierno, así como asesorar a los organismos públicos.

También formula denuncias penales y hasta ahora, en algunos de esos casos, ejercía como querellante en las causas penales, cometidos que han despertado polémica en diversas ocasiones por el supuesto carácter político de las decisiones, al ser una oficina que depende del Gobierno de turno.

Al tomar la decisión de dejar de ejercer ese último rol, Crous afirma que es mejor ordenar los recursos de un modo racional y económico para el cumplimiento de un rol preventivo.

(c) Agencia EFE