Anuncios

Solo en Off. El "vuelto" de Axel Kicillof a los intendentes del PJ que querían ver afuera al ministro Sergio Berni

Los intendentes de Pro bonaerense escuchaban, algo incómodos, los picantes diálogos entre sus pares peronistas, en la previa del anuncio del presidente Alberto Fernándezque iba a decretar la quita de poco más de un punto de coparticipación de la ciudad de Buenos Aires, para asistir a las arcas del gobernador Axel Kicillof.

"¡Qué bueno que ahora tenemos gobernador! Grande Alberto!", comentaban entre ellos los intendentes que tienen en Juan Zabaleta (Hurlingham) a su principal contacto con la Casa Rosada, con el conflicto con la policía bonaerense en vías de resolverse.

Un presidente asintomático, dos expresidentes crónicos y un paciente en la sala de espera presidencial

Algunos de ellos, en reserva, arriesgaban los nombres del intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, y del propio Zabaleta como eventuales reemplazos de Sergio Berni, el polémico ministro de Seguridad a quien varios de ellos querían fuera de su puesto. Así se lo habían hecho saber al gobernador cuando lo fueron a ver antes de que estallara el conflicto salarial.

Cuentan testigos de la tertulia previa en Olivos que algunos dardos le llegaron, de manera directa, al propio Kicillof. El gobernador solo sonrió al conocerlos, y pocos minutos más tarde fue él quien celebró: el Presidente le aseguró los fondos necesarios para destrabar el conflicto con la policía y Berni continuó en su puesto.

"Los intendentes están recalientes, pero la guerra continúa", comentó un funcionario municipal al tanto de las desconfianzas mutuas entre Kicillof y los intendentes peronistas, que estarán atentos a la llegada (o mora) de los fondos prometidos a los municipios en concepto del megaplan de Seguridad anunciado por el Presidente la semana anterior.

El Frankenstein del conurbano inquieta a Cristina Kirchner, Alberto Fernández y Axel Kicillof

"Kicillof cree en el Estado como centralidad y desconfía de los intendentes, que a su vez están cansados de que los ninguneen", contestó otro funcionario Pro sobre diálogo permanente con sus pares peronistas del conurbano, que se quedaron con las ganas de ver a Berni fuera de juego y con un Kicillof con más espaldas para afrontar los difíciles meses que vienen.

"Empeorar a la Ciudad no necesariamente le va a mejorar tampoco la vida los bonaerenses, porque millones de bonaerenses buscan atención y cuidado en la ciudad", dijo ayer el intendente macrista de Vicente López, Jorge Macri, dejando en claro que los intendentes del PJ tienen aliados en la oposición a la hora de hacer valer su descontento con la gestión bonaerense.

Kravetz, un dirigente Pro fan de la "mano dura" brasileña

Durante su última visita a Lanús, el martes pasado, la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, fue recibida por el intendente local, el macrista Néstor Grindetti, y su secretario de Seguridad, Diego Kravetz, quien lucía un colorido barbijo del BOPE, la fuerza de choque de la Policía Militar brasileña que opera en las peligrosas favelas de ese país y que se hizo famosa por la película Tropa de Elite, celebrada por los amantes de la acción sin atenuantes.

La funcionaria de Alberto Fernández, que proviene del CELS y es conocida por abrevar en otras fuentes, tal vez prefirió obviar el detalle para no entrar en polémica con sus anfitriones.

"Los integrantes de BOPE son un ejemplo de lo que hay que hacer a modo de intervención territorial, allá y acá también", suele decir Kravetz, dirigente del peronismo porteño durante muchos años, extelermanista devenido en funcionario Pro del "dialoguista" Grindetti y reconocido fanático de las artes marciales, que los miembros del BOPE conocen de sobra para sus misiones en los barrios populares, sobre todo en Río de Janeiro.

Massa y Juntos por el Cambio se pelean por la sede para las sesiones

La pelea entre "porteños" y "bonaerenses" alrededor de los fondos de la coparticipación, por la que discutieron el Gobierno y la administración de la Ciudad, tuvo un antecedente risueño el lunes, durante la reunión en la que legisladores oficialistas y opositores acordaron un mix de sesiones virtuales y presenciales en la Cámara de Diputados.

"¿Dónde lo hacemos? El Movistar Arena está disponible", dijo Cristian Ritondo, titular del bloque Pro, mirando con sonrisa debajo del barbijo hacia Sergio Massa, el presidente de la Cámara baja, que intentaba encontrar una salida a la parálisis legislativa. "Puede ser también la cancha de Laferrere", retrucó el tigrense a su compañero de veranos en Pinamar, según testigos, con la misma ironía.

"No nos van a mandar a La Matanza a sesionar, ¿no?", terció con humor cordobés el radical Mario Negri, quien había discutido y acordado en privado con Massa los términos de la tregua que puso fin al escándalo. Al final, el titular de la Cámara baja quedó encargado de buscar un sitio con el que todos estén de acuerdo, mientras el bloque opositor aun no define si pedirá que el impuesto a la riqueza que impulsa el oficialismo se trate de manera presencial.