La ofensiva rebelde en Siria está "a las puertas" de ciudad clave de Hama

Combatientes antigubernamentales pasan junto a un tanque y otros vehículos abandonados del ejército sirio al llegar a la ciudad de Al Safirah, al sureste de la de Alepo, el 3 de diciembre de 2024 al norte de Siria (Aref Tammawi)
Combatientes antigubernamentales pasan junto a un tanque y otros vehículos abandonados del ejército sirio al llegar a la ciudad de Al Safirah, al sureste de la de Alepo, el 3 de diciembre de 2024 al norte de Siria (Aref Tammawi) (Aref Tammawi/AFP/AFP)

La coalición de rebeldes liderada por islamistas que lanzó una ofensiva relámpago en el norte de Siria llegó este martes "a las puertas" de Hama, la cuarta mayor ciudad del país, donde se enfrentan al ejército respaldado por la aviación rusa, indicó una oenegé.

Las fuerzas armadas sirias reportaron "feroces combates" en el norte de la provincia de Hama e "importantes refuerzos" llegaron a la ciudad homónima, señaló una fuente militar citada por la agencia oficial Sana.

Los rebeldes se encuentran "ahora a las puertas de la ciudad de Hama", donde los combatientes ya bombardearon algunos barrios, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Columnas de humo negro se elevaron también en el cielo de Suran, una localidad situada más al norte, donde imágenes de AFP mostraron civiles que huían en camiones mientras los rebeldes patrullaban la zona.

En la vecina Halfaya, los rebeldes dispararon con lanzacohetes. Otros, en motocicleta, hacían la V de la victoria al pasar junto a tanques abandonados por el ejército sirio.

El grupo islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y otras facciones rebeldes lanzaron el 27 de noviembre una ofensiva relámpago en el noroeste de Siria, donde tomaron el control de decenas de localidades y de una gran parte de Alepo, la segunda ciudad más importante del país.

Los ataques, los primeros de esta magnitud desde 2020, dejaron hasta ahora 602 muertos, entre ellos 104 civiles, según el OSDH, con sede en Londres pero que dispone de una extensa red de fuentes en el terreno.

Los llamados internacionales a una desescalada se multiplicaron estos días para poner fin a las hostilidades, después de más de una década de guerra civil que dejó más de medio millón de muertos en el país.

- Desplazados -

Hama, en el centro de Siria, es una ciudad estratégica en la ruta que conecta Alepo con Damasco, la capital. Los combates en sus alrededores provocaron "una importante ola de desplazamientos", advirtió el OSDH.

La Oficina de la ONU para Asuntos Humanitarios (Ocha) anunció el lunes que cerca de 48.500 personas, más de la mitad niños, se vieron desplazadas hasta el sábado.

"Avanzamos hacia Hama después de haber limpiado" las localidades que conducen hasta allí, había afirmado unas horas antes un combatiente rebelde que se presentó como Abu al Hadwa al Surani.

El ejército sirio, que no opuso resistencia significativa en Alepo, anunció el martes que atacó "organizaciones terroristas, sus posiciones y sus bases" en la región de Hama y en la provincia de Idlib, más al norte, con el apoyo aéreo de Rusia.

El presidente ruso, Vladimir Putin, destacó la necesidad de poner "rápidamente" fin a la ofensiva, durante una conversación telefónica con su par turco Recep Tayyip Erdogan. Rusia es, junto a Irán, el principal aliado de Damasco.

La República Islámica, a su vez, dijo que estudiará cualquier petición de su aliado sirio para enviar tropas al país.

- "Terror" -

En Idlib, donde aviones sirios y rusos han respondido a la ofensiva con bombardeos, los rescatistas trabajaban entre los escombros de edificios arrasados por los ataques.

"No puedo describir (...) el terror que sufrimos", dijo Hussein Ahmad Khodr, un profesor en la zona.

En Alepo los rebeldes armados patrullaban en las calles de la ciudad, cerca de la ciudadela histórica, o se posicionaban en el aeropuerto internacional de la ciudad, de dos millones de habitantes.

Los habitantes hacían colas para recibir algo de comida distribuida por una asociación.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, quien se dijo "alarmado por la reciente escalada de violencia en el noroeste de Siria", instó el lunes  al "cese inmediato de las hostilidades", dijo su portavoz.

Estados Unidos, que lidera una coalición internacional antiyihadista en Siria, instó a "todos los países" a trabajar para "una desescalada", al igual que la Unión Europea, que "condenó" los ataques rusos "en zonas densamente pobladas".

El presidente sirio, Bashar al Asad, afirmó el lunes en una conversación telefónica con su par iraní, Masud Pezeshkian, que la "escalada terrorista" buscaba "redefinir el mapa regional de acuerdo con los intereses y objetivos de Estados Unidos y Occidente".

Siria está dividida por la guerra civil en varias zonas de influencia, donde los insurgentes cuentan con el apoyo de diferentes potencias extranjeras.

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