AMLO crea comisión para investigar desaparición estudiantes

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — México ha entrado en una nueva etapa y el presidente Andrés Manuel López Obrador lo quiso dejar claro desde el lunes cumpliendo lo que había prometido: celebró su primera reunión diaria con el gabinete de seguridad, ofreció una conferencia de prensa y su primera orden fue un decreto para crear una Comisión de la Verdad que investigue de forma imparcial la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, el crimen que más conmocionó al país durante la administración saliente.

“Les aseguro que no habrá impunidad”, dijo el mandatario a los padres de los alumnos desaparecidos, quienes le recordaron que habían depositado en él todas sus esperanzas después de 50 meses sin respuesta. López Obrador se comprometió a llegar no solo a los autores materiales de ese crimen sino a los intelectuales.

El escenario fue inédito desde primeras horas del lunes. Primero se presentó ante la prensa flanqueado por la plana mayor de las fuerzas armadas y su gabinete de seguridad y contestó preguntas durante casi una hora. “Díganme si esto no es un cambio”, bromeó con los reporteros.

La firma del decreto fue todavía más simbólica con el grito de “¡vivos se los llevaron, vivos los queremos!” resonando en Palacio Nacional y los padres de los desaparecidos por primera vez delante del jefe del ejército, la institución que más se ha cerrado a ser investigada, mostrándole las fotos de sus hijos, que han llevado en cientos de manifestaciones.

El decreto, que el nuevo gobierno considera el primer paso para que las víctimas de la violencia en general tengan acceso a la justicia, establece que la comisión debe funcionar en 30 días y que debe contar con la participación de organismos internacionales y de familiares de las víctimas. Además, deja abiertas las puertas para investigar al ejército, una de las demandas que habían hecho los padres de los desaparecidos y no se había cumplido; prohíbe que se clasifiquen como secretos documentos sobre graves violaciones a los derechos humanos o que obstruyan la persecución de delitos, y establece mecanismos de protección de testigos que puedan aportar datos al caso.

“No se va a ocultar la verdad, no vamos a encubrir a nadie”, aseguró López Obrador, quien dijo será respetuoso con la separación de poderes pero garantizó que seguiría de cerca la investigación de lo que calificó como “un asunto de Estado”.

La desaparición de los 43 estudiantes en septiembre de 2014 en el sureño estado de Guerrero es uno de los casos por el que el gobierno de Enrique Peña Nieto fue más criticado. Los jóvenes fueron atacados por policías en la ciudad de Iguala y, según la versión oficial, entregados a miembros del crimen organizado que luego los quemaron en un basurero y echaron sus restos a un río cercano.

Sin embargo, una investigación de expertos internacionales no solo echó por tierra esta teoría sino que denunció obstrucción a la justicia por parte de autoridades de distintos niveles de gobierno y un tribunal colegiado mexicano sentenció que la investigación de la fiscalía federal “no fue pronta, efectiva, independiente ni imparcial” y que algunos acusados fueron torturados.

Estos errores son los que intentará ahora enmendar la nueva Comisión, que estará dirigida desde la Secretaría de Gobernación pero trabajará con el Ministerio Público para que haya responsabilidades penales.

Jan Jarab, representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, presente en Palacio Nacional, indicó a AP que el decreto cumple las expectativas de las organizaciones internacionales, cuya participación concreta se definirá en los próximos días, y es un “muy importante paso” para hacer justicia.

“Señor sea humano”, clamó María Martínez, madre de uno de los desaparecidos, al presidente. “Si usted llega a entregarnos a nuestros 43 hijos esto va a ser grande, la gente va a volver a creer en usted”.

Unas horas antes, López Obrador quiso mostrar su autoridad al iniciar el nuevo periodo. “Tengo las riendas del poder en las manos, es decir, hay gobierno en México”, dijo durante la rueda de prensa.

Sobre la lucha contra el narcotráfico, aseguró que no hará “ningún tipo de acuerdo ilegal” con miembros del crimen organizado y señaló que el Ejecutivo tiene muy claro que tiene que “haber una frontera entre autoridades y delincuencia”.

Según las cifras iniciales que le proporcionó su equipo y los estados en esta primera reunión, durante el fin de semana se produjeron 50 homicidios por día, un número menor a los 80 asesinatos diarios con los que comenzó 2018, aunque aclaró que esas cifras son preliminares y que todavía están bajo revisión.

Antes de inaugurar las conferencias de prensa matutinas diarias, algo que ya hizo cuando fue alcalde de la Ciudad de México entre 2000 y 2005, el nuevo mandatario arribó al Palacio Nacional en el mismo automóvil compacto blanco que usaba antes de asumir el sábado, rechazó la guardia militar utilizada por presidentes anteriores y viajó con una pequeña comitiva de asesores.

López Obrador se ha mostrado cercano con la ciudadanía y su primer viaje como presidente el domingo al estado de Veracruz fue en un vuelo comercial y sin seguridad, mientras se iniciaba el proceso de venta del avión presidencial para cumplir con la “austeridad republicana” y el ahorro que ha prometido.