Nueva caravana de migrantes centroamericanos se dirige a frontera con México

Por Sofia Menchu

CIUDAD DE GUATEMALA (Reuters) - Un segundo grupo de cientos de personas, la mayoría hondureños, salió el martes del sur de Guatemala en busca de unirse a sus compatriotas que avanzan por México camino a Estados Unidos, dijo una organización que atiende a los migrantes.

Miles han salido de Honduras en los últimos 11 días huyendo de la violencia y pobreza y buscan llegar a Estados Unidos para cumplir el "sueño americano", a pesar de las amenazas del presidente Donald Trump, quien ha advertido que cerrará y militarizará su frontera y que reducirá el apoyo económico a Centroamérica por no detener la caravana.

Según el diario guatemalteco Prensa Libre, la nueva caravana está compuesta por unas 2,500 personas y algunos de sus miembros intentaron ingresar a México la semana pasada pero fueron deportados.

Un migrante, citado por el diario, aseguró que buscarán llegar a México por la ciudad norteña de Petén, a diferencia del primer grupo que lo hizo por el sur generando enfrentamientos con la policía.

Autoridades mexicanas han dicho que no permitirán el ingreso a su territorio de manera irregular pero, tras un periplo de más de una semana, varios lograron entrar a través del río que separa México de Guatemala, reportaron medios locales.

Los gobiernos de Honduras y Guatemala, que organizaron el regreso de unos 2,000 hondureños a su tierra, anunciaron el lunes que cerraron el punto fronterizo de Agua Caliente por la crisis migratoria. Los mandatarios de ambos países han dicho que la "peligrosa" caravana está impulsada con fines políticos.

No hay cifras precisas sobre la cantidad de personas que conforman la caravana, pero las imágenes de medios de comunicación mostraban a miles copando las carreteras de Guatemala y México con bultos, maletas y sus niños a cuestas. De tanto en tanto, algunos avanzaban en camiones y autobuses.

La Casa del Migrante, una organización que atiende en Guatemala a quienes buscan llegar a México o Estados Unidos, dijo que desde que se inició el reciente éxodo han brindado atención médica, psicológica, alimentación y hospedaje a unos 11,000 centroamericanos.

"Están cerrando las fronteras y nosotros abogamos por el derecho humano de migrar. Los gobiernos deben respetar la libre circulación", dijo el padre Mauro Verzeletti, director de la Casa del Migrante. "Estamos más preparados para la emergencia y aquellos que llegarán también serán atendidos", agregó a periodistas en Ciudad de Guatemala.

México dijo que, desde el último fin de semana, ha recibido 2,727 solicitudes de refugio, particularmente de niñas, niños y adolescentes y que 495 hondureños decidieron regresar a su país.

POR LOS CAÍDOS

En Huixtla, México, a unos 50 kilómetros al norte de la frontera con Guatemala, miles de personas -en su mayoría hondureños- se detuvieron para descansar y honrar a sus caídos.

El joven hondureño Melvin Josué perdió la vida el lunes en México al caerse de un camión que lo transportaba junto a decenas de otros migrantes. De acuerdo con autoridades, otro migrante murió días atrás de la misma manera en Guatemala.

Las víctimas son un recordatorio de los peligros de un viaje donde los migrantes enfrentan las inclemencias del clima y a las violentas bandas del crimen organizado en México y Centroamérica.

Cada año, cientos de ellos mueren durante la larga travesía desde Centroamérica al norte. En 2017, 412 perdieron la vida en la frontera México-Estados Unidos, según cifras de Naciones Unidas.

"Cuando escuchamos que venía la caravana (nos unimos) (...) la gente en Guatemala también sufre la pobreza, así que esta es una oportunidad para mejorar la vida de mi familia", dijo Elsa Romero, una madre guatemalteca de cuatro hijos, en Huixtla.

El migrante Alexander Fernández dijo que la columna planeaba moverse nuevamente el miércoles por la mañana, luego de que el martes recibieran ropa de grupos religiosos y comida, bebida y vacunas de autoridades locales.

A fines de marzo otra caravana, también compuesta en su mayoría por hondureños, fue debilitándose a su paso por México y apenas una fracción de los cientos que iniciaron la marcha llegó a la frontera con Estados Unidos.

El próximo presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha dicho que buscará combatir la migración de mexicanos y centroamericanos atendiendo sus causas de raíz, con planes para mejorar la calidad de vida y combatiendo la violencia ligada al narcotráfico.

Trump ha saludado el plan pero no ha aminorado sus críticas a México por "hacer poco" para frenar el flujo migratorio, por lo que insiste en levantar un muro en la frontera común.

Es probable que la inmigración ilegal sea un tema importante en las elecciones legislativas del 6 de noviembre en Estados Unidos, cuando los demócratas apuntan a tener una buena posibilidad de ganar el control de la Cámara de Representantes.

Afirmaciones hechas en los últimos días por Trump y algunos activistas conservadores en Washington acerca de que "criminales y desconocidos de Oriente Medio" estarían mezclados con la caravana no han sido corroboradas, dijo a Reuters un funcionario estadounidense que pidió no ser identificado.

Reporteros en la Casa Blanca preguntaron el martes a Trump qué pruebas tenía de que gente de Oriente Medio estaba en la caravana, y respondió: "No hay pruebas de nada (...) pero podrían estarlo".

El vicepresidente Mike Pence, quien se encontraba junto a Trump, sostuvo que se comunicó con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández. "Me dijo que la caravana que ahora se abre paso en México (...) fue organizada por organizaciones de izquierda y financiada por Venezuela", afirmó Pence.

(Reporte adicional de Delphine Schrank en Tapachula, México, y Orfa Mejía en Tegucigalpa; Escrito por Diego Oré; Editado por Silene Ramírez y Manuel Farías)