Notre Dame reabre sus puertas tras cinco años de reconstrucción en una ceremonia dirigida al mundo

Cinco años y ocho meses después, la catedral de Notre Dame resurge de sus cenizas.

La obra maestra de la arquitectura gótica francesa ha estado durante este tiempo sometida a trabajos de restauración tras un devastador incendio que casi la destruye en 2019.

Su rápida recuperación -un hito destacable teniendo en cuenta que tardó casi dos siglos en construirse- supone un momentáneo alivio para el presidente francés, Emmanuel Macron, impulsor de las reformas que ahora vive un momento político complejo, enfrentado al arco parlamentario tras la moción de censura del primer ministro de su elección y la firma del acuerdo del Mercosur por la Comisión Europea, un tratado de libre comercio rechazado frontalmente por su país.

A la celebración asistieron unas 1.500 personalidades políticas, incluido el presidente electo de EE. UU, Donald Trump, el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski o el heredero a la jefatura del Estado británico, Guillermo de Gales.

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Inicialmente se planeó que la ceremonia comenzara en la fachada exterior de la edificación religiosa, pero se trasladó al interior debido al mal tiempo. Pero nada pudo restarle importancia a la ceremonia: los coros cantaron salmos dentro de la luminosa nueva nave central, y el órgano de Notre Dame volvió a resonar en sus paredes tras cinco años en silencio.

El arzobispo de París, Laurent Ulrich, inauguró la ceremonia con tres golpes en las puertas principales de la catedral mediante un báculo tallado con las vigas quemadas por el fuego. Con este gesto, la edificiación fue reabierta oficialmente al culto. En esta misma fachada se proyectó la palabra "merci", "gracias" en francés.

Los observadores ven este evento como un gesto interno -y también de 'soft power' diplomático- del presidente Macron, quien destacó en esta ceremonia la capacidad de Francia para congregar al escenario internacional a pesar del caos político interno.

Macron reiteró su gratitud en un discurso a la nación durante la ceremonia y realizó una mención especial a los Bomberos que salvaron a este Patrimonio de la Humanidad acreditado por la UNESCO; también al personal que trabajó durante estos últimos cinco años para devolver a la catedral su antigua gloria.